País Fondos dolarizados

Popular Pensiones, BAC y BN Vital dispararon ROP en el extranjero en 2021 bajo el ojo de la SUPEN

31% del ROP está en el extranjero. De los ₡3 billones expuestos a inciertos cambios del mercado global, ₡1,8 billones se invirtieron en Estados Unidos.

En el 2021 las operadoras del Popular, BAC y BN Vital duplicaron, triplicaron y quintuplicaron, respectivamente, la dolarización de los fondos del Régimen Obligatorio de Pensiones (ROP) afuera del país. Este incremento coincidió con una breve recuperación económica de la pandemia y con un exponencial crecimiento de los fondos del ROP.

Entre mayo del 2020 y mayo del 2022, el ROP incrementó en ₡3 billones su activo invertido: pasó de ₡6,5 a ₡9,5 billones. Esa misma billonaria diferencia es la que, ahora, está invertida en el extranjero y representa un 31% de todas las pensiones complementarias de los y las trabajadoras. La mayoría de esas inversiones están en Estados Unidos, país al riesgo de una recesión (62,97% de las compras en el extranjero, ₡1,8 billones).

A la fecha, solo las operadoras del Magisterio Nacional, Vida Plena y la del Banco de Costa Rica (BCR) mantienen proporciones pequeñas en el extranjero (alrededor del 15% de lo que administran).  El resto —con Popular, BAC y BN Vital a la cabeza— superan con creces el antiguo tope de inversión del 25%, como puede verse en los gráficos que acompañan este reportaje.

 

Según datos públicos de la Superintendencia de Pensiones (SUPEN), el brinco ocurrió entre tres cambios normativos, que permitieron a las operadoras multiplicar su ROP y, también, excederse de ese 25% sin necesitar una autorización de los entes reguladores para hacerlo.

“Ni la Ley de Protección al Trabajador, ni el Reglamento de Gestión de Activos establecen límites por moneda, pudiendo los fondos invertir el 100% del activo del fondo en valores nominados en monedas distintas al Colón”, acta de Conassif del 2 de mayo del 2022.

La inversión extranjera es una solución para contrarrestar las inversiones en bonos del Gobierno (“diversificar” el portafolio frente las grandes emisiones del Ministerio de Hacienda), y para aumentar la rentabilidad del dinero en mercados más grandes que se pueden beneficiar de la devaluación del colón.

Una solución que también responde a la gran necesidad de colocación de las operadoras, dado que administran cantidades enormes de dinero (los billones del ROP representan un 23,87% del Producto Interno Bruto o PIB del 2021).

En su Informe de Coyuntura y Supervisión a marzo del 2022, obtenido desde su sitio web por este Semanario, la SUPEN justificó los tres factores del incremento de títulos internacionales a: “1) limitada oferta en el mercado local, por lo que las entidades han aumentado sus inversiones en mercados internacionales; 2) el rendimiento en el mercado internacional de instrumentos de renta variable, como los ETF (siglas en inglés del fondo de inversión cotizado, un tipo de acciones que cobran valor según los mismos índices de los mercados que resultaron perdidosos en estos últimos meses) presentes en los portafolios de los fondos de pensiones nacionales, fueron superiores a los del mercado local (…);  3) el efecto de la devaluación del colón respecto al dólar, a razón de 6,76% anual desde 2020 a marzo de 2022”.

Hace seis meses, en el mismo informe, la SUPEN conocía que, por el COVID-19, “el mercado financiero en las principales plazas foráneas mostraba un desempeño hacia la baja”, pero celebraba que en “el ROP, la curva de rendimiento a diez años sigue su camino alcista, aunque en el tercer trimestre es evidente la desaceleración del crecimiento vía rendimiento”.

“Desde que se anunció la recuperación de la economía de los Estados Unidos del 2021 y se dio una inflación, una aceleración, se advirtió en varios momentos que la Reserva Federal de los Estados Unidos iba a corregir su tasa de interés. Las acciones y los fondos de inversión son una alternativa cuando las tasas de interés son bajas, pero cuando son más altas, bajan su valor. La Reserva Federal está subiendo ahorita cada 15 días la tasa de interés y lo va a continuar haciendo mientras no se disminuya la inflación”, explicó el economista e investigador de la Universidad Nacional (UNA) Leiner Vargas, sobre los riesgos a los que se expone el ROP internacionalizado.

