El político y economista Ottón Solís desistió de asumir el cargo de representante de Costa Rica ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con sede en París, y puso fin a la fuerte polémica suscitada desde que el presidente Carlos Alvarado anunció el nombramiento, una semana atrás.
La decisión del exdiputado, exministro y excandidato presidencial la hizo pública él mismo en su perfil de Facebook, donde replicó la carta enviada al mandatario Alvarado dos días después de que este reafirmó su intención de nombrarlo en París para los 10 meses restantes del actual gobierno.
“Espero que esta decisión, la cual tomo pensando exclusivamente en el bien de Costa Rica, al atender la verdadera e impresentable razón de los diputados, extermine sus excusas, les haga deponer sus amenazas y procedan a votar favorablemente y con celeridad, el préstamo del FMI y otros importantes proyectos de ley que esperan el trámite legislativo”, justificó Solís.
Así explicó Ottón Solís en la carta después de referirse a la presión de diputados de todas las bancadas opositoras para forzar el revocamiento de la designación y amenazar con romper negociaciones de proyectos varios, incluidos los de la agenda fiscal ligada al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), considerada prioritaria por el Ejecutivo.
“Si ante la situación creada (las presiones) usted solicitara al Consejo de Gobierno mi destitución, desde lo más alto de la institucionalidad republicana se estaría estimulando el atropello a la independencia de poderes y el uso del chantaje y la extorsión como herramientas de negociación. También se estaría legitimando el socavamiento de las funciones constitucionales de quien ejerce el cargo de Presidente de la República como resultado de un proceso democrático que es ejemplar en el mundo”, añadió Solís, quien ya había anunciado la renuncia al cargo de director por Costa Rica ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
En duras críticas a la posición de los diputados opositores, Solís lo resumió así: “han secuestrado el rumbo del país, exigiendo como rescate mi cargo en la OCDE”.
También lo comparó con el bloqueo de las calles: “Bloquear la aprobación de leyes, ni siquiera por el contenido de las mismas sino para forzar al gobierno a modificar decisiones que constitucionalmente le corresponden, es peor que bloquear vías públicas como herramienta de presión para evitar que el Gobierno y la Asamblea Legislativa avancen con esas mismas leyes. Es peor porque los diputados juraron respetar la Constitución al asumir el cargo”.
La representación de Costa Rica ante la OCDE ha estado encabezada por el funcionario Manuel Tovar, tal como debería continuar al menos hasta un gobierno entrante, de acuerdo con la posición de diputados opositores y numerosas organizaciones empresariales que reaccionaron con fiereza ante el nombramiento de Ottón Solís.