A 19 meses de su reconversión a Ceaco para atender a pacientes con COVID-19, la reapertura del Centro Nacional de Rehabilitación (Cenare) continúa incierta, todo esto mientras que sus pacientes señalan que han recibido poco o ningún seguimiento durante la pandemia e incluso las jefaturas del centro médico claman a las autoridades su pronta reapertura.
Este es el caso de Pablo Bermúdez, paciente del Cenare desde hace 24 años, quien indicó que en los últimos 19 meses no ha recibido ninguna atención en este centro médico, al cual describe como su segundo hogar, pues en este sitio siempre recibió un servicio integral.
“Con esto se nos vino abajo. Ahora tengo cero control de lo que llevaba. Estamos perdidos, no tenemos nada. Para retirar algo que uno necesite hay que hacer un ´Mcgyver´ para ver cómo hace uno. Yo entiendo en cierta forma lo de la COVID-19, pero ¿por qué es tan fácil agarrar el Cenare? ¿Y nosotros qué? (…) La pandemia se trajo todo abajo y nos terminó de matar a nosotros”, señaló Bermúdez, de 54 años, quien tiene una lesión en la columna.
Incluso, en el último año sufrió, según comentó, una infección urinaria, la cual no pudo tratarse en el Cenare debido a su “casi cierre”.
“Yo estaba en constante tratamiento, citas, chequeos, algo muy bueno. Yo he ocupado mucha terapia. Lo que es controles con la uróloga, todo estaba ahí. Ahorita nada, no hay nada. Tuve que irme con una infección mortal a ver quién me veía por fuera. En un Ebais lo más que te mandan es un examen de orina una vez al año, si acaso. En cambio, ahí me veían de arriba a abajo. En este momento yo no sé cómo estoy, a la mano de Dios”, externó.
En una situación similar se encuentra Sergio Díaz, de 21 años de edad, quien sufre de Parálisis Cerebral Infantil (PCI) y desde sus primeros años de vida ha recibido atención en los distintos servicios del Cenare. Durante la pandemia, este joven ha tenido que movilizarse a otros centros médicos para recibir sus atenciones. Además, la reconversión de este centro médico provocó el retraso de una de sus cirugías, la cual estaba programada para marzo de 2020 y no pudo ser realizada sino hasta mediados de este año.
“Con la pandemia la redistribución de infraestructura ha sido grande. He tenido que ir a alas del hospital México para que me atiendan en ciertas especialidades. Antes de la pandemia tenía programada una cirugía para principios de 2020, pero por la pandemia me vinieron operando hasta mediados del 2021”, indicó este estudiante de Ciencias Políticas.
Indicó, también, que el Cenare es un símbolo de derecho a la salud para las personas con discapacidad y que el hecho de que este desfragmentada la infraestructura como tal, confunde un poco la población.
“Era entendible al principio de la pandemia, pero ha habido durante año y tanto, siento yo, una desprotección al derecho a la salud de esta población, no solamente por la comodidad de ir al Cenare, sino también de las personas cuidadoras, quienes identifican el lugar no solo como una estancia física de tratamiento, sino también en un sentido holístico”, agregó.
Para estos dos pacientes del Cenare su reapertura es indispensable, pues es este lugar el que les ha brindado una atención integral.
“Una reapertura del Cenare es lo ideal, puesto que es una institución que históricamente se ha encargado de velar por el derecho a la salud de la población con discapacidad desde el paradigma social de derechos humanos que nosotros tenemos. Es una necesidad latente que la población tiene”, indicó Díaz.
La suspensión de la atención de pacientes en Consulta Externa del Centro Nacional de Rehabilitación se dio desde el 18 de marzo de 2020. Sin embargo, dos días después la Gerencia Médica de la CCSS comunicó la transformación temporal del Cenare en el centro para ampliar la capacidad institucional en relación con la atención de pacientes durante la pandemia de la COVID-19. Todo esto ha provocado que miles de pacientes se hayan quedado sin sus servicios médicos desde ese momento y hasta la fecha.
