País

Mujeres dedican casi 20% de su tiempo al trabajo doméstico y de cuido

Las mujeres de entre 20 y 59 años en hogares en los que hay menores de 5 años son quienes, antes de la pandemia, presentaban las menores tasas de ocupación

Ser mujer en América Latina es sinónimo de desigualdad y aunque en las últimas décadas esta brecha venía presentando mejorías, la pandemia del COVID-19 generó un retroceso de casi 20 años: a la fecha las mujeres dedican un 19,6% de su tiempo al trabajo doméstico y de cuido, casi el triple que los hombres, quienes sólo destinan un 7,3%.

Así lo confirmó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), durante la presentación del documento La sociedad del cuidado: horizonte para una recuperación sostenible con igualdad de género que orienta los trabajos de la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe que se celebró esta semana en Buenos Aires.

Dicha investigación evidenció que, cerca de un 60% de las mujeres en hogares con presencia de niños y niñas menores de 15 años no participa en el mercado laboral por atender responsabilidades familiares, mientras que en hogares sin presencia de niños y niñas del mismo tramo de edad esta cifra se ubica en el 18%.

Las mujeres de entre 20 y 59 años en hogares con presencia de niños o niñas menores de 5 años son quienes antes de la pandemia presentaban las menores tasas de ocupación y quienes, asimismo, registran los mayores descensos en los niveles de ocupación como consecuencia de la crisis.

José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL indicó que el mundo y la región latinoamericana se encuentran en un escenario de crisis prolongada multidimensional y una recuperación desigual que ha impactado desproporcionadamente a las mujeres agravando los nudos estructurales de la desigualdad de género.

“Este escenario exige contar con diagnósticos precisos y propuestas concretas que permitan dejar atrás un modelo de desarrollo que ha ignorado el cuidado de las personas y del planeta. Es momento para cambios transformacionales como el que propone la sociedad del cuidado, añadió.

Y aunque la pandemia tuvo un impacto tan negativo en la economía, lo cierto es que la baja en los niveles de desempleo y la tasa de participación laboral de las mujeres no se explican únicamente por el debilitamiento del empleo, sino que el principal obstáculo para la plena inserción de las mujeres en el mercado laboral está relacionado con la sobrecarga del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado.

La CEPAL ha estimado que cerrar las brechas género de participación laboral podría incrementar el Producto Interno Bruto (PIB) en 6,9 puntos porcentuales entre 2016 y 2030 en la región.

Mientras tanto, la escasez de tiempo de las mujeres impide, por ejemplo, mayores niveles de participación política, prueba de ello, es que en 2021 las mujeres ocupaban el 33,6% de los escaños de los parlamentos nacionales en América Latina y el Caribe, por lo que se estima que a este ritmo tomará más de 40 años alcanzar la paridad en los parlamentos nacionales.

 

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