La mesa de diálogo multisectorial del año pasado dejó de manifiesto una de las posiciones en las que el Poder Ejecutivo y el sector empresarial se unieron: las empresas de zonas francas son intocables.
Esta postura quedó clara cuando diversas propuestas para gravar a las compañías en este régimen fueron desechadas sin discutirse, incluyendo una que proponía un aporte solidario.
La idea surgió de la agrupación Mujeres en Acción, quienes plantearon la posibilidad de solicitar a las empresas del Régimen de Zonas Francas (RZF) una contribución voluntaria solidaria, durante 1 año, del 1% sobre su renta neta. Ana Rosa Ruiz, economista del Instituto Tecnológico e integrante del grupo, explicó que el gravamen fue pensado solo para aquellas empresas cuya renta neta fuera igual o mayor a los $500 millones anuales (o su equivalente en colones).
“Estamos claros en que en esta pandemia hay sectores muy afectados; pero hay sectores productivos que han ganado; entonces, desde esa lógica, desde aquellos que están ganando, es que consideramos que se debe aumentar la recaudación.
Es en forma temporal, porque en estos momentos estamos ante una gravedad, una pandemia, y consideramos que todos los sectores debemos ser solidarios”, dijo. Según el Ministerio de Hacienda —aclarando que debía afinarse la estimación—, por cada punto porcentual exonerado de impuesto de la renta se recaudarían ¢12 mil millones, es decir, un 0,036% del producto interno bruto (PIB).
“Mucho de lo que hemos propuesto y planteado es que sean impuestos sobre aquellos ingresos altos; no solamente del sector público, sino del privado.
Bajo la misma dinámica es que planteamos que sectores productivos que están recibiendo exoneraciones, apoyos gubernamentales, pero que además han ganado en esta pandemia, aporten y, como bien dice la propuesta, en forma temporal”, afirmó Ruiz. Ante la oposición del empresariado que participaba de la mesa, el Ejecutivo decidió no discutir la propuesta.
Sin embargo, momentos después sometió a discusión y apoyó la posibilidad de venta de la cartera de créditos de la Comisión Nacional de Préstamos para Educación (Conape), a pesar de la posición en contra de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE).
“El Gobierno está focalizado en cargar la crisis a la parte trabajadora, sin tocar los grandes capitales. Eso ha sido un tema que el presidente nunca ha querido tratar, a pesar de que las estimaciones de los beneficios que poseen frente al aporte que están haciendo al país realmente es lamentable.
En Ana Rosa Ruiz, economista del Ins – tituto Tecnológico e integrante de Mujeres en Acción. (Foto: Cortesía). el Ejecutivo nunca han querido atender esa desigualdad y quieren salir adelante a costa únicamente de la clase trabajadora”, expresó la economista.
El representante de las zonas francas en la mesa de diálogo, Ronald Lachner, calificó en aquel momento de “frustrante” que los sectores sociales pidieran tributos para un régimen al que considera “la gallina de los huevos de oro del país” y aseguró que “no podemos darnos el lujo de ni hablar de esto, porque se ahuyenta la inversión”.
Para Ruiz, este tipo de declaraciones representan una “campaña de miedo”, para evitar a toda costa que se discuta la necesidad de que las empresas de este sector aporten fiscalmente.
“No estamos haciendo una propuesta de desmantelación, es un aporte solidario que es lo mínimo que deberían dar ante una pandemia; en ningún momento la propuesta pretende rectificar beneficios o cambiar los incentivos, es simplemente solicitar, por única vez, un aporte de las empresas que están ganando.
Con eso no se va a hacer que las empresas salgan del país”, aseguró.
Datos a noviembre 2020
El sector de los dispositivos médicos nunca dejó de crecer en medio de la crisis
Según cifras de Procomer, las empresas de la rama exportaron $185 millones más que durante el 2019.
Oscar Ugarte Jiménez
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El sector de dispositivos médicos mantuvo su crecimiento durante el 2020, pese a la crisis económica provocada por el COVID-19.
Según datos de la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer), hasta noviembre del año anterior las empresas de esta rama habían exportado $3.542 millones en productos, un aumento de $185 millones (+6%) en comparación con el 2019.
Los productos del sector también fueron los de mayor crecimiento durante el 2020.
De forma combinada, en dispositivos de uso médico y sus accesorios se exportaron $212 millones más que en el 2019, $27 millones más que las suma de los restantes seis bienes con más salidas.
De esta forma, los dispositivos médicos equivalen al 33% de las exportaciones totales del país durante el 2020, gracias al incremento en salidas de productos señalados por Procomer como “otros dispositivos médicos”, con $240 millones adicionales; accesorios para dispositivos médicos, con $39 millones más (un crecimiento de más del 200% en comparación con el último año); y aparatos para electrodiagnóstico, que exportó $38 millones adicionales.
Por el contrario, las prótesis de uso médico, agujas y catéteres, y lentes de contacto vieron disminuidas sus salidas en el último año, con un decrecimiento de $89 millones, $41 millones y $27 millones respectivamente.
La región a la que más se exportó fue a América del Norte, con $2.434 millones, seguida de América Central, con $8.973 millones. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el término “dispositivo médico” hace referencia a cualquier instrumento, aparato, implemento, máquina, implante, reactivo para uso in vitro, software, material u otro artículo similar, utilizado en la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades, así como en la rehabilitación del paciente.
Sector en zonas francas
Las zonas francas han probado ser beneficiosas para el sector de dispositivos médicos, ya que según los datos de Procomer a octubre de 2020, desde este régimen se había logrado exportar $3.590 millones.
Estas condiciones dieron pie a que más empresas de “ciencias de la vida”, como la denomina la Agencia de Promoción de Inversiones de Costa Rica, decidieran establecerse en el país o aumentar sus puestos de empleo.
Tal es el caso de la empresa estadounidense- japonesa MicroVention- Terumo, la que expandirá sus operaciones con la construcción de una tercera planta en la Zona Franca Coyol de Alajuela.
En esta misma zona se establecerá Nevro Corp, con una planta de fabricación de más de tres mil metros cuadrados, con una inversión de aproximadamente $21 millones entre 2020 y 2023. La Zona Franca El Coyol, además de Flexipark, El Cafetal, Zona Franca La Lima en Cartago y Global Dos aparece destacada por el sitio web de la empresa familiar Garnier & Garnier, del ministro de Enlace con el Sector Privado, André Garnier, como parte de sus proyectos inmobiliarios.
Junto a estas corporaciones, la multinacional AstraZeneca también inauguró su nueva sede en Roble Corporate Center, Escazú, en la que se invirtieron $8 millones. Además, anunció que se abrirán 60 puestos en 2021.
A su vez, la compañía Admedes ubicará en Cartago su tercera sede global, con la intención de contratar a 150 colaboradores e invertir más de $4 millones en su primera etapa, mientras que la multinacional Smile- DirectClub inició el proceso de contratación de 200 personas para los nuevos puestos que abrirán de forma remota.
“Las exportaciones de tecnología médica alcanzan los $3,7 mil millones y se espera que crezca un 17% anual hasta llegar a $5 mil millones en 2021”, señaló Cinde en su sitio web.