Agentes de la Fiscalía de Probidad, Transparencia y Anticorrupción trabajan con oficiales de la sección de Anticorrupción del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para avanzar en las investigaciones que permitan dilucidar cómo se esfumaron ₡3.500 millones en el fallido proyecto de carretera Sifón-La Abundancia.
Los investigadores indagan sobre la actuación de al menos dos funcionarios del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), de la constructoras Herrera, Adrián Solano S. A. , Ecoterra y otras empresas desarrolladoras que han tenido alguna relación con el proyecto.
En respuesta a este semanario, la Fiscalía contestó que “el expediente 14-000808-0332-PE avanza en la etapa de investigación, en la fase de recolección y análisis de prueba. Dentro de esta causa, el despacho investiga los presuntos delitos de peculado e influencia en contra de la Hacienda Pública”, aunque no confirma las personas sospechosas porque no han sido indagadas.
Para ello, los investigadores revisan los resultados de una visita de campo hecha con expertos del Laboratorio Nacional de Materiales (Lananme) de la UCR para palpar en el terreno algunas de las irregularidades reflejadas en un fuerte informe de Conavi, emitido el 5 de diciembre bajo el registro GCSV-01-2019-6433.
Allí señalaron trabajos indebidos en caminos municipales y en una propiedad privada, además de entradas a fincas particulares y tareas ejecutadas en el proyecto principal, pero sin las órdenes respectivas. Además, la contratación irregular de empresas, cambios en el programa de trabajo y construcción de gaviones sin diseños y aprobación previa.
Por eso la Gerencia de Conservación de Vías y Puentes remitió ese informe al director ejecutivo de Conavi, Mario Rodríguez, con la recomendación de crear un órgano de investigación interno, suspender el pago de facturas pendientes y trasladar mientras tanto a funcionarios de esa entidad relacionados con la obra.
Además, se pidió remitir estos casos al Ministerio Público, donde ya están al tanto de este asunto y lo agregan a investigaciones pendientes sobre obras de infraestructura pública y contratos con empresas.
En el caso de Sifón-La Abundancia dos posibles responsables son el ingeniero Esteban Coto Corrales, jefe interino de la dirección Huetar Norte de la Gerencia de Conservación de Vías y Puentes, y el ingeniero Alexis Hernández Murillo, ingeniero de zona en esa misma región.
La ruta entre Sifón de San Ramón y La Abundancia de San Carlos nació como idea hace cuarenta años y se inició en 2005 con una donación de $45 millones de Taiwán, a cargo de la empresa Sánchez Carvajal, que abandonó el proyecto después de comprobarse numerosas dificultades por la inestabilidad del terreno.
En 2019 el Consejo de Administración acordó ordenar al director ejecutivo que incorporara el dinero necesario para la conservación del proyecto, a pesar de estar abandonado y en desuso. No obstante, informes posteriores señalaron que no solo se hicieron trabajos de conservación, sino también obras nuevas sin estar aprobadas.
Parte de esos trabajos los hizo la empresa Constructora Herrera, por casi ₡500 millones, pero sin autorización previa necesaria, se lee en el informe.
