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Presidente de Asada de Cipreses anuncia que a pesar de orden sanitaria, acueducto seguirá funcionando

Alega que “nadie se ha muerto de eso” y que “comen más veneno en los vegetales”.

Virgilio Ulloa, presidente de la Asada de Cipreses de Oreamuno, Cartago, declaró que “seguimos trabajando como de costumbre, el agua según el AyA va a ser para servicios sanitarios y cosas así”.

Con ello dejó clara su posición ante la orden sanitaria emitida ayer por el Ministerio de Salud y que le fue comunicada directamente con la indicación e que debe ser acatada “inmediatamente”.

Ministerio de Salud ordena a la ASADA de Cipreses de Oreamuno clausurar las fuentes de agua por posible contaminación

“El problema es que aquí nadie se ha muerto de eso”, dijo, en referencia a la presencia detectada de metabolitos, o material residual, del agroquímico clorotalonil en las principales fuentes de agua utilizada por esa Asada, conocidas como Plantón y Carlos Calvo.

La orden sanitaria ordena “proceder a la clausura inmediata de las fuentes de agua para consumo humano que utiliza la ASADA de Cipreses de Oreamuno, en específico las fuentes Plantón y Carlos Calvo”.

Añade el documento que “ante la ausencia de información que caracterice e identifique riesgos asociados a la salud por el consumo, ingesta o cualquier otro tipo de contacto de los metabolitos el agua de estas fuentes no podrá ser utilizada para consumo humano, preparación de alimentos y actividades de higiene corporal como parte de un principio precautorio”.

Sin embargo, añade que “se puede considerar el uso del agua de estas fuentes para el funcionamiento de inodoros y otras actividades de limpieza y desinfección intradomiciliaria”.

Este viernes, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) emitió un comunicado en el que informó que el Laboratorio Nacional de Aguas corroboró “la presencia de metabolitos de Clorotalonil en el agua de este acueducto”.

Además de reiterar que “el agua que estará disponible por medio de la tubería no puede ser utilizada para el consumo humano, preparación de alimentos o higiene corporal”, se informó que la institución activó el protocolo de apoyo a la Asada de Cipreses, para abastecer a la población de agua potable por medio de camiones cisterna y “avanzar en los estudios técnicos de laboratorio para definir nuevas fuentes de agua segura que puedan ser interconectadas al sistema existente”.

Ulloa, por su parte, dijo y reiteró que “comen mas veneno en los vegetales que en eso que cacarea el AyA, porque los tiene amenazados EcoCipreses”.

Informó que esa Asada provee el servicio para cinco mil personas, por lo que aseguró que el AyA no tendrá capacidad para llevar agua mediante camiones cisterna a toda la comunidad.

Cuestionó además que “si saben que el clorotalonil no se debe usar, ¿por qué el Ministerio de Agricultura (MAG), el Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), AyA y el Ministerio de Salud no lo prohibieron hace años? No hay un documento donde obligan al SFE a prohibirlo, ¿en qué país vivimos? Es una situación de burro amarrado contra tigre suelto, el clorotalonil es pan de cada día”.

El Presidente de la Asada además dijo que se trata de “agua que viene contaminada desde las faldas del Irazú” y que “es una sola cuenca, la del río Birrís”, por lo que el problema debía presentarse también en otras comunidades, como Cervantes, pero “están satanizando sólo a Cipreses”.

“Aterrados”

Ante las declaraciones de Ulloa, desde el Frente Ecologista de Cipreses (EcoCipreses), Ana María Montenegro aseveró que “lo que pasó fue que no nos pusieron atención, la Asada no presionó, es una de las responsables de esto”.

Añadió que “a nadie le gusta que se denuncie” y que Ulloa “dijo que nosotros somos los culpables, lo único que hemos hecho es ser usuarios, porque tenemos derecho al agua y sin agroquímicos, limpia, pero lastimosamente las instituciones no se han movido”.

“Ahora se comienzan a mover”, dijo, y apuntó que el Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas, (IRET), de la Universidad Nacional (UNA), “tuvo que ir a enseñarle al Laboratorio Nacional de Agua a hacer los muestreos”.

Recordó que esa organización desde hace tres años ha denunciado la situación, “es una lucha institucional, levantábamos la voz pero no nos escuchaban”.

Dijo que precisamente el IRET desde hacía tiempo había hecho muestreos y determinado la presencia de los metabolitos de clorotalonil, pero en el Ministerio de Salud “simplemente dijeron que no estaban certificados, ya había presencia de metabolitos pero ahora es el doble”.

Añadió que “la Asada se nos ha opuesto, ellos estaban para protegernos” y subrayó que desde hace tiempo se debió tomar medidas para reforestar la zona de protección de las mencionadas nacientes y respecto a la contaminación, “se sabía que podía llegar a pasar, sinceramente aquí la culpa es de las instituciones, hemos tenido bastante enojos de ver que las instituciones no se mueven, todo lo quieren esconder”.

La activista local además se refirió a la iniciativas anunciada por parte del AyA de llevar agua en camiones cisterna y dijo que le preocupa, pues es una opción evidentemente paliativa. “¿Cuánto tiempo va a aguantar el AyA? Supuestamente buscan nuevas fuentes, pero con la burocracia, ¿cuánto vamos a tardar para tener agua de verdad de calidad”.

Con gravedad expresó que “estamos aterrados por nuestras familias, ¿qué vamos a hacer? Hay una muy alta concentración (de metabolitos), ¿qué tanto daño nos ha producido?”.

Aclaración:

Debido a un error, esta nota se publicó originalmente con otro título.

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