País Índice de Confianza del Consumidor de la Escuela de Estadística

Pesimismo en el presente, pero confianza en el futuro

Las medidas que se están tomando para superar la pandemia infundirían optimismo en el futuro económico, dice el coordinador del ICC.

La confianza de las personas consumidoras en la situación del país refleja el mismo pesimismo que se registró hace tres meses, pero también aumentó significativamente el optimismo sobre el futuro de la economía.

Este resultado, en apariencia paradójico, es el que reporta el “Índice de Confianza del Consumidor” (ICC) de la Escuela de Estadísticas de la UCR, correspondiente a la encuesta número 66, realizada en mayo del 2020, el cual se mantuvo en 36,6 puntos (ver el gráfico).

El ICC se compone, a su vez, de otros dos: el Índice de Condiciones Económicas Actuales (ICEA) y el Índice de Expectativas Económicas (IEE). El primero proporciona una valoración de la confianza de quienes consumen en la situación económica actual y el segundo lo hace en relación con el futuro económico del país; su distinto comportamiento es el que explica la paradoja de los resultados.

En mayo, el ICEA —primer componente— cayó abruptamente de 33,3 a 19,7 puntos (una disminución de -13,6 puntos), con lo cual registró el valor más bajo hasta la fecha, debido a la crisis económica y social derivada de las medidas de contención por la pandemia de COVID-19.

Por el contrario, el segundo componente, el IEE, se incrementó de 39,0 a 47,9 puntos (aumentó 9,0 puntos), al parecer porque, a pesar de la pandemia, existe confianza en las medidas que está tomando el Gobierno para hacerle frente.

“Puede decirse que al valorar la situación económica actual (ICEA) los consumidores expresan un pesimismo marcado, como nunca antes se había registrado, y cuando piensan en el futuro del país (IEE) aflora el optimismo. El resultado promedio de ambos índices hace que la confianza permanezca igual que tres meses atrás”, se explica en el documento de la encuesta.

En el caso del ICEA, los hogares que dijeron estar en una situación económica peor que el año pasado aumentaron de 39,5% a 53,9% (14,0 puntos porcentuales). Quienes consideran que son malos tiempos para comprar artículos para el hogar aumentaron de 63,3% a 82,9% (19,5 pp), la cifra más alta registrada por la encuesta desde que se aplica.

Por el contrario, en el IEE, al indagar por la perspectiva de la situación económica del hogar dentro de un año, quienes consideran que estarán peor disminuyeron de 33,3% a 27,8% (-5,5 pp) (ver el gráfico) y quienes piensan que la situación económica de las empresas estará mejor aumentaron de 21,8% a 27,5% (5,8 pp).

Además, quienes perciben períodos de crisis en el país en los próximos cinco años decrecieron de 56,1% a 37,4% (-18,7 pp).

También las expectativas sobre las tasas de interés de los préstamos en dinero mejoraron en los últimos tres meses, pues quienes esperan incrementos disminuyeron de 57,7% a 47,5% (-10,2 pp).

Por el contrario, las valoraciones sobre el ingreso familiar se deterioraron, pues quienes esperan un ingreso familiar menor aumentaron de 21,5% a 36,2% (14,7 pp).

Además, quienes consideran que el ingreso familiar crecerá menos que el aumento en los precios se incrementaron de 31,8% a 38,2 (6,4 pp).

Por otro lado, la calificación de la política económica del Gobierno mejoró significativamente en los últimos tres meses. Actualmente, un 23,5% afirma que se está haciendo un trabajo bueno, 37,5% dice que se hace lo necesario y 37,1% que se está haciendo un trabajo pobre (ver el gráfico), cuando hace tres meses las cifras eran de 11,0%, 27,0% y 60,5%, respectivamente. En el balance, tres meses atrás el saldo negativo era de -49,6 pp y actualmente es de solo -13,6 pp.

“Esta calificación venía en franco deterioro desde el inicio de la actual administración y en esta encuesta se obtuvo la valoración más positiva que ha recibido”, dice el documento.