Reducción en atenciones
Según datos del Cenare, la atención ofrecida por este centro médico ha tenido una disminución importante en la pandemia, debido a la falta de instalaciones propias.
De abril de 2020 a abril del 2021, el Cenare brindó consulta externa por servicio o especialidad a 30.579 personas; es decir, 21.657 menos que el año anterior (de marzo 2019 a marzo 2020) cuando atendió a 52.236 pacientes. Esto representa una disminución de un 41%.
En detalle, la reducción en el área de consulta especializada fue de un 39%, 69% en Odontología y 31% en Cirugía.
En el caso de terapias, de abril de 2020 a abril de 2021, el Cenare ofreció 30.954 sesiones a pacientes de Consulta Externa, lo que significa una disminución del 46% respecto al año previo (de marzo 2019 a marzo 2020) cuando se dieron 57.025.
Lo mismo sucedió en cuanto a sesiones de terapia a pacientes de hospitalización que pasaron de 35.090 antes de la pandemia a 8.878 durante la misma (de abril de 2020 a abril de 2021).
“Obviamente sin el edificio, el hospital quedó debilitado para poder dar la atención cómo se ha dado siempre. Por ejemplo, la hospitalización se cerró por completo. La institución hizo todas las gestiones para tratar de hospitalizar en otro centro, pero no hubo posibilidad de
que nos facilitaran en otro lugar camas. Lo que se manejó con el hospital de día, fue dar el mismo enfoque multidisciplinario del Cenare, pero de manera ambulatoria, pero eso no es suficiente y no contiene la necesidad de hospitalización de los pacientes”, indicó el director del Cenare, Roberto Aguilar.
A esta afectación se sumaron los quirófanos, que cerraron en su totalidad desde el año anterior. De acuerdo con Aguilar, durante la pandemia se ha estado tratando de operar en otros hospitales, sobre todo en el Hospital México. Sin embargo, esto tampoco ha sido suficiente y no se compara con lo que se hacía en las propias instalaciones meses atrás.
Según datos del Cenare, de marzo de 2019 a marzo de 2020, el centro médico realizó un total de 1.424 cirugías ambulatorias y 649 electivas.
La reducción se presenta de forma marcada de abril de 2020 a abril de 2021 cuando apenas se realizaron 496 cirugías ambulatorias y ninguna electiva.
Eso significa una disminución del 65% en cirugías ambulatorias y de un 100% en las electivas en tan solo un año.
En el caso de Odontología, el director agregó que este servicio ha sido muy afectado y que la Clínica Marcial Fallas y Hospital San Juan de Dios les han apoyado; apoyo que ha sido insuficiente.
“Las demás cosas se han ido atendiendo, claro, no al mismo nivel que se pueden atender con el hospital en pleno. Estamos hablando que nos quitaron todo el hospital. A principio de año nos liberaron algunas zonas y con eso pudimos mejorar la atención, pero no es lo mismo que tener todo el hospital”, agregó.
Presión de jefaturas
Toda esta situación hizo que, a finales de septiembre, 12 de las jefaturas del Cenare enviaran al director de este centro médico, Roberto Aguilar, una misiva donde externaron su preocupación, pues “no existe por parte de las autoridades del Cenare ni a nivel de Gerencia Médica, un plan formal para la atención hospitalaria de nuestros usuarios con discapacidad”.
En la misiva, las jefaturas pidieron a Aguilar, el planeamiento de una fecha definitiva para el inicio de la desescalada de pacientes en Ceaco, así como la elaboración de un plan de reconversión hacia el Cenare, todo esto en un corto plazo. De no tener fecha pronta, pidieron a las autoridades gestionar la infraestructura accesible necesaria para cubrir la necesidad de atenciones clínicas y médicas que son propias de sus especialidades médicas
De acuerdo con la subdirectora de Enfermería del Cenare, Cinthya Monge, cuando se dio la reconversión de este centro médico en Ceaco, se hablaba de una temporalidad corta; sin embargo, esta ya ascendió a 19 meses.
