País Cuestionada inversión en la CCSS

No hay tal pérdida de ₡850 millones, sostiene gerente de pensiones

Jerarca defendió validez de la decisión de cambiar inversión en dólares por una en colones, meses antes de que ocurriera una fuerte alza del tipo de cambio.

“Se habla de pérdida y en el sentido correcto no es así”.

El gerente de pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Jaime Barrantes, contradijo de esa manera la noticia divulgada la semana pasada acerca de que el fondo de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) perdió en el 2018 más de ₡800 millones como resultado de invertir $28 millones en colones a pocos meses de que sobreviniera una pronunciada devaluación de la moneda nacional.

En criterio del jerarca de pensiones de la Caja, la información se dimensionó de una forma que “deja la idea de que hubo una pérdida en el sentido de lo que ocurre cuando se da una noticia de estas, de que el dinero se le da a alguien y se pierde”, pero no es ese el caso, porque la inversión está rentando y generará ganancias.

Pese a ello dijo estar dispuesto a aceptar las recomendaciones de la auditoría interna para hacer una revisión de procedimientos y fortalecer los análisis de inversiones y de riesgos en la gerencia de pensiones, para lo cual buscará acompañamiento técnico de la Superintendencia de Pensiones (Supen).

Así lo sostuvo a propósito de la publicación de un informe de la auditoría interna de la Caja, vinculado con otro del área de riesgos de la institución, el cual estimó una pérdida del mencionado monto, como resultado de la variación del tipo de cambio del dólar que experimentó el país poco tiempo después de realizada la inversión de dólares en colones.

Según el reporte, aunque inicialmente el comité de inversiones, de la gerencia de Pensiones, había decidido hacer la colocación en dólares, la decisión se cambió repentinamente sin contar con criterios técnicos suficientes.

El IVM, administrado por la Caja, es el mayor fondo de pensiones del país, con un portafolio de ₡2,5 billones, 1,5 millones de cotizantes y 154.000 pensionados. No es la primera vez que auditorías señalan debilidades en las decisiones de inversión y que recomiendan mejoras a la administración.

Según la auditoría, en esta ocasión inconsistencias en la estimación de los escenarios llevaron al comité de inversiones de la gerencia de pensiones a variar la decisión inicial de invertir en dólares.

Algunas de las inconsistencias señaladas tienen que ver con la carencia de elementos básicos para la valoración de riesgos, el no considerar la tasa de devaluación, y un alejamiento sensible de las expectativas de variación del tipo de cambio a 12 meses establecidas por el Banco Central de Costa Rica (BCCR).

Además, la gerencia de pensiones sobreestimó el premio que se iba a obtener en colones, señaló el informe, elaborado por el área de servicios financieros de la Auditoría, que apunta la debilidad en los criterios técnicos como la causa de una mala lectura del mercado que habría llevado a la pérdida en mención.

Asimismo, señaló la ausencia de una estrategia de diversificación por moneda, que permita definir porcentajes mínimos de inversión, procurando un adecuado equilibrio entre seguridad, rentabilidad y liquidez.

La auditoría advirtió también sobre una débil asesoría del área de administración de riesgos de la Caja, que presentó un informe sobre fallas de procedimiento cuatro meses después de efectuada la inversión.

En declaraciones de prensa, la cabeza de la Supen, Álvaro Ramos, opinó que el caso muestra que hay una mala arquitectura institucional.

Sin embargo, Barrantes discrepó de las conclusiones de la Auditoría y el Área de Riesgo, y consideró correcta la decisión tomada tras analizar las opciones de inversión.

Argumentó que los dólares se habían comprado a un menor precio y cuando venció la colocación y se cambiaron, el tipo de cambio había aumentado, lo que generó una ganancia para el portafolio de ₡1.700 millones.

Eran casi ₡16.000 millones que se invirtieron en títulos valores de Hacienda a cinco años y siete años, con un rendimiento promedio de 10%, que va a generar aproximadamente ₡1.500 millones y el premio por invertir en colones se mantiene.

“Ahí está la inversión, no se ha perdido nada, más bien generó ganancias” (…), es un tema más bien de plusvalías y minusvalías que los portafolios van teniendo”, sostuvo.

