País Inédita violencia xenofóbica causa alarma

Noticias falsas se catalizaron en macha xenofóbica contra nicaragüenses

Violenta marcha en San José muestra agravamiento de retórica de odio y estereotipos sensacionalistas en redes sociales y ciertos medios de comunicación.

Las diatribas de odio incandescente y noticias falsas que, desde hace semanas, pululan por las redes sociales y mensajes telefónicos fueron catalizadas el pasado sábado en una manifestación de odio y rechazo a la presencia de nicaragüenses en el país, una marcha que nunca pretendió ser pacífica.

El pasado 18 de agosto unas 400 personas, según datos extraoficiales, llegaron a la Plaza de la Merced con la intención de insultar y agredir a personas nicaragüenses. La Fuerza Pública debió actuar para evitar que las agresiones se saldaran con mayores daños a la integridad de las personas, y la información oficial del Ministerio de Seguridad consignó la detención de 44 sujetos y el decomiso de ocho bombas molotov, machetes, cuchillos y bates.

En redes sociales circularon videos e informaciones en que se vincularon con la marcha sujetos con tatuajes nazis, un asesor parlamentario del partido cristiano Restauración Nacional y un usual político oportunista que no logró ni el 1% en las pasadas elecciones presidenciales.

La represión desatada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua ha provocado la llegada de una oleada de personas que se ven obligadas a abandonar su país en busca de refugio. En este contexto, se han dado lugar en redes sociales y medios de comunicación crecientes críticas y generalizaciones sobre esa población, y se cuestiona su acogida.

Extremas derechas

“La hostilidad hacia nicaragüenses en Costa Rica es histórica”, observó Carlos Sandoval, profesor de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva (ECCC) de la Universidad de Costa Rica (UUCR) y autor de varios libros sobre el tema de migración.

“Lo del sábado es novedoso por su carácter público y colectivo que guarda mucha relación con grupos que se asocian en Estados Unidos con lo que se llama alt-right o derecha alternativa”, señaló.

También puntualizó ejemplos de ello Europa, en particular en Holanda, Alemania, Francia o Inglaterra con la campaña del referendo para salir de la Unión Europea (Brexit). “En Europa del este ni se diga: Polonia, Hungría… Son procesos que tienen en común que la inmigración se convierte en punto de articulación de las derechas y las extremas derechas”, aseveró.

Sandoval ofreció un recorrido histórico de las relaciones entre costarricenses y nicaragüenses, y recordó que personas de Nicaragua laboraron en la construcción del ferrocarril y participaron en la Guerra Civil de 1948 al lado tanto de comunistas y calderonistas como de figueristas.

Además, observó la polarización que generó la guerra fría, tanto antes como después del triunfo de la revolución sandinista.

Al retomar los hechos violentos del sábado, apuntó que “posiblemente hay pequeños grupos pensando ideológica y políticamente este asunto”, a los que se les suman otros sectores que “han tenido experiencias grupales”, como barras de fútbol, según se ha dicho.

Sandoval también se refirió a la presencia de sectores que apoyan este tipo de manifestaciones, los cuales surgen “del descontento social. Hacen responsables a los nicaragüenses por dificultades económicas, por ejemplo en términos de empleo especialmente, que en realidad tiene que ver más con el estilo de desarrollo del país que con explicaciones que dicen que los nicaragüenses les quitan trabajo a los costarricenses y toda una retórica que tiene por lo menos 30 años de circular”.

Analizó que “buena parte del marco ideológico que alimenta la xenofobia es pensar la migración en términos de costo: cuánto cuesta en salud, en educación, en vivienda, en ayudas sociales”.

Igualmente, destacó el estudio “Cómo los inmigrantes contribuyen a la economía de Costa Rica”, publicado este mismo año por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

“Este estudio logra demostrar que, en términos de ingresos, las contribuciones de la inmigración son mucho más que los costos”, apuntó. Recordó que, según el censo del 2011, las personas nicaragüenses alcanzan “el 6% o 6,5% del total de la población, mientras que su contribución al PIB –según ese estudio– es del 12%, un dato muy significativo”.

Represión en Nicaragua

Mónica Baltodano, excomandante guerrillera sandinista y exdiputada tanto del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) como del Movimiento de Rescate al Sandinismo (MRS), se refirió a la opresión que impone el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo y destacó que “botaron los tranques con armas de todo calibre, llegaron a utilizar cohetes antitanques, procedieron a capturar y a asesinar gente ya capturada, a entrar a los domicilios. Si no encontraban al que buscaban, se llevaban a las familias, familias enteras capturadas, hasta niños”.

Detalló que quienes han huido son, por ejemplo, “cantidad enorme de familias campesinas”, productores medianos. “Esa oleada de nicaragüenses que viene acá, en su gran mayoría, son gente que huye de la represión; no son ni siquiera gente que no tuviera empleo, que no tuviera de qué vivir”, agregó.

