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¿Por qué empresas millonarias reportan cero ganancias en Hacienda? Algunas dan explicaciones

Algunas de las firmas mencionadas en la lista de Hacienda argumentan que son "holdings" o que hacen inversiones a largo plazo, pero otras allí mencionadas no se han manifestado aún o dejan preguntas pendientes.

La publicación de la lista de “grandes contribuyentes” que han declarado cero ganancias ante el Ministerio de Hacienda provocó que muchas de las empresas mencionadas corrieran a publicar sus explicaciones, porque ese listado no es necesariamente una enumeración de evasores fiscales, como advirtió desde un principio la ministra Rocío Aguilar.

Aunque no todas las compañías lo han hecho y no todas las explicaciones despejan las dudas, los argumentos se centran en tres motivos:

efectivamente una sociedad puede tener pérdidas durante un año o dos y seguir existiendo

algunas están en una fase larga de inversión y aún no reciben utilidades

otras sociedades no tienen como función generar rentas, sino que son solo poseedoras de otras firmas subsidiarias que sí pagan impuestos (y muchos, en ciertos casos).

Y luego está el cuarto motivo por el que una empresa podría aparecer en la lista de quienes reportan al fisco “cero ganancias” y, desde luego, ninguna lo ha manifestado: malabares contables para evitar pagar los impuestos correspondientes, como había alertado la Contraloría General de la República tiempo atrás.

Las “holdings”

El principal argumento dado hasta ahora es el de las empresas “holdings”, que son sociedades anónimas poseedoras de las acciones de otras sociedades encargadas de las operaciones de los negocios. Es lo que han argumentado sobre todo las empresas bancarias mencionadas en el listado, pues hay una sociedad para cada área de servicio financiero y una sociedad superior agrupa a todas.

Es lo que publicó la Asociación Bancaria Costarricense (ABC), que representa a varias compañías del sector: “Según la Ley Orgánica del Banco Central de Costa Rica, artículo 142, la sociedad controladora de los grupos financieros, a los cuales pertenecen los bancos, tiene como único objeto adquirir y administrar las acciones de las sociedades integrantes del grupo, por lo tanto las empresas controladoras no venden ni prestan servicios, y en consecuencia no realizan actividad económica; quienes sí realizan la actividad son las subsidiarias  y por lo tanto son las obligadas a pagar los impuestos correspondientes”.

La ABC informó de que el sector financiero y de seguros pagó c120.023 millones de impuesto de renta en el 2017, o cual representó un 17,4% por ciento del total del impuesto recaudado entre las personas jurídicas, aunque  representa solo el 6,7% del PIB del país.

La explicación de “holding” también es el argumento de una de las empresas referentes del sector privado en el país: Florida Ice and Farm (FIFCO), dueña de la Cervecería Costa Rica y otros negocios.

FIFCO cuenta con dos tipos de empresas dentro de su estructura corporativa, las operativas y las tenedoras de acciones, que “no realizan actividades económicas ni generan rentas gravables.  O sea, reciben pagos de sus subsidiarias operativas que ya pagaron todos los impuestos”, los cuales equivalen a $414 millones en los últimos 10 años, según el comunicado.

Expertos independientes consultados explicaron que las empresas “holding” no son una categoría específica, sino que se les cataloga así según su función. Es decir, una misma sociedad puede ser solo “holding” en un año y en el siguiente tener una operación comercial, o viceversa. Eso podría explicar algunos de los casos de compañías de ese tipo que declararon “cero utilidades” en un año y en el siguiente si declararon ingresos. También es posible que generaran rentas por la venta de acciones, señalaron especialistas del sector empresarial.

La inyección de inversiones

En otros casos, la declaración de “cero utilidades” puede deberse a compañías que está en una fase fuerte de inversión, que es lo que responde Telefónica de Costa Rica, dueña de la marca Movistar.

“El periodo indicado por el Ministerio de Hacienda coincide justamente con el inicio de operaciones en el país, periodo durante el cual hemos hecho importantes inversiones para construir y ampliar una red con tecnología de punta y alcance nacional. La recuperación de estas inversiones es a largo plazo y por lo tanto, es absolutamente normal que la operación sea deficitaria en sus primeros años; esta es una situación típica en el sector de telecomunicaciones en cualquier parte del mundo”, contestó la empresa de origen español.

Consultada después de su comunicado, sus voceros dijeron que “la empresa prevé que en los próximos períodos esta situación sea distinta gracias a la progresiva recuperación de las inversiones”.

Similar razonamiento dio la empresa Claro, propiedad del grupo mexicano América Móvil: “por las características de la industria de telecomunicaciones, se requiere de inversiones de capital intensivas y muy importantes durante los primeros años, lo que implica que no se generan utilidades durante varios de ellos; sin embargo, en el mediano y largo plazo generaremos utilidades que permitan seguir aportando a las finanzas públicas”.

Algo semejante explicó Aeris Holding Costa Rica, firma que tiene la concesión y administra el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría: “los proyectos de inversión en infraestructura típicamente no reportan utilidades en sus años iniciales, debido a los altos niveles de financiamiento requerido, a los costos que estos generan, a los elevados gastos de pre-inversión y a las altas inversiones iniciales cuya amortización genera un gasto corriente significativo que se compensan en los años finales del contrato o proyecto”

En Grupo Nación, que controla los periódicos La Nación, La Teja y el semanario El Financiero, su director general, Pedro Abreu. “Los resultados negativos se dieron en dos años específicos por una transformación y diversificación del negocio. En el 2014 fue por la inversión de $44 millones en Parque Viva y la Escuela Sabores”, se lee en una noticia del principal producto de esa empresa, el diario La Nación.

Y agrega: “también en ese mismo año, lo mismo que en el 2015, ocurrió una reducción en los ingresos de la empresa y el cierre de productos los cuales generaron egresos adicionales por el pago de las liquidaciones de colaboradores”.

Desde el martes, en la víspera de dar a conocer la lista solicitada mediante la Sala Constitucional por un grupo ciudadano llamado Territorio Seguro, la ministra Rocío Aguilar advirtió que el contenido es sujeto a examen caso por caso, pues puede mezclar evasores, elusores (evitar pagar impuestos por vías legales) y empresas que tienen razones legítimas.

Otra compañía que reaccionó fue la universidad privada U Latina, que reportó cero ganancias en los períodos 2014, 2015, 2016, 2017 y no dijo en su comunicado inicial por qué declaró de esa manera.

“Durante el período que corresponde al 2014-2017, hemos pagado a la Dirección General de Tributación un monto aproximado de c4,605 millones, por concepto de impuestos sobre la renta”, aseguró en el documento. También le enviamos preguntas adicionales y al final de este jueves indicaron que “la Universidad Latina reinvierte gran parte de sus ingresos” y mencionó ocho proyectos de infraestructura, acreditación de carreras y “fortalecimiento del cuerpo docente”.

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