Varias organizaciones y colectivos se unieron con diputaciones del Frente Amplio y el Partido Liberación Nacional para presentan proyecto de “Ley Trans” que salvaguardaría el derecho al reconocimiento de la identidad, el derecho a la educación, el derecho al acceso a la salud, derecho a la familia, derecho al trabajo de las personas trans, no binarias, intersex y de género diverso, mayores y menores de edad.
El proyecto de ley 23.809 “LEY DE RECONOCIMIENTO DE IDENTIDADES TRANS, NO BINARIAS, DE GÉNERO DIVERSO E INTERSEX” tiene el objetivo de que “se respeten los derechos (de las personas trans) que ya están en la constitución pero que no se están respetando”, según cuenta Keyra Martinez, de la organización Transvida.
Cuando se habla de personas trans se refiere a quienes su identidad de género difiere con la que se les asignó al nacer. Dentro de este término, están los hombres trans, las mujeres trans y las personas no binarias. Estas últimas son personas que no se identifican estrictamente como hombres o como mujeres, es decir, están fuera del género binario.
Además, el proyecto apela a las personas interasex, es decir, personas que nacieron con características sexuales que no encajan con la definición de hembra o macho. Y a las personas de género diverso, un término que se utiliza para englobar diferentes identidades de género que se salen de la visión normativa del género, entre las que se toma en cuenta la identidades presentes en las culturas indígenas que no caben dentro de la visión colonial del género.
Acceso a la salud
El proyecto de ley regula el tema de la salud. Garantiza que todas las personas trans tengan acceso a tratamientos y procedimientos de afirmación de género por medio de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS). Dado que las intervenciones médicas de afirmación de género y el reconocimiento de la identidad “reducen significativamente las tasas de ideacion suicida e intentos de suicidio” segun un estudio realizado en Reino Unido en 2014.
Entre estos tratamientos se encuentra la Terapia de Reemplazo Hormonal, en la que se cambian los niveles de hormonas de una persona para masculinizar o feminizar su cuerpo. Estos tratamientos se encuentran disponibles en la caja desde 2019, sin embargo, la oferta de tratamientos no se adecua a las necesidades de la población.
En la CCSS solamente se ofrece Terapia de Reemplazo Hormonal mediante dosis altas y por medio de inyecciones. Sin embargo, existen diferentes formas de transicionar, en cuanto a métodos, por ejemplo, inyecciones o. geles y puede variar de dosis bajas, intermedias o altas dependiendo de la rapidez y alcance de los cambios que desee el paciente.
Por esto, el proyecto busca que exista acceso a la hormonación en dosis bajas, intermedias y altas además de que se busque incluir diferentes métodos que se adapten a las especificaciones de salud mental de las personas pacientes. Y establece un tiempo máximo de seis meses a partir de la solicitud para dar inicio al tratamiento.
Además busca que exista acceso a bloqueadores hormonales. Estos son una serie de tratamientos reversibles que buscan poner en pausa los cambios hormonales producidos por la pubertad para evitar los efectos que estos puedan tener en la salud mental de las personas trans.
Esto es esencial para el mantenimiento de una buena salud mental en la población trans que atraviesa la pubertad. Un estudio de JAMA Network reveló que después de tener acceso a bloqueadores hormonales o terapia de reemplazo hormonal un grupo de personas trans de entre 13 y 20 años “tenía 60% menos probabilidades de sufrir depresión y 73% menos probabilidades de autolesión o pensamientos suicidas”.
Así mismo, afirma el derecho de las personas trans a acceder a cirugías de reafirmación de género. En el proyecto se identifican la mamoplastia, genitoplastia feminizante, perectomía, orquiectomía, vaginoplastia, liposucción, injerto de grasa, mastectomía, genitoplastia masculinizante, metoidioplastia, faloplastia, tiroplastia, histerectomía y salpingooforectomía como cirugías de reafirmación de género.
También se establece la obligación de los centros de salud a proporcionar atención médica libre de discriminacion y prohíbe las intervenciones médicas innecesarias sin el consentimiento de la persona a la que se le realicen.
Esto porque según un reporte sobre las violaciones a los derechos humanos hacia personas intersex de la Oficina del Alto Mando de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el 1,7% de los bebés que nacen son intersex. Muchas veces son sometidos a intervenciones médicamente innecesarias que “son supuestas como necesarias para cumplir con los estereotipos de género y las normas sociales y culturales de los cuerpos masculinos y femeninos”
El proyecto
El proyecto tiene 3 años de estar en construcción. Este jueves 22 de junio, a 3 días de la conmemoración de la Marcha del Orgullo, el proyecto fue presentado con la asistencia de las organizaciones que lo co-crearon. Entre ellas No Binarie Costa Rica (NBCR), Mulabi, Siwo Alar, Transvida, Trans-Parencias, Casa Rara, Gafadis, entre otras.
Un integrante de la organización Casa Rara explicó, durante la presentación del proyecto, resaltó la importancia de la ley para garantizar el acceso a los derechos fundamentales para las personas trans. “Un cambio en nuestra política es un cambio en nuestra sociedad”, afirmó.
Según las palabras de Jota Vargas, integrante de la organización No Binarie CR y pilar en la construcción del proyecto de la ley, este sigue el ejemplo de otros proyectos de ley que ya se han aprobado en otros países como la Ley de Cupo Laboral Trans en Argentina.
El proyecto será presentado en la comisión de Derechos Humanos con la firma de las seis diputaciones de la fracción del Frente Amplio y la firma de Rosaura Mendez y Andrea Alvarez ambas diputadas del Partido Liberación Nacional.
La diputada a cargo del proyecto de ley, Priscilla Vindas del Frente Amplio declaró que la Ley Trans es “una necesidad y una urgencia nacional”.
