En una época donde las redes sociales son casi imprescindibles para los ciudadanos y el 53% de la población mundial tiene acceso a Internet, las noticias falsas parecen ser el pan de cada día. Basta con abrir los diarios, las redes sociales, navegar en la web, ver la televisión o escuchar la radio para encontrarlas.
El pasado 1° de octubre surgió en Costa Rica Doble Check, una nueva iniciativa de la Universidad de Costa Rica (UCR) que busca monitorear el discurso público para así identificar información falsa y desmentirla.
El periodista y editor de Doble Check, Darío Chinchilla, asegura que la mayor competencia de este proyecto no son los otros medios de comunicación que también realizan chequeo de datos, sino las noticias falsas y las personas que las divulgan.
Asimismo, destacó que esta herramienta, más que desmentir una información, pretende brindar al lector un contexto para que pueda entender el tema a cabalidad.
Doble Check tendrá en su radar el discurso que reproduzcan los actores políticos, medios de comunicación y redes sociales, con el objetivo de demostrar la veracidad de la información.
¿Qué es Doble Check?
–Es una iniciativa de la Universidad de Costa Rica financiada por la Oficina de Divulgación e Información (ODI) y apoyada editorialmente desde la dirección del Semanario UNIVERSIDAD y desde la propia ODI. Básicamente, lo que hacemos es monitorear el discurso público para detectar falacias o inexactitudes, verificar información que podría ser incorrecta o falsa, y tratar de generar un récord limpio con respecto a esas informaciones de cara a la ciudadanía.
¿Ante cuál necesidad nace esta iniciativa?
–Las noticias falsas no son de ahora; lo que sí es de ahora es la inmensa capacidad que tienen para divulgarse a través de redes sociales y medios de comunicación. Nosotros consideramos que la necesidad de tener información confiable es un pilar de la democracia. Bajo este entendido, las personas necesitan información confiable sobre el discurso público, las cosas que pasan a su alrededor, precisamente para poder tomar decisiones informadas en su vida cotidiana. A raíz de eso es que nosotros precisamente nos enfocamos en el discurso público, le ponemos muchísima atención a lo que son actores políticos (en primer lugar), medios de comunicación (segundo lugar) y redes sociales (tercer lugar). A los actores políticos por su relevancia, a los medios de comunicación por su capacidad de divulgar noticias desde una esfera privilegiada y a las redes sociales porque estamos conscientes de la importancia que tienen algunos rumores y de la plataforma en la que se convierten las redes sociales para divulgarlos.
¿Por qué ahora es tan común que la gente reproduzca fake news?
–Nosotros no tenemos datos específicos de por qué la gente suele hacerlo. Nuestras intuiciones nos dicen que es, primero, porque es muy fácil. Segundo, porque la gente suele creer lo que quiere creer; por ejemplo, un rumor que confirme un prejuicio que tenga una persona sobre un tema va a ser más fácilmente reproducido que una información que contradiga lo que yo ya pienso con anterioridad. Bajo ese entendido, los generadores de fake news saben cómo apretar los botones emocionales de las personas precisamente para convertir a las personas en agentes virales.
¿Cuáles son los pasos para detectar noticias falsas?
–Por ejemplo, chequear un titular para ver qué emociones te hace sentir, porque muchas veces esas personas que las producen saben cómo presionarte ciertos botones para que vos reacciones ante eso. La indignación o la ira son botones muy recurridos porque se sabe que yo voy a compartir una noticia si me siento indignado, irritado o bravo, a si me siento triste o feliz. Otro punto son las noticias que vienen sin firma. Además, hay que ver si hay otras publicaciones que han reproducido la misma noticia.
¿Siempre hay que googlear las informaciones que vamos a reproducir?
