El ingeniero Pedro Pablo Quirós renunció al Banco de Costa Rica (BCR) y dejó vacante el puesto de director del fideicomiso del proyecto de ampliación de la carretera San José-San Ramón valorado inicialmente en $600 millones.
Aunque la comunicación oficial del BCR informó de “motivos personales”, Quirós argumentó ante UNIVERSIDAD que los cuestionamientos en la entidad bancaria, ligados a los créditos a la importación de cemento chino, provocaron un clima interno que lo motivaron a abandonar las funciones que le había encargado en febrero el gerente Mario Barrenechea, ahora suspendido.
“En este momento el banco tiene ocupaciones abundantes en los niveles en que yo reporto. Yo prefiero renunciar y cuando el barco tenga otro tipo de timón o esté más sólido, quizás regrese, no sé. No viene al caso mi continuidad ahora. La situación es problemática. Prefiero renunciar y no estar en incertidumbre”, contestó.
Quirós había dicho la semana antepasada que no veía razones para desistir de su cargo ni veía tropiezo alguno para el fideicomiso del proyecto vial. Ahora sí ve los motivos y presentó la renuncia el martes. Después lo comentó a su amigo Barrenechea y sostiene que este le expresó que lo lamenta “profundamente”.
Quirós había dicho a este periódico que no estaba en planes del proyecto utilizar cemento chino cuya importación el BCR ha financiado al empresario Juan Carlos Bolaños. Advirtió, sin embargo, que tampoco estaba descartada esa posibilidad en la etapa de ejecución, si las adjudicaciones lo hacían posible.
Quirós fue presidente del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) durante el gobierno de Óscar Arias (2006-2010), en los tiempos controvertidos de discusión del Tratado de Libre Comercio (TLC) cuando se abrió el sector telecomunicaciones. Además fue acusado por uso de un helicóptero pagado por el ICE para asistir a la boda de una hija del entonces diputado Ronald Solís, actual directivo del BCR.
El nombramiento del ingeniero, en febrero, fue duramente cuestionado por diputados del Partido Acción Ciudadana (PAC), excepto por Víctor Morales Zapata (ahora independiente). La intención del BCR era encargar el proyecto a un ingeniero experimentado mediante un formato que permita agilidad en los trámites, aunque la Contraloría General de la República aún tiene pendiente el refrendo.
La presidenta del BCR, Mónica Segnini, minimizó el efecto de esta renuncia sobre el futuro del proyecto. “Tengo mucha confianza en el equipo técnico; tanto en la gerencia general a.i. (Leonardo Acuña) como en la Junta Directiva que ha venido coordinando con Conavi (Consejo Nacional de Vialidad).
“Adicionalmente, el banco cuenta con un fuerte equipo que históricamente ha demostrado capacidad”, contestó Segnini, quien en julio sustituyó en la presidencia a la directora Paola Mora, quien renunció por cuestionamientos relacionados al financiamiento en condiciones especiales por $30 millones al empresario Bolaños.
Quirós rechazó cualquier vínculo con el caso del cemento chino y aceptó ser pariente de Bolaños, pero en un grado que considera irrelevante (primo segundo). “Yo de ese asunto no tengo nada qué temer. No tengo absolutamente nada. Lamento que un banco de tantos años tenga cuestionamientos que generan tantas distracciones. Es una ingratitud hacerle esto a una institución de este tamaño”, dijo sobre la entidad estatal.