El Ministerio de Salud comunicó este jueves que toda persona con más de seis meses de vacunada que tenga contacto con una persona positiva por COVID-19 deberá cumplir un aislamiento de 14 días.
La medida se comunicó a través de una adenda para el lineamiento de vigilancia de la enfermedad, a partir de los hallazgos internacionales, y que anteriormente contemplaba únicamente tres meses como plazo máximo de protección.
“La adenda se establece como una medida precautoria, dado que la evidencia científica hasta el momento que no establece claramente los periodos de inmunización que cubre la vacuna. Sin embargo, conforme se publique nueva evidencia científica referente al alcance de la protección conferida por las vacunas, se realizarán los cambios correspondientes”, indicó la Oficina de Comunicación del Ministerio.
La catedrática en virología e investigadora del Centro de Investigación en Enfermedades Tropicales (CIET) de la Facultad de Microbiología de la Universidad de Costa Rica (UCR), Eugenia Corrales Aguilar, explicó que este tipo de cambios son normales, ya que se trata de una enfermedad nueva y los conocimientos sobre ella aún están construyéndose.
“La gente está creyendo que estos son dogmas y que todo ya está escrito. La evidencia se va construyendo durante la pandemia y por eso se están revisando los documentos. Quienes los hacemos nos reunimos hasta tres veces por semana para revisar qué es lo que está sucediendo, cuál es la nueva evidencia y qué es lo que se puede cambiar”, dijo.
Corrales reafirmó que la vacuna sí inmuniza y protege contra severidad y muerte por causa de la enfermedad, por lo que hizo un llamado a eliminar teorías conspirativas.
“Por ahora se sabe que la vacuna protege por seis meses. Si después se sabe que es por nueve meses o un año, esta instrucción se modifica. Esto es pensando en funcionarios de salud y, sobre todo, para evitar contagios a pacientes. Si se sigue acumulando la evidencia que después de seis meses la persona aún sigue sin poder contagiar a otra persona, se ampliará ese plazo”, detalló.
La catedrática recordó que un cambio similar se dio con el requisito para que una persona con el virus fuera dada de alta, el cual se modificó para que no fuera necesario tener una prueba negativa de SARS-CoV-2.
“Al principio las personas tenían que hacerse un PCR para darse de alta y veíamos gente con 60 u 80 días con un PCR positivo, pero cuando hubo la suficiente evidencia de que esa prueba no detectaba virus infecciosos sino restos del virus que quedaban ‘flotando’, se cambió el lineamiento para que si no se tiene síntomas durante 10 días se pueda dar de alta”, aseguró.