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Presidenta legislativa: pausa del plan fiscal no es premeditada, es una “feliz coincidencia”

La oficialista Carolina Hidalgo señaló que no ha recibido presiones del Ejecutivo para retrasar la admisión de mociones finales, aunque afirmó que algunos diputados sí se lo han solicitado para continuar con los procesos de diálogo relacionados con la huelga.

La pausa en que se encuentra el plan fiscal por el proceso de admisibilidad de mociones de reiteración no es premeditada sino una “feliz coincidencia”, afirmó esta noche la presidenta del Congreso, Carolina Hidalgo, tras la sesión ordinaria del Plenario legislativo esta tarde.

Según Hidalgo, la pausa responde a un trámite que “no se está tomando a la ligera”, aunque “por supuesto observa los otros procesos” y “celebra que los actores del diálogo estén aprovechando para avanzar mientras realiza la revisión”.

La presidenta además evitó calificar el momento del proyecto como un “tiempo muerto”, sino que fue enfática en subrayar que el proyecto sigue su marcha de manera correcta.

“Es una feliz coincidencia (…) lo que estamos haciendo es una revisión. Por ejemplo, si fueran sólo diez mociones hace rato la Presidencia habría realizado la resolución de admisibilidad”, apuntó.

Las especulaciones sobre un posible retraso premeditado han surgido en los últimos días, especialmente porque la admisión de mociones de fondo (en procesos anteriores) tardó lapsos mucho menores.

Sólo en este último proceso, la Presidencia legislativa ya se ha demorado una semana completa; mientras que en los anteriores fue mucho más expedita.

De cualquier manera, Hidalgo alega que nada ha tenido que ver el contexto de la huelga general que impulsan los sindicatos ni los procesos de negociación de esas representaciones con el Gobierno, aunque sí señaló que existen otros mecanismos que sí podrían frenar el trámite de ser necesario.

Entre ellas, la diputada recordó que “el proceso tiene otras etapas que no necesariamente son la discusión en primer debate, por ejemplo la publicación y la consulta, que son tiempos adicionales en los que el proyecto avanzaría y las partes en diálogo podrían aprovechar positivamente los tiempos”.

Ambas son etapas que se podrían adelantar con una moción de orden que aprueben los legisladores, motivo por el que Hidalgo recordó que “no sólo la resolución de admisibilidad es un procedimiento en el que se frena la discusión, sino que hay otros procedimientos o trámites que también darían una posibilidad para el proceso de diálogo”.

“Es decir, la Presidencia está avanzando en su proceso de revisión y celebra que los actores lo estén aprovechando, pero una cosa no obliga a la otra”, concluyó.

Sin presiones del Ejecutivo

Como parte de sus declaraciones de este lunes a la prensa, la presidenta Hidalgo además rechazó cualquier presión del Ejecutivo para frenar el trámite legislativo del plan fiscal.

La pausa no pudo caer en un mejor momento al Gobierno para negociar los últimos cambios al plan fiscal con los demás partidos políticos, dialogar con los sectores sindicales y esperar las declaraciones sobre la legalidad o ilegalidad de las huelgas; sin embargo, nada ha sido planeado según la legisladora.

Por el contrario, Hidalgo dijo que más bien “las solicitudes han sido más internas de la Asamblea Legislativa”, pedidos públicos que han realizado diputados como el frenteamplista José María Villalta y algunos diputados de Restauración Nacional, quienes incluso lo hicieron públicamente en sesiones del Plenario legislativo.

También habían hablado sobre la posibilidad de frenar la tramitación del proyecto los verdiblancos del Partido Liberación Nacional (PLN); sin embargo, ellos habían puesto como condición que los sindicatos depusieran la huelga.

Según Hidalgo, “para nadie es un secreto que en el Plenario distintos diputados y diputadas han señalado que es importante aprovechar estos espacios”, una intención que dijo no le han externado desde la Presidencia.

Actualmente, el Gobierno sostiene conversaciones con las representaciones sindicales que se han unido en huelga contra el proyecto de reforma fiscal; un proceso de diálogo que media la Iglesia y en el que participan los jerarcas de Planificación, Trabajo y Justicia.

No obstante, tras cinco días de negociaciones, no se registran mayores avances.

Por el momento, Hidalgo y su equipo de asesores se encuentran seleccionando las mociones que podrán reiterarse, las cuales se deben regir por criterios específicos del procedimiento abreviado mediante el que se tramita el proyecto.

Lo que falta

Una vez que la presidenta legislativa anuncie cuáles mociones de reiteración (repeticiones de solicitudes de cambios) podrán ser discutidas y votadas en el Plenario, el proyecto podrá pasar a la tramitación de sus últimas modificaciones.

Las mociones que sean aceptadas podrán revisarse y discutirse una por una hasta en seis sesiones seguidas; sin embargo, a partir de la séptima sólo podrían votarse.

Entre esas últimas mociones están algunas relacionados con posibles cambios en las tarifas reducidas del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para medicamentos (hoy en 2%), salud (2%), educación (exenta) y canasta básica (1%); así como para establecer el Impuesto sobre la Renta a las cooperativas y para restablecer la norma de subcapitalización, una herramienta para contra la elusión fiscal que ha sido intensamente debilitada.

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Una vez analizados los cambios, aceptados o no, los diputados podrán pasar a la discusión en primer debate, para la cual cada diputado podrá hablar por diez minutos en favor o en contra del texto y posteriormente votarlo en la primera de las dos ocasiones requeridas.

Para una eventual aprobación, el proyecto requiere del respaldo de al menos 29 congresistas, suma que alcanzaría con el apoyo mayoritario ya anunciado por las bancadas del PLN, del PUSC y el independiente Erick Rodríguez.

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