País Elecciones municipales

Partidos grandes empiezan a pagar el abandono de la agenda comunal

Paulatinamente, opciones políticas comunitarias erosionan el poder antes incuestionable de los poderosos partidos de escala nacional.

En octubre de 2008, cuando aún el resultado del referendo sobre el TLC pesaba sobre la agenda política y el ánimo de miles de activistas del país, integrantes de lo que fue el Comité Patriótico de Santo Domingo decidieron evolucionar su organización y convertirla en un partido político.

“Hicimos las gestiones para incorporarlo al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) como partido cantonal a toda carrera, para estar listos para las elecciones de 2010”, recordó Roberto González, recién electo alcalde de ese cantón por el Movimiento Avance Santo Domingo (MAS).

En esa primera oportunidad, el MAS no amenazó la tradicional hegemonía liberacionista y quedó en tercer lugar, detrás del extinto Movimiento Libertario, pero logró más de dos mil votos.

Hace cuatro años, el PLN derrotó al MAS por unos 400 votos, pero los locales lograron elegir un regidor (a González) y finalmente este 2 de febrero ganaron la alcaldía (con el 33,48% de los votos), dos de los cinco regidores y una mayoría de los síndicos.

“Perseverancia” ha sido la clave, según explicó González, quien además detalló que ese partido, desde su fundación, ha mantenido un local en el que “solo en Semana Santa y fin de año no hay reuniones”, en las que se analiza el acontecer en el Concejo Municipal y se definen posiciones.

De hecho, destacó que para las últimas elecciones la candidata del PLN fue Kattia Rivera, vicepresidenta del Comité Político Nacional, por lo que “la desigualdad de recursos que siempre impera se acrecentó, creo que el PLN gastó mucho más en esta campaña que en la anterior”.

Sin embargo, el MAS triunfó porque supo priorizar la organización en los distritos donde el partido era menos conocido, lo cual se sumó a “un descontento general de la población en Santo Domingo, que ve que los partidos nacionales, en particular al PLN con más de 20 años en el poder, no dan los resultados que la gente espera, que además hay compromisos y al final las promesas no se cumplen”.

En particular, cree que “la gente estima que conocemos la Municipalidad, sabemos qué problemas tiene y eso genera mucha más credibilidad de parte de los votantes, no somos un partido que nace de pronto a ofrecer cosas que no se pueden hacer”.

Puerta grande para entrar

El MAS es un ejemplo que constituye el botón de la muestra de un fenómeno que describe Ronald Alfaro, investigador del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la UCR.

El debilitamiento de los partidos grandes y tradicionales, como el PLN o la Unidad Social Cristiana (PUSC), se suma a que el partido de Gobierno –Acción Ciudadana (PAC)– simplemente no es, ni nunca ha sido fuerte fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM), lo cual genera un vacío. “Hay un debilitamiento consistente de los grandes y la tendencia se observa a nivel cantonal y nacional, pero se expresa de manera distinta. Esos vacíos dejan una puerta grande para entrar”, detalló.

“Lo que vemos en el 2020 tiene sentido con lo que hemos visto para atrás, no es una gran sorpresa en el sentido de que los partidos nacionales, tradicionales, grandes, se han retirado del escenario, abandonaron lo comunal”, insistió.

Sobre el PAC, dijo que es “otro tipo de animal político, un competidor retador en una elección nacional”, pero es un partido urbano muy del centro del país. “Se diría que el partido de Gobierno debiera ser fuerte a nivel local, pero en Costa Rica eso no es así, nunca ha sido así con el PAC”.

Mientras que cuando el PLN fue “robusto y grande, aprovechó los puestos en Gobierno como intercambio por el apoyo que recibía, muchas veces policías”. Pero “los puestos en Gobierno tocaron un techo y no hay posibilidad de expandirlo”, sobre todo porque la propia apuesta ideológica de ese partido fue hacer una transformación grande del Estado, eso pasó por el tema del empleo estatal y tuvo sus límites”, aseveró Alfaro.

Entonces, ese vacío da lugar a competidores, en unos casos gente que se separó del PLN, algunos son partidos franquicia, es decir, candidatos o candidatas locales que logran concursar en la elección bajo la bandera de una opción ya inscrita previamente como partido nacional, como el Partido Nueva Generación (PNG).

Sin embargo, es notoria la emergencia de partidos cantonales que surgen “cada vez con más fuerza, cada vez en más cantones del país y sacando a los grandes”, y que no coinciden con las características mencionadas. Se trata de opciones citadas por Alfaro en Curridabat, Escazú, Desamparados o Goicoechea, donde emerge más de un partido local que logra representación en el Concejo Municipal.

Así, juzgó como los principales perjudicados de las elecciones a esos partidos nacionales, al PAC y el Frente Amplio, “que nunca han sido fuertes” en comunidades, y a los partidos religiosos que “no demostraron ser la fuerza que se suponía que eran”. Apuntó que el PUSC tiene la debilidad de que no logró aumentar significativamente su presencia en alcaldías y regidores. Todo ello “no es una sentencia de muerte de esos partidos, pero son señales de debilidad desde el punto de vista territorial y local”.

Proceso de maduración

Desde que se estableció la modificación en que el ejecutivo municipal pasó a ser alcalde y electo popularmente, en el cantón de Curridabat todas las elecciones han sido ganadas por el partido Curridabat Siglo XXI.

Este 2020 esa agrupación volvió a ganar, pero lo notorio fue que hizo frente a adversidades inéditas que pudieron abrir espacio a un triunfo de los partidos nacionales. El alcalde Édgar Mora renunció para pasar a ser ministro de Educación en mayo de 2018; la alcaldesa que le sucedió, Alicia Borja, anunció que no buscaría mantenerse en el puesto y la candidata designada, Monserrat Buján, en noviembre se retiró de la contienda.

Así, fue hasta el 15 de enero que Jimmy Cruz fue confirmado por el TSE como candidato por la alcaldía. Cruz dijo que esos factores se sumaron al “desgaste natural” que puede tener una agrupación política en el poder. “Fue difícil, pero la gente no se queda con el proceso electoral, sino que ve más allá y se queda con que tenemos muchos años en el Gobierno haciéndolo bien”.

Por otra parte, reconoció que “siempre hemos sentido desigualdad de recursos” y que en esta oportunidad. con su limitado presupuesto para hacer campaña. debieron hacer frente a partidos que “sabemos que invirtieron muchísimo dinero, tres o cuatro veces más que nosotros, se notaba fácilmente en la calle”.

Ahora bien, lo combatieron con “una mística de la participación ciudadana. El votante de Curridabat Siglo XXI es silencioso, creemos que también está en otro nivel de desarrollo cultural electoral, no es el votante de antaño que los partidos nacionales siguen tratando de cautivar”.

Por eso, Cruz está convencido de que una iniciativa legislativa que busca que las elecciones municipales vuelvan a realizarse en conjunto con las nacionales sería “un grave error”.

“Tienen que dejar que el proceso municipal madure –enfatizó–, no se da de la noche a la mañana que los números de abstención bajen y, por ello, es beneficioso dejarlas separadas, así se evita el arrastre de los partidos nacionales que tienen sus intereses más allá del territorio local”.

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