“Uno hubiera esperado que el Ceaco fuera la respuesta mientras la red se organizaba, para poder atender la pandemia. Todo esto se complica por toda la población que está quedando desatendida. Si bien es cierto, a partir de un gran esfuerzo local, se han atendido una serie de necesidades, pero nunca van a hacer al 100% los servicios que nosotros generalmente ofrecemos y con el enfoque que lo hacíamos”, indicó.
“Lo que nosotros siempre decimos es el sistema de accesibilidad, el enfoque multidisciplinario que nosotros tenemos es algo que se ha dejado de lado por causa de tener que estar en un lugar u otro; ese es nuestro problema. Nunca vamos a alcanzar a completar la atención que el usuario con discapacidad está acostumbrado a recibir en el Cenare”, agregó Monge, refiriéndose al hecho de que en este momento algunos de los pacientes deben trasladarse a otros centros médicos para recibir su atención.
Monge indicó que la gran preocupación que tienen como funcionarios es saber qué está pasando con todas las personas a quienes les daban seguimiento o quienes adquirieron alguna discapacidad en los últimos meses, pues es el Cenare la institución que le enseña a esa persona a convivir con su nueva realidad
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discapacidad (2019) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), el 18,2 % de personas mayores de 18 años que residen en el país se encuentran en situación de discapacidad, lo que representa aproximadamente 670.640 personas.
Fecha de reapertura es incierta
A pesar de las preocupaciones de las jefaturas y los pacientes, la fecha de reapertura del Cenare continúa incierta, así lo confirmó la Caja y el mismo director del centro médico.
“Una posible fecha no se puede dar porque aún están viendo las aristas. No se puede dar un paso en falso. (…) Le puedo decir que es muy probable que Ceaco se cierre pronto”, mencionó Aguilar.
De acuerdo con Aguilar, en este momento existen dos comisiones que se encuentran valorando el cierre del Ceaco y la reapertura del Cenare.
“La idea es que el plan se pueda presentar a la Junta Directiva para ya ir trabajando el posible cierre del Ceaco. Ahorita se están viendo las aristas, no hay una decisión tomada por completo o comunicada por las autoridades”, indicó.
“Se necesita reabrir Cenare, la gerencia médica y las autoridades están de acuerdo en que se necesita reabrir el Cenare. Ellos solamente tienen que estar seguros de que pueden cerrar el Ceaco y mantener el tratamiento de la pandemia en otros centros. No pueden hacer el cierre de Ceaco precipitado, sin estar claros con eso, porque eso implicaría muertes y colapso sanitario”, aclaró.
Actualmente el país presenta una reducción en los casos, muertes y hospitalizaciones por COVID-19. Este último indicador hizo que el Ceaco no prorrogue el nombramiento a 60 funcionarios, quienes dejarán el hospital este viernes.
A principios de 2020, la Caja contrató gran cantidad de personal en forma temporal para engrosar las filas de distintos centros médicos, entre ellos el Ceaco.
“El Ceaco ha sido importante también. Sin este hubiera muerto mucha gente con y sin discapacidad. En momentos de mayores picos, hubiera significado 88 pacientes en emergencias esperando a ser ingresados en algún hospital. Todos estamos de acuerdo en que el tiempo del Ceaco ha terminado. Evidentemente fue muy sacrificada la persona con discapacidad, pero también fue sacrificada la persona que requiere una cirugía de vesícula, oftalmología, porque todos los servicios de la Caja fueron afectados con la diferencia que a nosotros nos cerraron totalmente. Ya no podemos guardar más tiempo con las camas cerradas”, enfatizó.
Tras su cierre, incluso, la rehabilitación de pacientes Post-Covid recaerá en este centro médico, según mencionó.
UNIVERSIDAD consultó a la CCSS sobre el plan de reapertura del Cenare. No obstante, el departamento de comunicación de esta institución indicó que este apenas se está planificando y se encuentra en una fase preliminar.
En esa misma línea, el Colegio de Médicos externó que considera que son las autoridades de la Caja quienes deben valorar la reapertura del Cenare, tomando en cuenta la curva de contagios y la ocupación de las camas.