REALIDAD INCIERTA

El jerarca de pensiones destacó que en este caso se trata de una inversión que representa menos del 1% del portafolio del IVM (₡2,5 billones, equivalentes a $4.000 millones), que hace colocaciones por ₡400 millones al año. Cuando estas se vencen, hay que ver cómo se colocan en un mercado financiero muy limitado, sobre todo en el Gobierno central, que es el principal emisor de títulos, el BCCR, bancos estatales y un poco en el sector privado.

Cuando se venció la colocación se hizo un análisis para ver en si los recursos se reinvertían en dólares o colones, ambas opciones válidas, de acuerdo con el ordenamiento jurídico, y así estimar dónde podría haber mejor rentabilidad, como hacen todos los fondos de pensiones del mundo, y que tienen que jugar con una realidad que es incierta, comentó.

En ese momento se venía con una estabilidad en el tipo de cambio, y ciertamente había expectativas de devaluación, pero “que son eso, expectativas”, pues nadie puede decir cómo va a estar el tipo de cambio en tres meses, consideró.

Barrantes sostuvo que todos los fondos de pensiones tienen una gestión de portafolio en la que no se puede prever lo que va a pasar con el tipo de cambio o la tasa de interés.

Respecto a la inversión comentada, relató que cuando apenas esta estaba empezando, efectivamente en agosto vino una política cambiaria del BCCR más flexible y volátil, y empezó una subida del dólar, que primero llegó a ₡630 (100 más que en enero), después bajó y ahora está más estable, pero ”nadie sabe qué va a pasar”.

Cuatro meses después de efectuada la operación el área de riesgos realizó una valoración y dijo que como la inversión se hizo en colones y no en dólares, si en ese momento se quisiera volver a hacer en dólares, se habría tenido que comprar esos dólares a un tipo de cambio mayor, y costarían como ₡850 millones más.

“Esa es la suma que se asume como pérdida y eso no es cierto”, insistió Barrantes.

Dijo que hay que tomar en cuenta que este es un fondo de largo plazo, y entonces temas de corto plazo deben verse desde esa perspectiva.

“Quiero ser contundente en que las inversiones están rentando con lo que el mercado nos ofrece, no se está perdiendo”, remarcó.

REVISIÓN

Las recomendaciones de la auditoría incluyeron hacer un estudio para precisar el impacto real de la inversión sobre el portafolio de títulos valores del régimen y, si es del caso, tomar las medidas administrativas que en derecho correspondan.

Asimismo, establecer una estrategia de diversificación por moneda en el portafolio de inversiones, a fin de disponer de un portafolio de inversión diversificado y balanceado entre riesgo, rentabilidad y liquidez.

Pese a su discrepancia con las conclusiones de la auditoría, el gerente de pensiones se manifestó anuente a realizar la revisión de procedimientos recomendada por los auditores para fortalecer los análisis de inversión y riesgo, y particularmente para tener más claridad en cuanto a expectativas de devaluación y el tipo de cambio, así como revisar el rol asesor del área de riesgos.

En cuanto a la recomendación de tener una estrategia de diferenciación por moneda, Barrantes dijo que todos los años tienen una política de inversiones en la que se establecen las inversiones en dólares.

“Lo que la auditoría plantea es que se defina un porcentaje de dólares para cubrir el riesgo cambiario, que no esté sujeto a un análisis de rendimiento”, explicó.

La experiencia debe servir a pensiones y todos los agentes económicos como llamada de atención sobre la volatilidad que puede haber por el tipo de cambio, apuntó Barrantes, quien ve lo sucedido con esta inversión como una oportunidad para revisar los procedimientos y fortalecer la toma de decisiones, lo cual piensa hacer con ayuda externa.

Dijo que ya habló con el superintendente de pensiones para que la Supen pueda dar apoyo técnico, e incluso aceptaría que participe gente de puestos de bolsa y otras operadoras para que vean cómo se está haciendo el proceso de toma de decisiones y en qué se puede mejorar.

Una posición del gerente que va en sintonía con la reacción del presidente ejecutivo de la Caja, Román Macaya, quien declaró que el caso debe servir para revisar los procedimientos y la estrategia en las inversiones, y que el tema sería visto por la junta directiva de la institución en los próximos días.

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