Ya no es noticia decir que la candidatura de Antonio Álvarez Desanti en el Partido Liberación Nacional (PLN) va sobre los hombros de sus antiguos rivales, el expresidente Óscar Arias y su hermano Rodrigo. La incógnita era hasta dónde llegaba esa influencia y la asamblea liberacionista del domingo lo dejó claro.
La alianza de Álvarez Desanti con el arismo es tal que apoyó al dirigente herediano Víctor Hugo Víquez para encabezar la papeleta diputadil por esa provincia, a pesar de la gestión criticada por propios y extraños que tuvo como legislador en el período 2010-2014.
Víquez, confeso soldado del arismo, logró ser ratificado a pesar de notorios cuestionamientos de otros liberacionistas que lo consideran una contradicción con el mensaje de renovación que pretendió lanzar Álvarez Desanti. “Aporta experiencia”, dijo el candidato sin demasiadas explicaciones, sin especificar qué tipo de experiencia.
Con un resultado contundente en la votación entre los asambleístas acababa de confirmarse el retorno de Víquez, el poder de los Arias y la derrota de la corriente que lideraba el expresidente José María Figueres, quien un rato después anunció que se mantendrá lejos de la campaña electoral.
Víquez se disputó el primer lugar por Heredia frente al dirigente Gustavo Ulate, apoyado por el figuerismo sin muchas expectativas de triunfo.
Sabían que las listas venían bastante precocidas y que solo hubo espacio para tres rostros procedentes de la tendencia del figuerismo que, sin embargo, habían sido aceptados de manera previa por Álvarez Desanti y no como resultado de una negociación con Figueres.
Estas fichas encabezan Puntarenas, Cartago y Limón. Son, respectivamente, Franggi Nicolás, Paola Valladares y Yorleny León.
El resto de postulaciones provienen de sectores que apoyaron la precampaña de Álvarez o de escogencias a dedo, como la de la empresaria Karine Niño (cuarto lugar por San José), en la papeleta encabezada por el exdiputado y exministro Carlos Ricardo Benavides.
A Alajuela la encabeza el alcalde del cantón central, Roberto Thompson, que apoyó a Álvarez en la precampaña, y a Guanacaste, el exdiputado Luis Antonio Aiza.
Este, aunque hermano del exprecandidato Sigifredo Aiza, procede de la tendencia arista. Y así el resto de la conformación de las papeletas.
No costó demasiado ratificarlo. El arismo manda. Rodrigo Arias lo vio en primera fila y recibió a muchos de los nominados para la foto del recuerdo.
Figueres, en cambio, parecía incómodo ahí. Al acabar la asamblea atendió a la prensa y lo dejó claro. Se separa de la campaña, no lo quieren cerca y él tampoco desea estarlo.
El futuro del PLN para el 2018 está en manos de “la campaña”, como llama al comando alrededor de Álvarez. El partido que fundó don Pepe Figueres escapa de las manos de su hijo de manera irremediable.
“Me veo en Liberación Nacional porque los partidos tienen la responsabilidad de modernizarse, aunque reconozco que hay que hacer un paréntesis mientras pasa esta campaña política y en ese paréntesis yo no estaré”, explicó Figueres antes de asegurar que estas serán sus últimas palabras antes de las elecciones de febrero. O de abril.