A pesar de que el pago de los intereses de la deuda pública siguen creciendo -ascendieron a ¢697.495 millones (1,84% del Producto Interno Bruto, PIB), la cifra más alta de los últimos 15 años-, también el déficit financiero acumulado hasta abril fue el más bajo de los últimos seis años -¢466.073 millones equivalentes a 1,23% del PIB-, reportó el Ministerio de Hacienda, al dar a conocer esta mañana los resultados fiscales al cierre del mes de abril del presente.
Además, el superávit acumulado al primer cuatrimestre asciende a ¢231.422 millones (0,61% del PIB), el cual es el segundo mejor resultado de los últimos 15 años.
Estos resultados obedecen a una mejor recaudación, que se refleja en una disminución de las necesidades de financiamiento, el mejor control del gasto y una gestión en la colocación de la deuda que busca disminuir la tasa de interés que el gobierno paga por los bonos, se explicó en un comunicado de prensa.
El Ministerio recordó que, desde enero del 2021, las cifras fiscales incorporan el efecto de aplicar la Ley 9524 de “Fortalecimiento del control presupuestario de los órganos desconcentrados del Gobierno Central”, la cual establece la incorporación de los presupuestos de los Órganos Desconcentrados (ODs) al presupuesto nacional.
“Por tanto, las tasas de variación durante el presente ejercicio económico 2021 respecto al ejercicio económico 2020, estarán influenciadas por los ingresos y gastos que resultan de la incorporación de los ODs al presupuesto nacional”, dijo la entidad.
Según el comunicado, a la luz de los resultados el ministro de Hacienda, Elian Villegas reiteró que continuarán “realizando las labores que aseguren el cumplimiento de los compromisos asumidos con el FMI. Requerimos, con todo respeto, que la Asamblea Legislativa apoye ese esfuerzo, complementado con las respectivas aprobaciones de los proyectos de ley que permitirán asegurar de manera más fiable el proceso de consolidación fiscal iniciado meses atrás.”
LOS INGRESOS
Hasta abril pasado los ingresos totales fueron de ¢2.194.139 millones (5,80% del PIB), un 31,16% mayores con respecto al mismo periodo del año pasado, para un aumento de ¢521.226 millones (1,44% del PIB).
En comparación con abril del año pasado, estos ingresos sumaron ¢1.856.543 millones (4,90% del PIB), lo cual indica un aumento del 19,10% o ¢297.750 millones (0,83% del PIB), que es también la cifra más alta de los últimos 15 años.
Desagregado por partidas, estos resultados se reparten del siguiente modo:
Hasta abril se recaudaron ¢750.051 millones (1,98% del PIB), por Impuesto sobre la Renta, lo cual significa ¢148.786 millones (0,41% del PIB) más que en el mismo periodo del año pasado.
Esto, a su vez, se subdivide en los siguientes impuestos: por ingresos y utilidades de personas físicas, un total de ¢226.041 millones (0,60% del PIB), para un crecimiento de 12,70%; impuestos a los salarios, jubilaciones, pensiones y otros pagos laborales del sector público y privado, ¢189.716 millones; ingresos y utilidades de personas físicas, ¢30.303 millones.
Por las rentas de capital mobiliario e inmobiliario a personas físicas, ¢5.031 millones; ganancias y pérdidas de capital de personas físicas por ¢991 millones.
En cuanto a los ingresos y utilidades de las personas jurídicas, se recaudaron por ¢460.053 millones (1,22% del PIB), un aumento de 38,30%; ingresos y utilidades de las personas jurídicas del sector público, ¢47.593 millones; ingresos y utilidades de las personas jurídicas del sector privado, ¢310.536 millones.
Por las rentas de capital mobiliario e inmobiliario de las personas jurídicas del sector público, ¢35.581 millones; de las personas jurídicas del sector privado, ¢62.419 millones; ganancias y pérdidas de capital de personas jurídicas del sector público, ¢7 millones; ganancias y pérdidas de capital de personas jurídicas del sector privado por ¢3.644 millones.
Por ingresos y utilidades artículo 46 de la Ley 8488 de la Comisión Nacional de Emergencias,¢272 millones.
Por otro lado, la recaudación por el IVA creció 18,50% con respecto a abril del 2020 (un 1,73% del PIB o ¢653.261 millones); el impuesto selectivo de consumo, ¢63.571 millones (0,17% del PIB), un aumento del 20,51%; el impuesto a la propiedad creció 40,67% (¢60.363 millones o 0,16% del PIB); el impuesto sobre importaciones sumó ¢54.394 millones (0,14% del PIB),para un crecimiento del 31,64%.
Además, debido a la incorporación del FODESAF al Presupuesto Nacional del 2021, se registró un aumento de los ingresos por contribuciones sociales de ¢128.917 millones (0,36% del PIB) lo cual generó una tasa de variación extraordinaria de 519,42%.
A su vez -explicó Hacienda- los ingresos no tributarios crecieron un 128,35% o de ¢33.470 millones (0,09% del PIB), de los cuales ¢14.142 millones correspondientes a otros servicios financieros y de seguros del Consejo de Seguridad Vial (COSEVI), ¢4.601 millones referente a multas de tránsito, ¢3.787 millones del canon del Consejo de Transporte Público (CTP), ¢2.235 millones de venta de servicios del Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA), ¢1.549 millones de venta de servicios registrales del Registro Nacional y ¢1.601 millones de venta de servicios del Sistema Fitosanitario del Estado (SFE). Lo anterior es un efecto de la incorporación de los ODs al presupuesto.
