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Precarización laboral de mujeres en turismo de zonas costeras se vería agravada con jornadas 4×12

Estudio de la UNA evidenció que del total de personas que trabajan en alojamiento y servicios de comida en región Chorotega el 60,47% son mujeres.

Existe una feminización del trabajo en el sector turístico a partir de la pandemia por COVID-19, en especial las relacionadas a servicios de alojamiento y restaurante y, al mismo tiempo, esta es la población con mayores índices de pobreza. Esta situación ya complicada para miles de trabajadoras se verían aún más impactada de aprobarse el proyecto de jornadas laborales 4×3, que propone una jornada ampliada de 12 horas diarias por un máximo de 4 días semanales y 3 días libres seguidos.

El proyecto, que se discute en la Asamblea Legislativa, plantea que las horas se pagarían como ordinarias y no se permitiría que la persona trabaje horas extra sobrepasando las 12 horas diarias, sino únicamente en días libres que serían acordados entre las partes. Quienes promueven esta iniciativa —especialmente el Poder Ejecutivo— asegura que los trabajadores podrían elegir si quieren trabajar esa jornada o no.

El sector de hotelería y restaurantes se vería seriamente impactado de aprobarse la jornada de 12 horas durante cuatro días, pues perderán el pago de horas extra. (Foto: Kathya Alvarado)

De acuerdo con el Observatorio de Turismo Migraciones y Desarrollo Sostenible de la Sede Regional Chorotega de la Universidad Nacional (UNA) un estudio desarrollado en el año 2021 mostró un cambio sustancial en el porcentaje de ocupación, por sexo, en actividades de alojamiento y servicios de comidas en esta zona, el cual evidenció un cambio drástico entre la cantidad de mujeres que se dedican a estas labores.

Esteban Barboza, coordinador del Observatorio, explicó que para 2018, 2019 y 2020 se observaba un patrón relativamente estable en el que los hombres representaban el 50,84%, el 53,32% y el 51,75%, respectivamente. Sin embargo, en el 2021 se notó un cambio drástico y el porcentaje de hombres bajó a un 39,53% frente a un 60,47% de mujeres empleadas en esas actividades.

El estudio plantea que “el aumento en el porcentaje de mujeres empleadas en el sector podría responder a diversas causas, entre ellas que hay una enorme precarización del trabajo turístico en la región”, y posiblemente se replique en otras zonas costeras.

Estos factores hacen que más mujeres sean requeridas en labores relacionadas con limpieza y otras funciones de menor remuneración, una tendencia bastante común en regiones altamente dependientes del turismo de enclave internacional.

“A pesar del discurso triunfalista de que el empleo en el turismo se ha recuperado mucho después de la pandemia, en números brutos es verdad, pero no se habla de la calidad de ese empleo, ni de cómo es capaz de sacar a la gente de la pobreza”, analizó Barboza.

Ana (nombre ficticio para guardar confidencialidad) trabaja en la zona Caribe del país y aseguró a UNIVERSIDAD que muchas mujeres son contratadas por hoteles o empresas turísticas y en ocasiones ni siquiera les pagan el seguro social, se rigen por temporadas y cierran por meses sin hacerles el pago correspondiente, además que deben afrontar muchas situaciones de acoso sexual y laboral.

Y para rematar, el proyecto de ley que establecería legalmente las jornadas de 12 horas incluyó al sector turístico, lo que dejaría a este grupo, ya golpeado por la crisis, con saldos negativos en materia laboral.

Jornada ampliada, menos derechos

La jornada de 12 horas laborales durante cuatro días semanales no contempla el tiempo de cuido de menores o adultos mayores, una labor que históricamente ha sido recargada a las mujeres, además, desaparecería la opción de realizar horas extra para ganar un ingreso adicional para las familias que lo necesitan y es muy probable que los tres días de descanso se destinen a otro trabajo, favoreciendo aún más a la precarización laboral y la informalidad.

En este sentido, Ana explicó que en los colectivos de mujeres en los que participan han venido discutiendo el impacto de este proyecto de ley y les preocupa mucho las condiciones laborales que les impondrá.

“Yo no tengo hijos, tuve la oportunidad de salir de mi comunidad para estudiar, pero tengo conocidas que estudian y trabajan, tienen esposo, hijos y un hogar que atender, el agotamiento es tanto que sienten que les han caído décadas encima. Con esta jornada habrá muchas mujeres del sector turístico en desventaja, no todo el mundo tiene las condiciones para trabajar 12 horas seguidas, aquí el transporte público es muy escaso, y además que no recibirán remuneración por horas extra, expondrán su seguridad usando transportes informales, ¿qué pasará con sus familias?”, analizó esta lideresa comunal.

Contó Ana que, actualmente, cuando se pone una denuncia contra una empresa y se logra que el Ministerio de Trabajo haga una inspección, los dueños envían a las cocineras o empleadas de hoteles para la casa con el día libre, de manera que no estén el día que los visitan.

“Además, qué pasará con la salud física y mental, sobre todo en comunidades como Talamanca donde el machismo está tan metido, las mujeres tienen que salir a trabajar, no tienen quién les ayude con los hijos o con las responsabilidades de la casa y los buses pasan tres veces al día. Cómo harán para llegar a sus hogares luego de jornadas de 12 horas”, añadió.

Por su parte, Esmeralda, quien vive en Nicoya y trabaja en Tamarindo, es otra joven que trabaja en el sector turístico y está convencida de que, de aprobarse este proyecto de ley, la situación laboral para las mujeres del sector sería sumamente desgastante.

“Mi horario laboral es de 8 horas y las veces que me ha tocado trabajar 12 es realmente difícil, una se desgasta muchísimo, física y psicológicamente, porque se trabaja de 6 a 6, llego tarde a mi casa a dormir y al otro entro de nuevo a las 6. Para quienes tienen responsabilidades en la casa, cuido de hijos, mascotas y tareas del hogar, trabajar 12 horas y ganar lo mismo, sin extras, que en muchos casos son una salvación para los imprevistos —actualmente mucha gente depende de las horas extra—. De qué les serviría 3 días libres si tiene su salud mental deteriorada, además el estrés genera que la gente no pueda dormir”, comentó Esmeralda.



 

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