Un viraje del experimentado candidato presidencial Otto Guevara y la inclusión de la única mujer como postulante a la Presidencia fueron parte de los acomodos de última hora que los partidos definieron antes del inicio formal de la campaña electoral para las elecciones del 2018, esta semana.
Guevara, candidato presidencial por quinta ocasión con su Movimiento Libertario, decidió abortar el plan de ofrecer un planteamiento más puro en lo ideológico al nominar a personas ajenas al partido y a su pensamiento en las listas diputadiles. Incluso desistió del exdiputado Federico Malavassi, a quien se le conoce como un abogado de principios liberales más cercanos al discurso del partido, al menos en la teoría.
La exlegisladora de Acción Ciudadana (PAC) Patricia Romero encabezará la papeleta libertaria por Alajuela. Ella es sancarleña y dirige un foro ciudadano que aboga por la construcción de la carretera Naranjo-Florencia.
La apuesta libertaria por San José la encabezará el sarchiseño Danilo Cubero, exlegislador, presidente del ML y hombre leal a Guevara. Por Guanacaste irá una empresaria llamada Patricia Solano, dirigente de empresarios turísticos en la provincia, a quien tampoco se le conoce como una militante libertaria.
Otro partido que definió fórmulas al filo del plazo fue Renovación Costarricense (PRC), otrora presidido por Justo Orozco y ahora representado por los diputados Abelino Esquivel y Gonzalo Ramírez, presidente de la Asamblea Legislativa. Esta agrupación confesional cristiana escogió el fin de semana como candidata presidencial a una mujer, cuando se daba por descontado que todos los aspirantes a Zapote iban a ser varones.
La candidata presidencial se llama Stephanie Campos y se presenta como comunicadora y guía espiritual y de vida. En su perfil de Facebook destaca frases como esta: “Si estás en la espera de tu espos@ recuerda que primero se unen espiritualmente (orando el uno por el otro quizás sin conocerse), luego pasa a un plano emocional (cuando se conocen y entablan una relación de amistad y luego un noviazgo con propósito) y por último en la parte física (las relaciones sexuales fueron diseñadas por Dios para ser vividas y disfrutadas en el matrimonio)”.
El PRC es una de las agrupaciones que ha protagonizado el ascenso de grupos cristianos a la esfera política, contrapartes en un debate en torno a derechos humanos de minorías sexuales y otros temas sensibles para la moral religiosa, como el aborto en sus distintas modalidades. Este tema es uno de los que se prevé esté en el tapete durante la campaña electoral, junto con el déficit fiscal, la infraestructura o la corrupción.
El PRC decidió poner a encabezar la papeleta diputadil por San José a Daniel Gallardo, exdiputado del Partido Liberación Nacional (PLN) y presidente de la Comisión de Emergencias (CNE) durante parte del gobierno de Óscar Arias.
Aunque Gallardo ha sido criticado por su posible relación con el cuestionado empresario Juan Carlos Bolaños (protagonista de las indagaciones de meses recientes sobre la importación de cemento chino), la asamblea del partido decidió mantenerlo como su principal carta para el 2018-2022.
Estas postulaciones permitirían a Guevara o al PRC intentar atraer a votantes que no necesariamente comulgan con las ideas libertarias o religiosas, conscientes del enorme porcentaje de electores que no comulgan con ideologías o partidos específicos. Son siete de cada diez, según encuestas del CIEP-UCR para Universidad.
Esa población sin partido, escéptica o crítica de la política actual y, por tanto, indecisa, está en el blanco de las agrupaciones que competirán en los comicios del 2018 y que para este miércoles debieron tener listas sus fórmulas presidenciales y legislativas. La campaña política va del 4 de octubre al 4 de febrero, día de las elecciones.
Los partidos se disputarán 60 puestos: los 57 de diputados, el de Presidente de la República y dos vicepresidencias. Los agrupaciones han intentado componer una oferta atractiva para el electorado, que pide rostros nuevos, jóvenes o representantes de sectores específicos.
Esto, sin descuidar los equilibrios internos dentro de las divisas políticas, las cuales han ido perdiendo credibilidad en la población.
Aún varios partidos tienen pendiente presentar las candidaturas a las vicepresidencias de la República. En el caso del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), aún debe enmendar sus listas para cumplir con la paridad de género.
La campaña comienza con un clima de indecisión y la expectativa sobre las posibilidades de actores políticos tradicionales, sea en las agrupaciones grandes o en nuevas plataformas, como el caso del candidato Rodolfo Hernández, del Partido Republicano Socialcritiano (PRS), respaldado por el expresidente Rafael Ángel Calderón y con un bajo apoyo en las encuestas.
La propuesta del PRS intenta invocar los valores originales del PUSC, actor del bipartidismo que primó hasta este siglo en el plano legislativo y que se interrumpió en el poder presidencial en el 2014, con el triunfo de Luis Guillermo Solís, del PAC.
El PLN, la otra figura del bipartidismo, se asoma en las encuestas como el favorito por el electorado con el candidato Antonio Álvarez Desanti. Los expertos advierten, sin embargo, de la alta inestabilidad de los electores y el peso dominante de los indecisos. Otros partidos aparecen con un apoyo reducido, pero el terreno está para que varios se crean con opciones de triunfo en la presidencial.
La pelea por las diputaciones se prevé de nuevo fraccionada, tanto o más que la que deparó los resultados del 2014, con nueve bancadas y un poder más repartido que en el pasado. Esto, como se ha visto en años recientes, da más representatividad a sectores y vuelve más compleja la consecución de acuerdos políticos.
Se inicia la campaña y entonces:
– Las instituciones públicas no pueden emitir publicidad.- Se inicia plazo para inscripción de encuestadoras.- Los gastos de partidos son sujetos a compensación estatal.- Los partidos deben dar el TSE reporte mensual de ingresos de dinero.- Los partidos pueden pedir la inscripción de candidaturas.- Las actividades de partidos en sitios públicos requieren permiso del TSE.
