La ministra de Comercio Exterior, Dyalá Jiménez, explicó este lunes que Costa Rica implementará una “ruta fiscal sanitaria” para ampliar el rango de acción para trasladar mercancías, pero siempre centrándose en la protección sanitaria de nuestro país.
“La mercancía ingresará por la zona fronteriza y se emite una orden sanitaria a cada transportista. Se le toman los signos vitales y posteriormente se les establece cuál va a ser la ruta que va a tomar, cuál va a ser el almacén fiscal al que se dirige y se le hace un rastreo por GPS o por escolta”, explicó Jiménez.
Durante el traslado, la Comisión Nacional de Emergencias establecerá puntos específicos donde los conductores podrán realizar descansos. Además, los almacenes fiscales contarán con facilidades como baños y espacios para alimentación.
Jiménez agregó que los transportistas que realicen este tipo de viaje deberán permanecer en el país incluso después de entregar el cargamento.
“Los cinco días de permanencia en territorio nacional son obligatorios. Si un conductor tiene un problema de fuerza mayor, no se le aplicará la sanción en caso de que se justifique oportunamente”, indicó.
Además, se habilitó una segunda alternativa de transporte, que se aplicará cuando los productos requieran ir directamente a las compañías que los adquieran.
“Una excepción a la ruta fiscal controlada es cuando los transportistas van directamente a la empresa, porque los tipos de mercancía ameritan una manera de transporte que no hace razonable que tenga que llevarse a un almacén fiscal”, aseguró Jiménez
Entre estas excepciones están los productos a granel, los refrigerados que necesitan descargarse directamente en la empresa, y los materiales peligrosos.
Así mismo, el país mantiene como una opción voluntaria el enganche y desenganche el cabezal, o aplicar el cambio de conductor. Para los tránsitos internacionales, cuando sea de frontera a frontera o de frontera a puerto, los camiones viajarán en un convoy o escolta policial.