La presidenta ejecutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Marta Esquivel Rodríguez, cuestionó la legislación vigente que respalda el modelo de servicios de salud de una “atención universal” y afirmó que es “financieramente insostenible”.
Esquivel destacó este primer punto durante el anuncio realizado ayer miércoles en Casa Presidencial sobre la situación de la Caja. En la conferencia de prensa Esquivel enumeró una serie de supuestas irregularidades que tienen a la institución en una situación económica “crítica” y , junto con el presidente de la República Rodrigo Chaves, llevó al Ministerio Público una caja con papeles que sustentarían denuncias penales del Gobierno.
La jerarca argumentó que la CCSS no es universal ni caritativa porque alguien siempre tiene que pagar por el costo de los servicios que brinda y señaló que el modelo de atención universal actual de la institución es sumamente costoso.
“Tenemos que empezar por matar algunos mitos, la Caja no es caritativa ni es universal. Ningún servicio de salud de la Caja es gratis; alguien lo tiene que pagar. Si no lo paga usted, se le hace la factura para que el Estado lo pague. ¿Qué generamos con esto? Un sistema inviable financieramente”, enfatizó Esquivel.
Factura que pasó la Caja al Gobierno es por ¢2.4 billones
“En los años 40, cuando empieza este ambicioso proyecto, se fija un financiamiento tripartito muy simple: patronos, empleados y Estado; pero también era simple la prestación del servicio de salud y en ese tiempo se iba sosteniendo”, explicó.
“A partir de los años 1959-1960 se reforma la Constitución Política, se adopta un plan sumamente ambicioso para que la Caja pasara de un esquema de atención sólo a asegurados, a un modelo maravilloso -si lo quieren ver desde el punto de vista de los derechos humanos-; pero sumamente costoso. Pasamos a la atención universal”, añadió.
“Hoy la Caja tiene la obligación de atender a todos; pero no todos pagan y al que no paga se le da el servicio y se le factura al Estado”, aclaró.
“¿Qué consecuencias tiene esto? En este momento la Caja le está pasando una factura al Gobierno de ¢2.4 billones ($4.365 millones). Hicimos un cálculo y pareciera que cada uno de nosotros debe aproximadamente ¢500.000 a la Caja”, afirmó.
“Con esto dicho, debo decirles que queda claro que la legislación actual del modelo de servicios de salud es financieramente insostenible”, aseveró Esquivel.
“Desde los años 90 ya viene la Caja con menos plata ingresando que la que gasta. ¿Qué ha implicado esto para la institución? Un deterioro en la prestación de los servicios, equipo que llega tarde, problemas en compra de medicamentos, instalaciones que no se tienen o no se construyen”, aseveró Esquivel.
“Ese hueco financiero, sin lugar a dudas, ha tenido una consecuencia que todos la sentimos: aumento exponencial en las listas de espera en los últimos 20 años, y servicios que se ven afectados por una mala gestión”, agregó la jerarca.
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