–Exactamente. En primer lugar, antes de reproducir la noticia, hay que buscar las fuentes que la han reproducido, revisar quién es el autor de la nota, revisar si efectivamente el sitio a través del cual se está informando es el que dice ser, porque hay sitios que se hacen pasar por otros. También se deben ver las fuentes utilizadas para respaldar la información que le están dando. Hay que ver primero si las nombra, pero además revisar si esa fuente en otros medios ha repetido la información. En términos generales, yo siento que el gran reto que tiene esta época como consumidores de información es que todos debemos convertirnos al final de cuentas en periodistas ciudadanos, en la medida que tengamos que buscar por nuestros propios medios o ser nosotros responsables por la credibilidad que le pongamos a las noticias que consumimos.
En Costa Rica existen otros proyectos de chequeo de datos. ¿Qué diferencia a Doble Check?
–Es muy similar. En general, los proyectos de chequeo de datos se basan en los mismos principios periodísticos. Sin embargo, con respecto a otras iniciativas que existen en el país, la diferencia está en que queremos ser menos reactivos ante lo que la realidad nos imponga como noticias falsas y que nuestro trabajo se pueda insertar en un discurso público más amplio, para que cada chequeo que nosotros podamos hacer, en la medida de lo posible, se pueda insertar en una discusión más alta. Por ejemplo, más allá de chequear si el presidente afirmó que el 80% de la reforma carga al 20% de la población es cierto o falso, a nosotros nos gusta hacer un trabajo más exhaustivo, ver el fondo de la afirmación y tratar de dar un contexto lo suficientemente alto para que la persona, más allá de ver quien miente o no, pueda entender el tema como una unidad en sí misma.
¿Qué piensan de la competencia?
–Nos parece que es excelente. Hoy Gustavo (Arias) de No Coma Cuento (herramienta de chequeo de datos de La Nación) decía en Twitter que no le molestaba que nosotros hubiéramos entrado al juego del chequeo de datos. El comentario que yo le hice era que la competencia en este tipo de cuestiones no debería centrarse en cuáles otros medios están haciendo chequeo de datos, porque en realidad nuestra competencia son las noticias falsas. Muy a mi pesar, los rumores que tanto una como otra iniciativa están desmintiendo han tenido mucho más fuelle que las desmentidas por nosotros. Yo aspiro, evidentemente, a que nuestra verificación sea más divulgada que una noticia falsa, pero tampoco soy tan optimista. Yo soy optimista en la medida en que podemos contener un poco la credulidad hacia este tipo de noticias, pero no creo que le vayamos a ganar. Yo creo que, entre más medios estén haciendo este mismo trabajo, va a ser mejor. Nuestra competencia no está en el medio que está haciendo un trabajo similar; nuestra competencia es esa gente que está publicando mentiras.
¿En cuáles temas se van a enfocar?
–En temas de principal relevancia en la agenda nacional. Ahorita, evidentemente, nos hemos enfocado muchísimo en el plan fiscal, pero queremos enfocarnos en la elección de magistrados, elecciones municipales, etcétera. Estos son temas que van cambiando en la medida que cambia la realidad del país.
¿Siempre se enfocarán en aspectos políticos?
–Sí, en aspectos políticos y en temas de derechos humanos. Ahí hay temas de género, diversidad sexual, libertad de prensa, etcétera.
¿En qué plataformas van a estar?
–Sentimos que el fuerte de nosotros es la Internet. Ahorita estamos en redes y esperamos que en un par de semanas tengamos el sitio web donde podamos tener el acopio de todos los materiales que hagamos. Paralelamente a eso, estamos trabajando en una producción audiovisual semanal y vamos a hacer un pódcast que va a estar basado en los trabajos que vayamos consumiendo por semana.
¿La gente les puede sugerir temas?
-Sí. Nosotros pedimos chequeos, no damos muchas condiciones. En este punto estamos recibiendo muchísimas cosas relacionadas con el plan fiscal. Hemos podido verificar el tema de alquileres y la regresividad.
¿Van a chequear al Semanario UNIVERSIDAD?
–-Sí, se le va a chequear al Semanario y a la Universidad.