Ninguna de las estadísticas públicas de la SUPEN o los informes que emiten las operadoras para sus afiliados incluyen información de cómo han rendido ganancia las inversiones del ROP en menos de tres años. Ni siquiera durante esta crisis reciente.

“Las inversiones de los fondos de pensiones están diseñadas para obtener una rentabilidad en el largo plazo y que puedan contribuir con una tasa de reemplazo. No es para que todos los días la gente vea qué pasó y todos los días se pase (de operadora), porque materializarían la pérdida”, explicó Aguilar durante una entrevista con UNIVERSIDAD, realizada el 7 de junio.

Para esta fecha, según se constató en el último Informe de Coyuntura y Supervisión, la SUPEN reconoció internamente el perdidoso primer trimestre que tuvieron los fondos en dólares, especialmente el del Popular.

Asimismo, el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) había enviado a consulta una modificación reglamentaria para que las operadoras resguarden los fondos dolarizados con multimillonarios seguros de riesgo cambiario.

Para ampliar sobre estos temas, puede leer las otras notas que acompañan este artículo.

Cambios normativos que dolarizaron al ROP

Hasta mediados del 2019, las entidades podían invertir más del 25% de su activo del ROP en “valores de emisiones extranjeras que se negocien en mercados de valores organizados en el territorio nacional o el extranjero” siempre y cuando “el rendimiento real de las inversiones del régimen de pensiones complementarias en valores nacionales” fuera “igual o menor que los rendimientos internacionales” y Conassif autorizara ampliar el límite, según se lee a la fecha en el artículo 62 de la Ley de Protección al Trabajador (No. 7983), que legisla sobre las pensiones.

No obstante, en sesión del Conassif, el 14 de mayo del 2019, el regulador modificó el Reglamento de Gestión de Activos para que las operadoras no tuvieran que demostrar la rentabilidad “con base en estudios técnicos” ante el ente regulador, como se reglamentó originalmente.

“Como una medida de una mejor protección, precisamente, a los afiliados, se toma la decisión de que pasar del 25% al 50%, primero, no requiere autorización previa en cada caso y, segundo, es una decisión que toma el órgano colegiado (de la operadora) con la asesoría de los comités, basado en cuál es su meta de rendimiento y riesgo. Y para satisfacer o llegar ahí, cuál es la mezcla de tipo de inversiones, de monedas, países o de lo que corresponda”, explicó la superintendente de pensiones, Rocío Aguilar, en entrevista, a inicios de junio.

De acuerdo con el acta del 2 de mayo de Conassif, “Ni la Ley de Protección al Trabajador, ni el Reglamento de Gestión de Activos establecen límites por moneda, pudiendo los fondos invertir el 100% del activo del fondo en valores nominados en monedas distintas al Colón”.

La segunda normativa fue una interpretación al cambio del 2019, solicitada por la operadora de la CCSS en marzo del 2021. En  el dictamen PJD-7-2021 del 14 de mayo del 2021, tres funcionarias de la Asesoría Jurídica de SUPEN reiteraron que la asignación de inversiones “Le corresponde al órgano de dirección de cada entidad”, pero que “es responsabilidad de la operadora poner en conocimiento de la Superintendencia el cambio en las condiciones que dieron origen al aumento en el límite de inversión en mercados internacionales”.

Los datos de inversión muestran que, en abril del 2021, el ROP de la CCSS estaba cerca del 25% de inversiones extranjeras en abril de ese año (24,62%). Al mismo tiempo, ya el BAC y Popular habían superado con creces ese límite inicial (con 42,63% y 31,42% respectivamente).

El último gran cambio, que permitió la multiplicación del activo del ROP hasta los ₡9,5 billones fue la Ley para Resguardar el Derecho de los Trabajadores a Retirar los Recursos de la Pensión Complementaria (No. 9906), emitida en pandemia para acelerar la entrega del ROP a las personas pensionadas.

Esta ley eliminó el trámite de traslado del 50% del Fondo de Capitalización Laboral (FCL) al ROP, “permitiendo que esos recursos pasen directamente a la cuenta individual del afiliado en su fondo de pensión obligatorio”, según dice la SUPEN en su Informe de Coyuntura y Supervisión de diciembre del 2021, donde el ente destaca que “El ROP cerró el año con un crecimiento del 22,67% con respecto a 2020, mientras que el promedio anual de los años anteriores ha sido del 18%”.

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