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Orientadores alertan a familias por aumento de denuncias de desapariciones de menores de edad

Según datos del OIJ, para septiembre del 2024 se habían registrado casi 2000 casos de jóvenes desaparecidos.

El Colegio de Profesionales en Orientación (CPO) hizo un llamado a las familias, pues los casos de desapariciones de menores de edad han ido en aumento en los últimos años, siendo así que para los primeros nueve meses del 2024 se habían reportado 1941 denuncias.

De acuerdo con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de este total, los meses con mayor número de casos fueron mayo (257) y agosto (259), mientras se trató principalmente de mujeres entre 14 y 17 años, según el boletín del CPO.

Debido a estos datos, el CPO alertó por medio de un comunicado de prensa, a las personas responsables de menores de edad y a autoridades, pues “los casos de desapariciones pueden incrementarse por las fiestas clandestinas que se suelen realizar en esta época que culmina el año lectivo”.

Parte de su preocupación es por la mezcla de drogas como marihuana, clonazepam y cocaína, y a las implicaciones fisiológicas y psicológicas que pueden sufrir los jóvenes.

Además, el CPO alertó que estas reuniones sociales pueden llevarse a cabo sin supervisión adulta en “casas de habitación o incluso en fincas”, y hay exposición a licor, drogas y otras amenazas.

Recomendaciones del CPO

La representante del CPO, Karen Álvarez, expresó que los encargados deben estar atentos a conductas que pueden ser señal de que los jóvenes han estado en alguna fiesta clandestina, o que podrían hacerlo. Entre los comportamientos Álvarez mencionó están: cambios abruptos en su conducta, aislamiento del entorno familiar, uso excesivo del teléfono y de redes sociales, llegadas tardías a los hogares, vinculación con personas desconocidas, bajo rendimiento académico, rastros o sospechas de uso de alcohol o drogas y problemas de regulación emocional.

En caso de enfrentarse a la desaparición de algún joven, el CPO recalcó en el boletín que “no hay un tiempo mínimo para interponer la denuncia”, por lo que es importante la inmediatez del reporte a las autoridades.

Asimismo, es de vitalidad cualquier tipo de información que les puedan aportar a los investigadores, ya sea sobre el círculo social cercano, situaciones previas de ausencia o señas físicas y vestimenta.

Y posteriormente a que se ubique al joven ya que “gran parte de las personas desaparecidas son ubicadas” es importante que las familias hagan un adecuado abordaje con los jóvenes y muestren empatía.

“En este panorama, lo peor que se puede hacer es optar por la violencia o por un castigo, más bien se debe establecer un canal de comunicación desde el respeto y la apertura de escuchar la posición de la persona y priorizar su bienestar, sin dejar a un lado la toma de decisiones y el planteamiento de límites”, dijo Jose Miguel Chavarría, representante del CPO.

Los orientadores insisten en que “se requiere un trabajo de prevención donde es esencial crear factores de protección que puedan contrarrestar los riesgos a los que las y los menores de edad se exponen”, por lo que instan a las familias a estar alertas.

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