Además, denunció que “sabemos que hay también orteguistas que han venido aquí y que andan haciendo labor delincuencial para generar rechazo de la población costarricense frente a estos conciudadanos”. Por ello, solicitó a la población costarricense “ayúdenos a tener a esta gente que está aquí porque quiere salvar su vida, no porque quiera venirse a trabajar o a ser carga. Son gente que huye de la represión y que viene de acuerdo a los parámetros de Naciones Unidas en carácter de refugiados”.

Baltodano, quien integra el Polo Democrático de Izquierda, apuntó además que “muchos perseguidos seguimos trabajando allá, corriendo riesgos para lograr esa transición hacia la democracia; para que ese momento en que Nicaragua pueda recuperar su libertad y dignidad sea lo más pronto posible; y para que todos estos nicaragüenses puedan regresar tranquilos a su vida en Nicaragua”.

Papel de los medios

El politólogo Alberto Cortés destacó el hecho de que el actual estallido social en Nicaragua es algo totalmente inesperado para los gobiernos de ambos países; se trata de “un alzamiento que nadie esperó” que impacta a Costa Rica por “el vínculo histórico y la cercanía entre los dos países”.

“El primer lugar de refugio es Costa Rica, en parte porque algunos ya estuvieron acá, porque tienen conocidos o familiares, o porque es un lugar con estabilidad política y hay seguridad de que el Gobierno no los va a perseguir. Hay una justificada percepción de una tradición de respeto a la institución del refugio”, subrayó.

En ese sentido, observó que, cuando se da un aumento en el flujo de personas extranjeras hacia un país, es común que se de un “aumento del temor”, pues “al final, cuando hablamos del ‘otro’, este tiende a asociarse con algo extraño, que no se conoce, y eso genera miedo”.

Añadió que ese fenómeno se agrava cuando se da la coincidencia de que haya un par de situaciones violentas donde existe sospecha de que hubo particularmente nicaragüenses involucrados.

Al referirse a ello, Cortés señaló una mala práctica de la prensa y medios informativos, pues “lo que destacan no es el carácter del crimen, sino la nacionalidad de quien lo comete”. Ello tiende a “reforzar y exacerbar sentimientos de odio en sectores que ya de por sí tienen prejuicios xenofóbicos contra la población nicaragüense, y a hacerlo más vocal, más evidente”.

El politólogo especialista en temas de migración observó que el Gobierno nada puede hacer respecto al tipo de cobertura que ofrecen los medios de comunicación, puesto que “al final hay un sector de la prensa que termina haciendo periodismo de sucesos a partir de la nacionalidad del crimen. Cuando es un criminal costarricense, se destaca el crimen; cuando es extranjero, se destaca la nacionalidad”.

Lo que describe Cortés es el proceso de estigmatizar a un grupo humano a partir de una o varias características con las que se les pretende definir. Es decir, la creación de estereotipos a partir de los cuales se discrimina a ese conjunto de personas por considerarles diferentes o ajenos, y se les responsabiliza por una gama de males sociales.

Ejemplos de esa práctica discursiva y sus nefastas consecuencias abundaron en el siglo XX, desde la Alemania de Hitler –cuyos signos externos se dejaron ver el pasado sábado– hasta genocidios cometidos a fin de siglo en Rwanda y la antigua Yugoslavia.

Sin que se pueda señalar un afán por dirigir al país a una dictadura fascista, las prácticas mediáticas descritas por Cortés tienden a construir y reforzar estereotipos xenofóbicos.

Por ejemplo, el 20 de junio Diario Extra publicó una nota sobre el aumento en la cantidad de personas nicaragüenses que solicitan refugio y el problema de que la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) no cuenta con la posibilidad de pagar horas extras a su personal. Si bien ese problema es de innegable interés público, el título de la nota fue “Migración dice que nicaragüenses se están aprovechando”, con la bajada “Porque muchos viven acá desde hace años y no huyen de crisis”.

Se nota como el comportamiento de un sector de la población migrante se les endosa a todas las personas nicaragüenses.

También, el 19 de julio Diario Extra publicó una nota sobre la acción de autoridades del Ministerio de Seguridad y la DGME en el Parque de la Merced, donde intervinieron para llevar a personas nicaragüenses desplazadas que acampaban en ese sitio a albergues seguros. El título de la nota no destacó la acción humanitaria llevada a cabo con tranquilidad por las autoridades, ni las vejaciones a las que se expone la población en riesgo atendida, sino que se optó por “Nicaragüenses invaden La Merced con carpas”.

Este caso es emblemático por el uso del verbo “invadir”, típico en los discursos xenofóbicos en todo el mundo.

Otro ejemplo proviene de La Prensa Libre, propiedad de la misma empresa. El mismo día de la manifestación de violencia xenofóbica, ese medio publicó una noticia sobre el trágico desenlace de una relación absolutamente impropia según la legislación nacional.