En cuanto a la política social, el 59,3% de las personas consultadas espera que el desempleo aumente en los próximos 12 meses (ver el gráfico) y el 67,2% espera lo mismo con respecto a la pobreza. En ambos casos las expectativas mejoraron levemente si se comparan con la encuesta de hace tres meses.

Por otra parte, a pesar de la pandemia, actualmente un 14,4% de las personas encuestadas opina que son buenos tiempos para comprar casa, pero un 76,2% considera lo contrario. Estas cifras son más negativas que tres meses atrás, cuando 17,6% opinaba que eran buenos tiempos y 64,3% pensaba lo contrario, para un saldo total que pasó de -46,8 a -61,8 pp.

Además, un 5,4% opinó que son buenos tiempos para comprar un automóvil y 88,4% opinó lo contrario. Esta última cifra también es la más alta encontrada en todas las encuestas. El saldo de respuestas positivas y negativas sobre este artículo varió de -68,3 a -83,0 pp.

Actualmente un 55,9% de las personas encuestadas espera aumentos en el precio de la gasolina y el diésel y un 49,4% lo espera en el precio del dólar, pero la primera expectativa decreció en los últimos tres meses (de 76,4% bajó a 55,9%; es decir, -20,5 pp) y la segunda expectativa no varió.

También el porcentaje de hogares con ingresos familiares de ¢ 500 mil o más bajó de 31,0% al 23,5% (-7,5 pp) y el porcentaje de hogares que dijo poseer la capacidad de realizar gastos discrecionales disminuyó de 33,6% a 26,1%.

Finalmente, quienes consideran que actualmente es difícil conseguir trabajo en lo que hacen aumentó de 64,3% a 71,7% (7,4 pp) y quienes piensan que podrían quedarse sin trabajo aumentaron de 27,5% a 33,1% (5,6 pp). Este último número también es el más alto encontrado en todas las encuestas. Además, la incertidumbre sobre la situación laboral alcanzó un 20,3%.

“En síntesis, la magnitud de 36,6 alcanzada por el ICC es igual a la de tres meses atrás, pero los resultados puntuales de sus componentes indican que la pandemia puede estar contribuyendo a gestar diferentes expectativas y valoraciones sobre la situación económica del país”, concluye el documento.

La encuesta se realizó entre el 4 y el 20 de mayo del presente año a 701 personas de 18 años o más, nacionales y extranjeras que residen en el país y usan teléfono celular, para una cobertura total del 97% y la tasa de respuesta fue de un 90%.

La muestra se ajustó según la distribución por sexo, edad y educación a partir de la Encuesta Nacional de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censos.

UNIVERSIDAD consultó al estadístico Johnny Madrigal, coordinador de la encuesta, sobre algunos alcances de los resultados.

¿Los resultados de la encuesta indican algo o consideran los efectos para las personas y hogares sobre el Bono Proteger u otras ayudas específicas ante la pandemia?

—No. Se mantiene el mismo formato de cuestionario de hace 18 años para comparar los resultados.

¿Los resultados captan diferencias entre regiones o áreas rurales y urbanas?

—No. Con la metodología anterior sí había estimaciones por regiones, pero nunca dieron diferencias significativas. En realidad, hemos observado que los resultados son muy homogéneos en todo el país.

¿Tiene usted alguna hipótesis de por qué aumenta el optimismo sobre el futuro de la economía a pesar de los estragos actuales de la pandemia? 

—Es una expectativa y pareciera que las personas confían en las medidas que se están tomando para superar la pandemia. Es probable que eso infunda cierto grado de optimismo hacia el futuro de la economía.

¿Las respuestas acerca del desempeño del Gobierno coinciden con los porcentajes de simpatías o afiliaciones partidarias o los resultados electorales? 

—Lo que dice la encuesta es que, en materia de política económica, los consumidores están calificando mejor a la actual administración. En realidad, es la mejor calificación que ha recibido la presente administración hasta la fecha.

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