El Movimiento social por una respuesta nacional, integral y sostenible al VIH informó que las organizaciones y activistas independientes que lo conforman siguen a la espera de ser atendidos por la Defensora Catalina Crespo y aseguraron que la entidad ha fallado en su obligación de garantizar el diálogo con poblaciones en condición de vulnerabilidad.
En un comunicado de prensa circulado este lunes, los integrantes del movimiento explicaron que el pasado 10 de marzo intentaron tener un acercamiento con Crespo, para externar sus «preocupaciones en torno a la atención integral, el estigma y discriminación persistente en diferentes niveles de nuestra sociedad costarricense, pero, sobre todo lograr ser escuchados por la representante de la institución que es garante de la promoción y garantía de los derechos humanos en nuestro país».
No obstante, indicaron, la jerarca no sólo no atendió a la comisión de voceros si no que acusó a la manifestación de actos de violencia -que según reporte del diario La Nación, la misma Fuerza Pública descartó – y se retiró de las instalaciones «por la puerta trasera». Crespo, aseveraron, «no escuchó el llamado de la sociedad civil que se mantuvo en la sede pública defendiendo de manera contundente los derechos humanos de quienes viven con VIH, de las poblaciones que por años se nos ha etiquetado como minorías y grupos vulnerables. Al día de hoy, seguimos a la espera de hablar con la señora Defensora».
«Es lamentable que, nuevamente, la institución garante de los derechos humanos del país falle en su obligación de proveer el diálogo con organizaciones que representamos a un sector de la población que requiere el apoyo institucional para el cumplimiento de derechos elementales», indica el comunicado,que concluye llamando a la jerarca a rectificar sus acciones y entablar un proceso de diálogo dirigido a que la entidad vuelva a ser parte del convenio «Costa Rica, un modelo sostenible de prevención combinada y atención a la población de hombres que tienen sexo con hombres y transfemenina”.
Linford Patterson, vicepresidente de la Organización Interseccional Pro Derechos Humanos, que es parte del movimiento indicó que en este convergen distintas agrupaciones y personas que tienen «un punto en común: nos une el descontento y la gran preocupación que ocasionó que la defensora, de manera unilateral y sin un sustento jurídico, decidiera dejar de formar parte del convenio «.
Patterson informó que si esta decisión se mantiene, se darían afectaciones «a poblaciones vulnerables que necesitan, por ejemplo condones y lubricantes, y que por su nivel socioeconómico no pueden acceder fácilmente a condones, lubricantes, pruebas rápidas de VIH, etc» y agregó que «con ese convenio las personas privadas de libertad podían accede3r a condones, lubricantes, pruebas que son vitales, e información para practicar sexo de manera segura».
«Es vergonzoso que la defensora o pseudo defensora, mejor dicho, haya, se haya retirado del convenio, porque rompe acuerdos nacionales e internacionales. Está poniendo en riesgo a toda una población, justamente por el prejuicio, por la ignorancia y por una agenda política», indicó. «Hay miles de vidas en juego».
Rosibel Zúñiga, de la Asociación Esperanza Viva, explicó que el objetivo del diálogo con la Defensora era exponer «vacíos existentes en la atención integral, violación de derechos humanos, etc. No es solamente el retorno de la Defensoria al convenio del proyecto país, sino establecer esas articulaciones necesarias entre actores gubernamentales privados y las poblaciones afectadas».
En última instancia, aseguró la activista, lo que pretenden es lograr que el país brinde atención integral desde un enfoque holístico en el marco de los derechos humanos contribuyendo a la respuesta nacional sostenible al VIH.
