País Elección del PLN

Óscar Arias, factor en la contienda liberacionista

Exmandatario repite buena calificación y apuesta en la lucha interna del partido con más simpatizantes.

El expresidente Óscar Arias (1986-1990 y 2006-2010) presume de la alta valoración que le otorgan los costarricenses en las encuestas y el nuevo estudio de opinión del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) lo ratifica como el mejor valorado entre las personalidades políticas, aunque esta vez comparte el podio con el también exmandatario Abel Pacheco.
El estudio del CIEP evaluó en febrero y marzo el grado de conocimiento y la calificación -en escala de 1 a 10 – que las personas entrevistadas otorgan a los presidentes de los supremos poderes, vicepresidentes del Poder Ejecutivo y expresidentes de la República.
Sin mayor variación con estudios anteriores, el Premio Nobel de Paz y expresidente Óscar Arias recibió la mejor calificación: una nota promedio de 6,02 puntos, mientras que el 98,2% de las personas encuestadas dicen conocerlo.
Con la misma nota y con un grado de conocimiento 98,06% se ubicó el expresidente social cristiano Abel Pacheco (2002 – 2006).
El último lugar en la valoración popular lo ocupó el expresidente José María Figueres (1994-1998), quien se disputará con otros tres aspirantes la candidatura presidencial del Partido Liberación Nacional (PLN) en la convención de este 2 de abril, y en la que Arias trabaja a favor de la tendencia del empresario y diputado Antonio Álvarez Desanti.
Álvarez no dudó en romper su juramento público de que en el 2018 sería su retiro político, y se apresuró a postularse para candidato del Partido Liberación Nacional tan pronto como Arias desechó en setiembre pasado la idea que acarició durante siete meses de lanzarse para un tercer periodo presidencial.
El exmandatario anunció la decisión tras convencerse de no había condiciones para ser nombrado candidato por aclamación en el PLN, y cuando su ajedrez se acabó de romper con la negativa rotunda que recibió de Figueres de que renunciara, a quien no le convenció el argumento esgrimido de que había que abrirle paso a la sangre joven en la política.
Mismo argumento con que Arias justificó su decisión de descartar su postulación, aunque esa declaración no fue obstáculo para apadrinar la candidatura de Álvarez, avezado dirigente liberacionista, con varios fracasados intentos de conseguir la candidatura a sus espaldas.
Álvarez se reconfiguró como pupilo de Arias –cuyos logros aprovecha en su campaña proselitista – después de haber sido el jefe de campaña del candidato Johnny Araya en el 2014 y de elegirse como diputado del PLN. De esa manera retornó al abrazo del expresidente dejando atrás diferencias que tuvieron luego de fungir como ministro de Agricultura y de Gobernación en la primera administración del exmandatario.
Al tiempo que cuenta con apoyo del entorno de Araya, que sigue considerándose liberacionista aunque haya sido elegido alcalde de San José con otra bandera partidaria, Álvarez se enorgullece del respaldo de Arias.
Un apoyo que no solo es político sin que también se traduce en dinero para la millonaria campaña que hace, apelando al legado de las administraciones aristas, y a la que exfuncionarios y empresarios afines a Arias le han apostado gruesas sumas de billete, según se ha publicado.
El propio Arias se involucró personalmente en las actividades de la tendencia, con visitas a lo largo del país, como las anunciadas para el 22 de marzo al cantón central de Alajuela, y el 23 de marzo a Cañas y Liberia, Guanacaste, entre otras.
Antes, el 7 de marzo, en una cadena de televisión, el exmandatario llamó a los costarricenses a votar por Álvarez Desanti por considerarlo el mejor candidato.
“Antonio es un hombre íntegro y capaz; sabe negociar, tender puentes y forjar acuerdos para sacar adelante la agenda de gobierno. Es un hombre sensato y abierto a las buenas ideas. Sé que se rodeará de las mejores mentes del país y también de muchas personas jóvenes”, expresó el exgobernante.

PRUEBA

Una de las grandes interrogantes que se habrán de despejar el 2 de abril es hasta dónde alcanza el músculo político de Arias en el liberacionismo y su prestigio en ámbito nacional para beneficiar las aspiraciones de su pupilo.
Se lo preguntan por ejemplo quienes creían que Figueres la tenía fácil, luego de que este lleve casi tres años de trabajo en las bases liberacionistas labrando su candidatura para un segundo mandato presidencial, a pesar de la pobre imagen con que aparece en las encuestas debido a los cuestionamientos éticos que enfrenta por su pasada conducta política.
Aun así el exgobernante e hijo del caudillo José Figueres Ferrer logró ganarle al arismo los procesos internos por el control de directorio y la presidencia de la agrupación, a la cual sin embargo tuvo que renunciar el año pasado para poder continuar con su campaña por la nominación sin reñir con los requerimientos del estatuto partidario.
Ante el panorama, el cierre de la campaña se ha agitado con la polémica de si a la convención abierta pueden llegar a votar todos, aunque no sean liberacionistas, porque aunque hay que firmar la adhesión no significa que haya obligación de mantenerse en el partido, según destaca la propaganda de Álvarez, apostando a atraer votos de afuera influenciados por el nombre de Arias.
Mientras que para evitar esa posibilidad el figuerismo y las otras tendencias en lid (el diputado Rolando González y exlegislador Sigifredo Aiza) ponen énfasis en que es una elección de liberacionistas, y aunque la convención es abierta, hay que firmar el padrón electoral, donde se enuncia la adhesión al partido.

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