País

Posible candidatura de Chinchilla para presidir el BID pone a Chaves a “meditar mucho”

La expresidenta ha sido crítica del mandatario y él le ha respondido también, pero el respaldo de figuras internacionales para ella harían posible que otros gobiernos la postulen. Ambos tienen reunión este viernes.

Una brasa en cayó en las manos del presidente Rodrigo Chaves ante la posibilidad de postular o rechazar a la expresidenta Laura Chinchilla para presidir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), una suerte de adversaria política del mandatario favorecida por una buena imagen internacional que le abre las puertas para llegar al organismo internacional.

Chaves, a quien Chinchilla ha criticado en varias ocasiones, tiene que decidir si su gobierno hará lo convencional: postular a la aspirante de la propia nacionalidad o evitar hacerlo sabiendo que buena parte de la comunidad internacional está mirando una posición que podría parecer represalia política, y sabiendo también que otro gobierno podría postularla e igualmente llevarla a la presidencia del BID.

Por eso la respuesta cuidadosa que dio Chaves este miércoles en conferencia de prensa, aunque no libre de señales que muestran su poco entusiasmo con esa postulación. “Lo tengo que meditar mucho y francamente no estoy seguro que lo vayamos a hacer”, dijo con gesto serio, después de que diarios internacionales y medios especializados de la política en Estados Unidos han mencionado a Chinchilla como una opción fuerte. Ella no da hecho pública ni una palabra sobre su disposición o interés en volver a ser candidata para presidir la organización basada en Washington.

Chinchilla fue candidata en 2020 para ese mismo cargo, pero obtuvo más votos el postulado por el gobierno de Donald Trump, Mauricio Claver-Carone, destituido la semana pasada por favores indebidos que concedió a una subordinada suya en el Banco, con quien mantenía una relación de pareja. Por eso la apertura de nuevas opciones y las miradas puestas en Chinchilla, cercana a figuras influyentes en el continente.

El problema para Chinchilla es que ya no está el presidente Carlos Alvarado, quien la promovió en 2020, sino Rodrigo Chaves, el blanco de críticas que ella ha dirigido en la campaña, cuando dijo que “ha sido más que evidente el desprecio de algunos de los que quieren dirigir este país por la mujer, porque la han irrespetado y han sido sancionados por eso”, dijo en enero en alusión a los casos de acoso sexual que enfrentó Chaves en el Banco Mundial).

Como si no bastara con haber sido un rostro del Partido Liberación Nacional (PLN) contra el que Chaves ha dirigido sus baterías al achacarle muchos de los problemas del país, en junio Chinchilla señaló como una amenaza a la libertad de prensa el cierre ordenado sobre el Parque Viva ligado al diario La Nación, lo que provocó un cruce de palabras indirectas pero muy claras con el mandatario.  Después, en agosto, la expresidenta calificó como “claudicación”, el apoyo que dio Chaves al candidato propuesto por el gobierno de Daniel Ortega para la secretaría general del Sistema de Integración Centroamericana (SICA). 

Nada parecía acercarlos hasta este mes de septiembre. En el contexto de la Asamblea General de Naciones Unidas, cuando cunden los contactos políticos y diplomáticos formales e informales, viéndose inevitable la salida de Claver-Carone, el nombre de Laura Chinchilla empezó a cobrar vigencia para sustituirlo. 

Después vinieron las publicaciones periodísticas con el criterio de personalidades internacionales y analistas, más el vaivén de consultas discretas, hasta que resultó inevitable la mención pública y ahora la conversación tiene día y fecha: Chinchilla y Chaves se reunirán este viernes por la tarde, según dijo el mandatario en la conferencia de prensa, tras afirmar que fue ella quien pidió la cita, que el canciller Arnoldo André no ha comprometido respaldo alguno y que no es algo que lo motive: “lo veo con reserva”.

Sin embargo, el mandatario también dijo una frase que podría dejar abierta la puerta para un apoyo: “haremos lo que sea mejor para beneficiar al país, no para beneficiar a una persona y, en ese contexto, haré la evaluación”. Ese beneficio para el país es plausible al colocar a una figura suya al frente de un organismo que es fuente importante de financiamientos para los países en desarrollo. Eso podría interesarle al Presidente, aún tratándose de una adversaria en el plano local, él que además está familiarizado con el mundo de los organismos internacionales, donde trabajó por más de 25 años.

De inmediato, este miércoles, empezaron a brotar en redes sociales mensajes de apoyo para Chinchilla de parte de figuras del PLN (partido al que ella renunció en agosto) como Rodrigo Arias, presidente del Congreso, el excandidato Figueres (“ocupar posiciones de prestigio internacional nos conviene, más si son instituciones financieras. El Gobierno debería estar ‘volcado’ en conseguir los votos de otros países a su favor”), pero también desde fuera de la agrupación.

También se evidenciaron en redes sociales simpatizantes de Chaves disconformes con la posibilidad de que se favorezca a una figura que representa en la política mucho de eso con lo que ha prometido luchar el Presidente, que ha formado una imagen favorable en meses recientes asociada a tácticas propias de campaña electoral. 

En todo caso, la respuesta calculada de Chaves de este miércoles tardó poco en llegar a medios internacionales, como confirmación de una objeción que ya se advertía y que podría movilizar a otros actores diplomáticos fuera de Costa Rica, sabiendo que otros nombres también están en la palestra.

Por eso pesa un elemento que recordó este martes el analista político en Washington Daniel F. Runde, en un artículo en el medio The Hill, un medio especializado en política: “La Carta de la BID no excluye la posibilidad de que los gobernadores puedan presentar candidatos de cualquier nacionalidad, y puede haber otros países que estarían dispuestos a proponer a Chinchilla”.

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