Una menor de edad, en medio de un episodio violento, apuñaló a quien aparentemente funcionaba como su pareja, un sujeto de 68 años. En este caso, se obvió todas esas consideraciones con el titular “Nica menor de edad apuñala novio de 68 años”, además de que el párrafo inicial, de la niña, destaca que: “se dice está de manera ilegal en nuestro país”.

El 17 de agosto, en entrevista con el presidente Carlos Alvarado, el director de Noticias Repretel, Jerry Alfaro, planteó “con mucho cuidado” la migración de Nicaragua, Venezuela o Colombia, y si “estamos con una actitud de un exceso de puertas abiertas”. Posteriormente, preguntó si el país dispone de la suficiente seguridad para “controlar esta oleada migratoria”; hizo referencia a una nota de NC11; y dijo que en el Parque La Merced “hay un grupo muy grande de extranjeros (…) donde no dejan que se saque un celular para hacer una grabación; la policía fue prácticamente echada del parque. ¿Nos están quitando a Costa Rica en nuestro propio país?”.

La nota citada por Alfaro de NC11 se centró en ese enfoque, a pesar de que personas nicaragüenses intentaron explicar a la periodista que no se dejan fotografiar por temor a represalias a manos del régimen de Ortega, incluso aportaron ejemplos.

UNIVERSIDAD envió correos electrónicos a Alfaro y a Paola Hernández, directora de Diario Extra y La Prensa Libre; sin embargo, al cierre de edición no se refirieron al tema.

Rechazo total a xenofobia

La coordinadora residente del Sistema de las Naciones Unidas en Costa Rica, Alice Harding Shackelford, explicó que parte de las manifestaciones xenofóbicas son incitadas por información incorrecta o falsa, que crea un ambiente de pánico e incita a la violencia y a la incomprensión de la realidad que atraviesan los migrantes.

Shackelford se refirió al papel que juega el Estado ante este tipo de manifestaciones xenófobas y a la responsabilidad de garantizar que la migración sea ordenada, segura y regular.

“Tiene que entenderse el aporte que los migrantes hacen al país. Es un tema delicado, como lo es a nivel mundial. La migración siempre estuvo, siempre estará y es parte de nuestra realidad, y es algo que tenemos que manejar; no la podemos desparecer”, indicó.

En ese sentido, manifestó que la recomendación de las Naciones Unidas es abrir un espacio de discusión conformado por distintos sectores de la sociedad, como actores políticos, líderes religiosos y del sector privado, para articular una respuesta a la crisis de Nicaragua, un país tan cercano.

“Es un llamado también a la comunidad costarricense, de la parte religiosa, de los sindicatos, de la sociedad civil y municipalidades, que nos permiten levantar la voz y decir: ‘Bueno, la situación es delicada en la región, la situación en Nicaragua donde hay una crisis que hace que ellos vengan y debamos de apoyar los procesos de ayuda”, acotó la coordinadora.

Así mismo, Shackelford recordó que Costa Rica ha sido un país que cuenta con un marco jurídico de valores como el respeto a los derechos humanos y solidaridad, y que ha abierto la puerta para ayudar a las personas que huyen de la violencia, de las persecuciones y de la violación de derechos humanos, por lo que se debe abogar por mantener siempre esos principios.

“Tenemos que recordar que son personas que están huyendo de las violaciones de derechos humanos y que, si no vienen al país, podrían de ser asesinadas. Hay seguramente también personas que vienen a buscar una vida mejor, un ingreso, porque, como sabemos, la situación en Nicaragua está empeorando más de lo que ya estaba”, señaló.

Shackelford expresó “total rechazo” a las manifestaciones violentas y xenofóbicas contra las personas nicaragüenses, migrantes y refugiadas, e indicó que el papel que le corresponde a la ONU es de acompañamiento al Gobierno y no necesariamente tomar protagonismo en las acciones.


Marche contra el odio

Carlos Sandoval informó que se organiza por parte de diversos sectores una marcha el próximo sábado 25 de agosto. Constará de dos contingentes que marcharán a partir de las 10 a.m., uno desde la UCR y otro desde el Parque de La Merced, hacia la plaza de la Democracia.

La idea es hacer un llamado “a la paz, en contra de la xenofobia. Invitar a personas de diversas tradiciones políticas, religiosas o culturales a que compartamos más allá de muestras diferencias; la idea de que somos habitantes del planeta y no de una esquina del planeta, sea cual sea esa esquina, y que nos debemos respeto y dignidad todos”.

Recalcó la importancia de “responder con un número infinitamente mayor de personas”, y añadió que “pasamos del fundamentalismo religioso a la xenofobia y al ascenso de manifestaciones claras de una política de extrema derecha, como hay en muchos lugares hoy; eso nos ha dejado Trump y los movimientos políticos de derecha en Europa”.


 

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