El presidente del Partido Liberación Nacional, Ricardo Sancho, asegura que la reciente «elección de jóvenes, líderes comunales, destacadas mujeres y la mía propia, en el nuevo Directorio Político Nacional, representa un rayo de esperanza para aquellas personas, que, por años, han clamado por la reestructuración sistemática de la agrupación verdiblanca».
En una misiva dirigida a la Asamblea Nacional y Plenaria de la agrupación, el verdiblanco lamentó la renuncia de Claudio Alpízar, ex precandidato presidencial y Fernando Zamora, ex secretario general, al partido calificándolos de «personas con las que compartimos ideales y pensamientos».
Sancho afirmó que el grupo someterá a estudio las razones de su salida, «serán escuchadas y no habrán sido planteadas en vano».
«Sin embargo», escribió, «difiero categóricamente del argumento que esgrimen, en relación a la supuesta «no renovación real» de las autoridades partidarias durante la pasada Asamblea Nacional, por cuanto, la elección de jóvenes, líderes comunales, destacadas mujeres y la mía propia, en el nuevo Directorio Político Nacional, representa un rayo de esperanza para aquellas personas, que, por años, han clamado por la reestructuración sistemática de la agrupación verdiblanca».
Cabe recordar que Alpízar y Zamora renunciaron al PLN alegando que «lo sucedido en la Asamblea fue resultado de un pacto, divulgado por la prensa y reconocido por los propios actores, entre los ex presidentes Óscar Arias y José María Figueres».
Ambos dirigentes aseguraron que ese pacto se dio para mantener el control del partido, lo que evidencia que no hay voluntad de renovación. «Ha abortado no solo la posibilidad de un cambio generacional, sino de un análisis real de las tres derrotas consecutivas de la agrupación», manifestó Alpízar, y agregó que «el partido demuestra total incapacidad de corrección y autoanálisis».
En su carta, Sancho afirmó que «lejos de ser algo negativo, la unión partidaria lograda satisfactoriamente en dicha elección es algo que debe motivarnos, para así continuar construyendo el espíritu liberacionista que nos heredó don Pepe».
Por eso, en un momento en que en su criterio «el sistema democrático costarricense corre peligro», hizo un llamado de unidad a los liberacionistas «para así convertirnos en el faro de luz de un país urgido de soluciones reales».
