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Otros denunciantes del sacerdote Mauricio Víquez celebran la condena: “era la única esperanza de justicia”

Grupo de hombres que también habían acusado al cura por abusos sexuales asumen como válida para ellos la sentencia del único caso que no fue declarado prescrito. Ahora esperan resultado de los juicios contra la cabeza de la Iglesia Católica acusada de encubrimiento.

Cuando la jueza leyó la condena contra el sacerdote Mauricio Víquez por violación y abuso sexual, los cuatro denunciantes se abrazaron como si se tratara de su caso respectivo, de su historia y de su esfuerzo por justicia por aquello que sufrieron cuando ellos y sus familias confiaban en ese cura.

La sentencia atendía solo a la denuncia de Josué Alvarado, el último de los cuatro hombres que se decidieron a denunciar al antiguo vocero de la Iglesia Católica en temas de familia y valores. La condena aludía a la violación que él sufrió cuando tenía 11 años y se acercó a la parroquia en busca de ayuda para las necesidades económicas de su familia, no a los abusos que han contado desde 2018 de manera pública Anthony Venegas, Maikol Rodríguez y Carlos Muñoz, como lo hicieron en Semanario UNIVERSIDAD en 2019. Ese no era el expediente judicial de ellos, pero sí era su lucha y por eso la sensación de triunfo, cuenta ahora.

Las denuncias de Anthony, Maikol y Carlos fueron consideradas prescritas y, aunque ellos apelaron, es incierta la respuesta que puedan dar los jueces. Lo único concreto que tenían para ver entrando a la cárcel a Víquez era ese juicio con lo que le pasó a Josué, el muchacho que se decidió a denunciar a finales de 2018 cuando vio la exposición pública que habían tenido las denuncias de los que ahora considera compañeros de lucha. 

“Era ya la única esperanza, la única denuncia que quedó viva para meter a la cárcel a Mauricio. Tenemos la apelación presentada, pero es demasiado incierto y por eso era demasiado importante este juicio para saber si quedaba impune o no. Entonces sentimos que es una sentencia sobre nuestros casos también. Por eso la emoción y la llorada. Él (Víquez) merece mucho más que 20 años, porque los delitos fueron atroces y traumatizantes, pero con solo el hecho de que no haya quedado impune es un triunfo, un reconocimiento a nuestras historias. Está dejando claro que es un abusador sexual”, dijo Venegas a este semanario un día después de la condena.

Es más, dice Venegas, el valor es mayor que el un acto de justicia ante cuatro denunciantes. Es, afirma, la justicia por muchos otros casos de abusos sexuales sufridos por personas que también se acercaron a ellos en los últimos tres años para relatar abusos sexuales en ámbitos eclesiales y otros espacios de poder. 

“Somos un equipo de sobrevivientes. Dios puso al más humilde y al más sencillo a ser el que nos llevara a obtener justicia. Ahora Josué es más fuerte, muy seguro y con un mensaje muy claro. Nosotros hemos ido creciendo”, dice Venegas, que ve esta lucha como su misión de vida, esa que los llevó incluso a viajar a México para tratar de encontrarlo en el país donde estaba escondido tratando de escapar de la Justicia.

“¿Que si hay más casos? Seguro, porque abrimos una caja oscura con nuestros rostros y nuestros nombres. De Mauricio Víquez hay muchas víctimas más. Me han escrito para agradecernos. Sé de otro muchacho con una historia parecida a la de Josué, pero en Tres Ríos, un muchacho que tuvo necesidades económicas y se se acercó a Mauricio Víquez también le pasó. Además hay casos contra otros sacerdotes y otras personas que se han sentido con impulso para denunciar abusos en otros ámbitos, en la familia, en trabajos…”, asegura Venegas.

“Yo pensé que trabajaba por mí y mi sanación, pero después entendí que no era solo por mí, y mi compañero Michael, sino por muchas otras personas que habían sido abusadas por muchos años en contextos de poder y que esto era una esperanza para ellos”, agregó.

Monseñor Quirós en el banquillo de los acusados

Pero hay otro flanco que también genera incertidumbre a los denunciantes: los tres juicios civiles que enfrenta el arzobispo de San José, el obispo José Rafael Quirós, como jefe de la Iglesia Católica, por encubrimiento de abusos sexuales atribuidos por Víquez

Venegas aseguró que esperan que avancen los procesos en los que él, Rodríguez y Muñoz reclaman compensación económica de parte de la Iglesia, considerando que sus autoridades permitieron por años las conductas atribuidas a Víquez. ”José Rafael Quirós sabía lo que pasaba y no actuó en ese momento ni tampoco cuando fue nombrado obispo”, sostiene Venegas.

“Quirós permitió que siguiera todo como si nada, dejando que fuera un vocero en temas de valores y familia, andar hablando sobre matrimonio homosexual o fecundación in vitro, en contra de derechos humanos cuando él era un abusador de menores”, acusa Venegas.

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