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Precios de combustibles en Costa Rica crecieron a ritmo menor del alza registrada en mercado internacional

La demanda de carburantes en el país aumentó un 15% en 2021, pero todavía no alcanzaba para recuperar la caída de 2020 con la pandemia.  

Los precios del diésel y de la gasolina, tanto súper como especial, crecieron en Costa Rica en los últimos años a un ritmo menor que el registrado en el mercado internacional; incluso, desde el 2021, fue prácticamente la mitad.

Los precios del barril de diésel 50 —según los precios promedios registrados por Platt’s— aumentaron de $64 en enero de 2021 a $155 en julio del 2022, cuando se registró la subida de los precios de los derivados del petróleo en la que coincidieron la reactivación de la economía mundial tras la crisis del virus COVID-19, junto con los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania. En este caso, fue un aumento de precio del 142%.

En ese mismo período, entre enero del 2021 y julio del 2022, el precio del diésel en Costa Rica pasó de ₡483 por litro, según la fijación realizada por la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep) a ₡873; es decir, un incremento de un 80%.

Con respecto al aumento de la gasolina, el precio del barril de gasolina 91 (plus) entre enero del 2021 y julio de 2022 ascendió de $64 a $136 (aumento de 112%), mientras que el barril de gasolina 95 (súper) se movió de $65 a $142 (alza de 118%).

De manera similar al caso anterior, los precios en Costa Rica para la gasolina desde el 2021 tuvieron un crecimiento fuerte, pero menor al impacto registrado en el mercado internacional: la gasolina plus pasó de ₡562 por litro en enero de 2021 a ₡993 en julio de 2022 (creció 76%), en tanto la gasolina súper empezó el 2021 con un precio de ₡583 por litro y estaba en ₡1.026 en julio del 2022 (76%).

¿Quiere decir que los precios en Costa Rica se mueven por debajo de los precios internacionales? No. Una revisión del comportamiento de los precios del mercado externo y las fijaciones en el país desde el 2017 evidencia que las curvas tienen un comportamiento similar (ver gráficos).

Sin embargo, el modelo de precios de Costa Rica permite menos oscilaciones: las alzas internacionales tienden a ser menores, al realizarse el ajuste en el país. Empero, las rebajas tienen un efecto contrario: en el país se perciben menos.

Por ejemplo, puede mencionarse que el diésel tuvo una reducción de un 24% en sus precios a finales del 2018 que no tuvo efecto en los precios en Costa Rica hasta enero del 2019, y fue de un 8%.

Incluso durante la pandemia hubo un ejemplo más dramático con el precio de la gasolina 91: de julio de 2019 a abril del 2020 tuvo una caída en picada, casi un 70%. En ese mismo período, en Costa Rica, el precio de la gasolina regular (91) se redujo un 13%.

Modelo bajo revisión

“El modelo de la Aresep se ajusta con retraso, el modelo no refleja los movimientos en los precios internacionales. A veces pasan 22 días, un mes, mientras la Aresep analiza las solicitudes de ajuste que presenta Recope, por eso, en ocasiones hay contradicciones: hay alzas cuando en el exterior baja, o hay rebajas cuando internacionalmente sube”, declaró Alejandro Muñoz, expresidente ejecutivo de Recope.

Muñoz recalcó que este modelo no depende de Recope, sino de la regulación que se define para el país. “No depende de Recope o Aresep, hay una ley. Hay otros países en los que se ajusta cada 15 días, o cada semana, como El Salvador. En el caso de Costa Rica, por lo menos se elimina el shock de aumentos muy fuertes”, explicó.

Sin embargo, cada vez que se presentan oleadas de ajustes al alza, el modelo vuelve a ponerse bajo la lupa. De hecho, la Junta Directiva de la Aresep aprobó el 5 de mayo pasado una variación, para no tomar en cuenta el promedio de los precios de los últimos 15 días en el mercado internacional, y en su lugar considerar la factura real, pagada por Recope a los proveedores.

Según la comunicación de Aresep, la nueva metodología contribuye a eliminar el rezago tarifario y beneficia a los consumidores, al reducir los ajustes por diferencial de precios.

UNIVERSIDAD intentó consultar en Recope y en Aresep si tienen previstas nuevas revisiones, pero no fue posible obtener las respuestas antes del cierre.

En todo caso, se debe tener claridad de que los precios internacionales siguen siendo el principal elemento para fijar los costos de los productos nacionales. Empero, otros factores requerirían voluntad política importante: Muñoz recordó que el impuesto único es el segundo elemento en importancia en el precio, y que fluctúa entre 25% y 50% del costo final para los consumidores.

Mercado en movimiento

El debate también debe considerar el comportamiento de la demanda de combustibles en el país, que fue afectado severamente por la pandemia.

Durante el 2020, las ventas totales de Recope cayeron un 20%, al considerar los productos colocados en el mercado. En el caso del diésel, los barriles bajaron un 12%, mientras que en las gasolinas la caída fue de un 19%.

Para el 2021, la demanda se recupera, aunque sin alcanzar los niveles del 2017 (ver gráfico). El aumento de un 15% se encuentra por encima de los promedios de 2% de 2018 y 2019, pero no es suficiente para alcanzar los 20,8 millones de barriles que se distribuían en 2017.

Empero, al considerar las ventas monetarias, la recuperación es mejor. Recope registró ingresos en el 2021 por la colocación de sus productos en el país por ₡1.610.958 millones, un 45% de aumento con respecto al 2020.

De nuevo, se trata de un crecimiento inusual, porque corresponde a una reactivación de la economía en general, luego de la pandemia y de una caída en los ingresos de Recope de un 30% en el 2020. Puede parecer un gran salto, pero apenas es un 1,3% de mejoría con respecto a dos años atrás, en el 2019.

Por combustibles, el diésel mantiene su liderazgo en el mercado nacional, sus ₡596.494 millones representaron un 37% de las ventas de Recope en el 2021, superando la gasolina regular (24%) y la gasolina super (24%).

En este nivel, también los productos muestran una recuperación: luego de una caída de un 27% en el 2020, los ingresos para Recope por diésel en el 2021 mejoraron un 34%, por gasolina un 36% y por gasolina regular un 44%. De nuevo, hay que evitar la ilusión de la última cifra: estos aumentos representan solo un 2% para el diésel y de un 6% para la gasolina con respecto a dos años atrás.

Es decir, el mercado de combustibles camina para recuperar el ritmo que traía antes de la pandemia.

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