“Los partidos evangélicos están aprovechando el vacío legal que les permite candidatearse porque no hay prohibición. Como el Estado es católico, no reconoce a ninguna otra fe como religión, y no se puede regular”.
Así explica Margarita Salas, candidata a diputada en el primer lugar de San José por el partido Vamos, su preocupación hacia el fenómeno evangélico en el ecosistema político y electoral.
La inmersión religiosa en los asuntos del Estado, así como la agenda anti igualdad de derechos de la población LGBTI, es una de las razones de la existencia de Vamos, un partido provincial que aspira a ganar curules en la Asamblea Legislativa.
Vamos postuló a Salas, psicóloga y comunicadora de 39 años, graduada de la maestría en administración pública de la Universidad de Harvard.
Se acompaña de los candidatos Dayana Hernández, la primera mujer trans que aspira a una curul, así como de Jimena Caballero, asesora de la vicepresidencia de la República, Fernando Mora, docente, y Roxana Reyes, filósofa y profesora universitaria.
De llegar a la Asamblea, Vamos promovería una reforma legal para secularizar el Estado y regular el ordenamiento religioso.
“Tenemos Iglesias que son financiadas por otras fuera del país. No tenemos certeza de la procedencia de ese dinero. Son controles que debemos tener para que las iglesias evangélicas y de otra índole, que tienen participación política, no vayan a condicionar el actuar de sus diputados y diputadas”, comentó Fernando Mora, candidato a diputado.
La agrupación provincial considera que la llamada “ideología de género” es un invento de los sectores conservadores y una manera de etiquetar sus posturas “anti derechos” y plantearlas como una amenaza, situación que se utilizar para combatir la educación sexual promovida por el MEP.
“Hay que defender a capa y espada los programas de afectividad y sexualidad. Es fundamental que no permitamos que estos enfoques anti derechos inhiban un logro que costó décadas”, comentó Salas.
Vamos busca liderar el debate en favor de las minorías sexuales, tras encontrar con decepción el trabajo de los partidos tradicionales, relegando el proyecto de matrimonio igualitario a un segundo lugar.
El partido político está en favor de la despenalización del aborto, la legalización de la marihuana y tiene una agenda progresista en el tratamiento de la población privada de libertad.
Su experiencia política se remonta a las calles, en donde Margarita Salas lideró el Frente por los Derechos Igualitarios, el Colectivo Beso Diverso y la Asociación Colectiva por el Derecho a Decidir.
“Cada diputación nuestra va a defender día y noche que esta agenda avance. Hay capital político que los partidos actuales no han querido jugarse”, manifestó Salas.