Así como desde las ciencias de la salud ya no se considera que el deseo homosexual de hombres y mujeres sea una ‘enfermedad mental’ sino, simplemente, un deseo distinto del heterosexual, las personas trans se resisten a ser abordadas por la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) como seres afectados por alguna clase de ‘trastorno de la identidad de género’, en el protocolo de atención respectivo, que está en la fase final de su elaboración.
Rafaella Sánchez, psicóloga e investigadora del Centro de Investigación en Estudios de la Mujer (CIEM), de la UCR, denunció que, si bien ese protocolo “es un instrumento de avance para garantizar el ejercicio del derecho a la salud de las personas trans en materia de hormonización, parte de considerar nuestras identidades como patológicas”.
Esto porque utiliza criterios de los manuales Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM, por sus siglas en inglés), de la Asociación Americana de Psicología, y Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (CIE-10), de la Organización Mundial de la Salud, los cuales consideran a las personas trans como afectadas por un “trastorno de la identidad de género” o por un “desorden de la personalidad”, respectivamente.
Como consecuencia, las autoridades de salud “ubican a la identidad de género trans como un problema mental y, por tanto, como un ‘problema’ de salud que debe ser tratado, obviando los instrumentos internacionales de derechos humanos que promueven la eliminación de estos criterios y garantizan el respeto a la identidad trans como una vivencia humana más”, expresó.
Agregó que, actualmente, para acceder a las hormonas con el fin de feminizar o masculinizar sus cuerpos, mediante los servicios de la CCSS, “las personas trans deben aprobar, como si de un examen clínico se tratase, un año de terapia psicológica que dictamine que está “segura” de ser trans”.
Además, criticó que la institución “prioriza considerar los efectos secundarios de las hormonas, que no pueden generalizarse, pues la recepción varía según el organismo de cada persona, y no valora las implicaciones positivas para la salud mental de las personas trans que desean hormonarse. De esta manera se limita con agravio el derecho a decidir de la persona usuaria”.
Sánchez también consideró que los criterios de la CCSS para brindar el tratamiento hormonal “presentan un fuerte sesgo machista, pues para las mujeres trans hay más restricciones de acceso que para los hombres trans”.
“Castigan a las mujeres trans por renunciar a ser “hombres”, argumentando que los estrógenos y la progesterona son más nocivas para los cuerpos que tienen una base orgánica basada en la testosterona. Con ello, colocan en un lugar de supremacía a la testosterona y a la condición de ser hombre”, dijo.
La especialista también advirtió que es violatorio de los derechos humanos el que no en todos los servicios de la CCSS se reciba a las personas trans para realizar procesos de hormonización, y que esto dependa de las creencias del personal. “Por tanto, si el personal es transfóbico no procederá a proveer los servicios, alegando que la CCSS no tiene un protocolo para ello”.
Explicó que, cuando sí reciben atención, “acceden a las hormonas en dosis muy bajas y paulatinas, especialmente las mujeres trans, lo que implica el consumo de hasta siete tipos diferentes de estradiol, progesterona y bloqueadores de testosterona, mientras que en los servicios privados ofrecen hormonas conjugadas, que son de más rápido efecto”.
Agregó que “otros problemas graves tienen que ver con los servicios ginecológicos, urológicos y de examen de mamas, pues, quienes atienden, lo hacen en la mayoría de los casos con un trato discriminatorio: ubican a las mujeres trans como hombres y a los hombres trans como mujeres. Padecimientos como cáncer de seno, en las mujeres trans, pueden implicar riesgos en la intervención, al igual que el cáncer de cerviz en hombres trans”.
El psicólogo Mar Fournier, de la organización “Hombres Trans Costa Rica”, y represente del Colegio Profesional de Psicólogos en esta materia, coincidió con los criterios de Sánchez y denunció que, actualmente, la CCSS incluso exige a las personas trans el requisito de contar con un diagnóstico psiquiátrico para acceder a un tratamiento hormonal (ver: La relación entre las personas trans y la CCSS siempre ha sido tensa).
Por su parte, la gerenta Médica de la CCSS, María Eugenia Villalta, confirmó que el protocolo está prácticamente terminado. Al preguntársele por qué no se consulta con las personas trans, respondió que esto se debe a que “es muy técnico” (ver: El protocolo es muy técnico para darle participación a la sociedad civil).
También reiteramos nuestra solicitud enviada hace varias semanas de entrevistar a la Ministra de Salud, Karen Mayorga, sobre este y otros temas, pero hasta el cierre de edición, no tuvimos respuesta.
Gerenta Médica de la CCSS: “El protocolo es muy técnico para darle participación a la sociedad civil”
UNIVERSIDAD consultó a la doctora María Eugenia Villalta, gerenta médica de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), por qué la institución no toma en cuenta la opinión de las personas trans en la elaboración del protocolo que regirá su atención en el futuro, pese a que han solicitado su participación. A continuación, su respuesta:
“Quisiera aclarar que este es un protocolo técnico y desde el punto de vista de la institución, está siendo liderado por la Dirección de Desarrollo, específicamente por el Dr. Hugo Chacón, y está trabajando con psiquiatras, psicólogos, especialistas en fármaco-epidemiología.
Entonces, es muy técnico para darle participación a la sociedad civil. Si se considerara necesario, se le llama, pero estamos realizando un protocolo técnico, que ya está en sus últimas etapas, y todos los aportes que se han requerido son técnicos: revisiones de artículos, de bibliografía, medicina basada en la evidencia y también patologías.
Entonces, el protocolo es muy técnico para darle participación a la sociedad civil y hasta ahorita no se ha hecho. Si fuese necesario en algún momento, pues se le convocaría. Pero, al ser muy técnico, en este momento estamos en esa etapa”.