También entre marzo y abril del 2021 ingresaron ¢13.668 millones (0,04% del PIB) por concepto del 25% de las utilidades del INS, según la Ley No 8653, los cuales forman parte de los ingresos no tributarios del Gobierno Central.
Los ingresos por transferencias corrientes registraron un crecimiento de 86,29% como consecuencia de la incorporación en marzo de los ingresos por superávit de la Ley 9925 (Adición Transitorio III y IV a la Ley 9371) por ¢106.915 millones (0,29% del PIB), con el fin de destinarlos al pago del servicio de la deuda (amortización e intereses).
Además ingresaron al fisco ¢6.535 millones en ingresos de capital, producto de la transferencia de capital del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).
LOS GASTOS
El gasto total del Gobierno Central fue de ¢2.660.211 millones, equivalente a 7,03% del PIB, lo cual implicó un crecimiento de 8,17% con respecto al año pasado (¢2.459.265 millones, equivalente a 6,82% del PIB).
Lo anterior también se explica por la incorporación en el presente ejercicio económico de los egresos de 51(ODs) al Presupuesto Nacional.
El aumento en el gasto total por ¢200.946 millones (0,56% del PIB) se debió al mayor pago de intereses (¢80.108 millones más) y del gasto de capital (¢48.949 millones más), en total un 64,22% más.
El gasto total sin intereses creció 6,56%, que también se explica por el efecto de la incorporación de los ODs al Presupuesto.
El gasto corriente aumentó en 6,29% debido al aumento de los intereses (12,98%), las remuneraciones (5,51% que incluye remuneraciones de los ODs), así como de bienes y servicios (48,23% que incorpora adquisiciones de los ODs).
A su vez, el pago de intereses registró un monto de ¢697.495 millones (1,84% del PIB), el más alto de los últimos 15 años y el 82,58% correspondió al servicio de la deuda interna (¢575.981 millones, equivalente a 1,52% del PIB).
El gasto corriente sin intereses cerró en ¢1.805.503 millones, para un aumento del 3,91%., mientras que las transferencias corrientes presentaron una caída del 0,43%, pues pasaron de ¢816.357 millones (2,26% del PIB) en el 2020 a ¢812.866 millones (2,15% del PIB) en el 2021, debido a un decrecimiento de las transferencias al sector público de 3,33%.
Del total transferido al sector privado (¢290.176 millones, equivalente a 0,77% del PIB) el 87,71% correspondió al pago de pensiones con cargo al Presupuesto Nacional e indemnizaciones.
Del total transferido al sector público -¢519.975 millones, equivalentes a 1,37% del PIB- las siguientes transferencias explican el 89,35% del monto: FEES: ¢188.505 millones (0,50% del PIB); CCSS: ¢116.837 millones (0,31% del PIB); Juntas de Educación: ¢68.176 millones (0,18% del PIB); IMAS: ¢69.558 millones (0,18% del PIB); y PANI: ¢21.527 millones (0,06% del PIB), mientras que las transferencias al sector externo crecieron en 31,71%.
El gasto de capital alcanzó la segunda cifra más alta de los últimos 15 años, con ¢153.312 millones, para un crecimiento de 46,90% en comparación con el mismo periodo del 2020 (¢104.364 millones).
Además, el gasto de los ODs para el primer cuatrimestre de 2021 representó un 0,75% del PIB, es decir, ¢282.050 millones, de la siguiente manera:
Se registró un superávit primario del 0,61% del PIB (¢231.422 millones), como resultado de que los ingresos totales (¢2.194.139 millones, equivalente a 5,80% del PIB) fueron mayores a los gastos totales sin intereses (¢1.962.716 millones, equivalente a 5,19% del PIB).
“Dicho resultado contrasta con lo observado en los últimos 11 años, en los cuales se registró un déficit primario a abril de cada año; adicionalmente lo posiciona como el segundo mayor superávit primario de los últimos 15 años en términos nominales”, dice el comunicado.
Y añade que “el resultado alcanzado al primer cuatrimestre del 2021, reafirma el compromiso del Poder Ejecutivo con la responsabilidad fiscal y con alcanzar las metas pactadas en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Para julio, el objetivo pactado fue que el déficit primario y la deuda no sobrepasarán los ¢390.000 millones y ¢26.625.000 millones, respectivamente”.
BALANCE FINANCIERO
El déficit financiero fue de ¢466.073 millones (1,23% del PIB), una mejora de ¢320.280 millones (0,89% del PIB) con respecto al registrado en el 2020 (¢786.352 millones, 2,18% del PIB). Además, es el más bajo de los últimos seis años en términos nominales.
La deuda del Gobierno Central ascendió a ¢25.659.741 millones (67,8% del PIB) o $41.733 millones. El 76,99% de ese monto corresponde a deuda interna y el 23,01% a deuda externa.
En cuanto a la gestión de la deuda, Hacienda explica que debido a “las propuestas de ajuste fiscal planteadas por el gobierno de la República, así como con la aprobación por parte de la Dirección Ejecutiva del Fondo Monetario Internacional (FMI) del acuerdo con Costa Rica y el anuncio de un balance primario positivo”, se registró una disminución de más de 300 puntos base, en los rendimientos de la deuda, lo cual “se ha traducido en que las nuevas colocaciones de deuda en mercado interno se pacten a menores rendimientos”.
