La Escuela de Nutrición de la Universidad de Costa Rica con el apoyo del Consejo del Área de la Salud y la Escuela de Salud Pública, aseguran que el beneficio del etiquetado frontal en los productos alimenticios importados está bien documentado e impacta favorablemente las decisiones de las personas consumidoras.
En un comunicado, la escuela dijo que ante las múltiples enfermedades o condiciones relacionadas con la inadecuada alimentación que enfrenta Costa Rica, el etiquetado frontal en los alimentos para el consumo humano trae una serie de beneficios.
Primeramente, dijeron, señala los excesos en algunos nutrientes críticos aun cuando respondan a otra legislación internacional y segundo, permite la libre elección de los productos basada en una decisión informada.
Las condiciones de salud asociadas a problemas de exceso de peso, consumo de sodio y azúcar como la hipertensión arterial, diabetes, enfermedades renales, cerebrales y cardiovasculares, indican, “disminuyen la calidad de vida de las personas, aumentan la mortalidad y representan un gran reto para el sistema de salud”.
“Aunque no se puede establecer una causa específica para tener estos padecimientos, ya que el exceso de peso y la hipertensión son manifestaciones de una multiplicidad de factores, se cuenta con abundante evidencia científica de que una alimentación con exceso de energía y de algunos nutrientes críticos tales como sodio, azúcares añadidos, grasas saturadas, entre otros, contribuye de manera importante al desarrollo de estas enfermedades”, indican. Al mismo tiempo, en el país existen muchísimos productos alimenticios preenvasadosque contienen cantidades excesivas de estos “nutrientes críticos”.
Los especialistas indican que si bien el etiquetado general y nutricional se regula por los Reglamentos Técnicos Centroamericanos y estos no se establecen los parámetros específicos para el etiquetado frontal, estos sí indican que se puede hacer uso de “información nutricional complementaria en las etiquetas de los alimentos”.
“El etiquetado frontal que ingresa en los productos importados es información nutricional complementaria que no riñe con lo que se establece en el RTCA en lo que respecta a facilitar al consumidor la comprensión de la información relacionada con el valor nutritivo del producto”, aseguran. y agregan que si el Ministerio de Salud considera que el etiquetado frontal no está acorde a la legislación costarricense, esta medida debería extenderse “a todo el etiquetado nutricional frontal de los productos” que no esté acorde con el reglamento actual.
Los nutricionistas aseveran que si bien los países tienen diferentes parámetros para establecer los sellos, “ninguno de estos parámetros va en detrimento de la salud de las personas, todo lo contrario, están establecidos considerando el bienestar de la población”.
Por eso, aseguran que el etiquetado frontal en los productos importados beneficia a las personas consumidoras. “El beneficio para la salud del etiquetado frontal está bien documentado, como es el caso de Uruguay, donde la implementación de esta política tuvo un efecto positivo inmediato. A los 10 días de la entrada en vigencia, se observó un alto nivel de conocimiento y aprobación de la medida, así como un importante nivel de utilización para decidir la compra de alimentos”, recordaron.
Por todo lo anterior, señalaron que al no incumplir con lo establecido en el RTCA, no es necesario ocultar el etiquetado e instaron a las autoridades “a trabajar de la forma más ágil posible en la búsqueda de soluciones prontas para que la población tenga acceso a información que desde la evidencia científica esurgente, y que además sea fácil de comprender, partiendo del hecho de que el etiquetado frontal y el nutricional constituyen herramientas informativas complementarias que favorecen al consumidor en la toma de decisiones al elegir un alimento preenvasado”.
