País

Piden reforma de ley que aportaría ¢2.000 millones anuales a redes de prevención de riesgo por sismos y actividad volcánica

La iniciativa establece que estas redes serán financiadas con un 0.60% de todas las primas de seguros de vida, salud, incendios y líneas afines que se vendan en el país.

La directora de la Red Sismológica Nacional (RSN), Cristina Araya, explicó que, si no se actúa para lograr que las redes de monitoreo vulcanológico, sismológico y meteorológico tengan un financiamiento permanente en el país, en el futuro se darían interrupciones en el monitoreo continuo, retrasos de las alertas o desaparición de éstas, aumentaría la vulnerabilidad de la población y el país perdería su liderazgo científico a nivel latinoamericano.

Los directores del Observatorio Vulcanológico y Sismológico (Ovsicori) de la Universidad Nacional (UNA), el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), la RSN y el Laboratorio de Ingeniería Sísmica (LIS) -estos dos últimos de la Universidad de Costa Rica (UCR)-, solicitaron a los diputados aprobar un proyecto de ley que garantizaría un financiamiento permanente para estas redes de monitoreo.

Gracias a estas redes de monitoreo, que son estaciones y laboratorios que permiten la observación en tiempo real de la actividad sísmica, volcánica y tectónica es que hoy en el país se pueden observar volcanes y entender procesos, para poder anticipar desastres, tomar decisiones informadas, crear sistemas de alerta temprana y construir una cultura de prevención.

Araya hizo esas declaraciones el pasado 24 de abril en el foro “Redes de monitoreo en Costa Rica, clave para la gestión del riesgo” en la Asamblea Legislativa, organizado por el despacho de la diputada Rosaura Méndez, quien presentó el proyecto de ley «Adición del artículo 46 ter a la Ley Nacional de Emergencias y Prevención del Riesgo N. 8488, para establecer un financiamiento permanente a las redes de monitoreo geodinámico y meteorológico» (Expediente 24.738).

No hay financiamiento estable

El transitorio I de la Ley 8488, que se promulgó en noviembre de 2005, permitía el financiamiento del Ovsicori, IMN, RSN y el LIS-UCR a través del Fondo Nacional de Emergencias durante 12 años; pero con su expiración, ya no existe un mecanismo de financiamiento estable.

La diputada Rosaura Méndez destacó que hay que darles recursos permanentes a estas instituciones, para que puedan trabajar y planear a largo plazo.

La iniciativa de ley establece que estas redes serán financiadas de manera permanente con un 0.60% de todas las primas de seguros de vida, salud, incendios y líneas afines que se vendan en el país.

Un 35% de los fondos recaudados se destinará al Ovsicori para la adquisición de equipos sísmicos y volcánicos necesarios para realizar las actividades de monitoreo en Costa Rica. Un 25% se destinará a la adquisición de equipos y al fortalecimiento de la RSN. Un 15% se destinará al LIS-UCR para su fortalecimiento, la adquisición de equipos, así como para estudios e investigación en amenaza y riesgo sísmico. Y un 25% de los fondos recaudados será transferido al IMN para el equipamiento, la modernización y el fortalecimiento de su red de monitoreo meteorológico, asegurando que esté acorde con las necesidades del país.

Esto permitiría destinar alrededor de ¢2.000 millones anuales para estas redes, según información de la UNA.

«No es un capricho; es una necesidad social»

El director de Ovsicori-UNA, Esteban Chaves, destacó que “el mantener estas redes y expandirlas no es un capricho; es una necesidad social”.

La infraestructura del Ovsicori incluye 90 estaciones sismológicas de alta sensibilidad, con una inversión aproximada de $32.000 por unidad. En cuanto al monitoreo volcánico, se tienen cinco estaciones Differential Optical Absorption Spectroscopy (Doas), para medir emisiones de gases volcánicos, con un costo estimado de $30.000 cada una, así como siete cámaras de vigilancia volcánica de $6.000, cada una. Estas herramientas son esenciales para evaluar cambios en la actividad superficial de los volcanes activos y anticipar posibles erupciones, señaló la UNA en un comunicado.

Asimismo, la red también incluye 77 estaciones Global Navigation Satellite System (Gnss), para el monitoreo de deformaciones del terreno, clave para estudiar tanto procesos volcánicos como tectónicos. Cada estación tiene un valor aproximado de $20.000. Además, Ovsicori cuenta con un laboratorio de Geoquímica con una inversión cercana a los $300.000 y un laboratorio de Petrología con un valor de $250.000, los cuales permiten analizar muestras de gases, aguas termales, cenizas y rocas, que brindan información clave sobre los procesos internos de los volcanes, indicó la UNA.

Por su parte, Cristina Araya, de la RSN, declaró que con los recursos de la ley 8488, la RSN pasó de 21 estaciones en 2007 a 173 en 2025; pero resaltó que se requiere financiamiento permanente, ya que el el equipo tiene una vida útil determinada y hay que darle mantenimiento, renovarlos, y repararlos.

Durante el foro, Diego Hidalgo, coordinador del LIS-UCR, que realiza investigaciones relacionadas con el impacto de los eventos sísmicos sobre las infraestructura y lo que está expuesto en el país, explicó por ejemplo, que sus redes de equipo les permiten registrar los daños que presentan todos los centros de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y que están en proceso de instalar un sistema similar con los centros del Ministerio de Educación Pública (MEP).

Fnalmente, Werner Stolz, director del IMN, detalló que la red nacional de estaciones meteorológicas está compuesta por 262 estaciones; pero que mantenerlas no es nada barato, a lo cual se suma que sólo cuatro personas las atienden.

El IMN tiene estaciones en los cuatro aeropuertos internacionales, una red de rayería, una red de alta resolución en la Gran Área Metropolitana (GAM), están prontos a lanzar una red de calidad del aire, en conjunto con el Ministerio de Salud y en los próximos meses se empezará a hacer un pronóstico basado en el impacto que generarán las lluvias previstas.

Stolz aclaró que los datos que generan estas redes son “un insumo preventivo para la CNE y instituciones de pronta respuesta, insumos para pronósticos diarios, seguimiento preventivo del Fenómeno de El Niño, insumos para avisos meteorológicos, información de apoyo para aeropuertos, para incendios forestales y efectos de cambio climático”.

 

 

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