Los comerciantes son prácticos en cualquier lugar del mundo: allá donde haya sol, no venderán capas contra la lluvia; donde haya mosquitos alguien ofrecerá repelente y todos los destinos turísticos del orbe ofrecen chucherías para que tías y sobrinos recuerden sus viajes.
Ese acuerdo tácito por el pragmatismo, sin embargo, no alcanzó a los políticos desamparadeños: uno de los cantones con mayor abstencionismo del país tiene también la mayor inscripción de banderas electorales.
Para la elección del próximo 7 de febrero, más partidos están inscritos por la alcaldía de la Municipalidad de Desamparados que en cualquier otro cantón, con un total de 14, uno más que el cantón central de San José.
“En Desamparados existen muchas organizaciones y personas que desean ser parte de los procesos políticos, que consideran que tienen capacidades para poder participar en estos procesos y están en su derecho”, explica la actual alcaldesa, Maureen Fallas.
Desamparados es un cantón que le hace honras al nombre y durante los últimos años ha destacado por la creciente conflictividad social, el incremento en el número de asesinatos y las luchas territoriales entre clanes del narcotráfico.
Según el Censo del 2011, 19 de cada 100 hogares desamparadeños no tienen cómo satisfacer sus necesidades básicas, con la agravante de que muchas de las familias están a cargo de mujeres solas (ellas son jefas en el 34,2% de hogares)
Aun más, es un cantón con necesidades muy particulares: la falta de empleo local lo convierte (como tantos otros en la Gran Área Metropolitana) en un gran dormitorio, de donde sale la mano de obra que mueve la industria y el comercio en otras partes del Valle Central.
Además de dormitorio, cada cuatro años atrae a centenares de caravanas y mitines políticos: con sus populosos barrios, es el tercer cantón que más votos ofrece y un abstencionismo “manejable” del 30% en las elecciones nacionales del 2014. Desamparados provee cerca de 150.000 votos.
Pero esto cambia en los comicios locales, donde el abstencionismo aumenta hasta el 84,3%. Mientras una mayor participación del municipio beneficia a los candidatos nacionales cuando buscan llegar a Casa Presidencial, una menor participación hace la “aritmética de la alcaldía” más manejable.
“Nuestro país no se caracteriza porque en elecciones municipales, la gente tenga conciencia de su importancia”, apunta la alcaldesa.
Por la bajísima participación en los pasados comicios municipales, a la actual alcaldesa Maureen Fallas le bastó con un 7,5% del total de votos posibles del cantón para vencer en las elecciones del 2010.
En aquella ocasión, el PLN recibió 11.000 de los 22.000 votos emitidos. Ningún otro partido superó los 3.500 electores en aquella ocasión.
“Aquí a veces existe poca identidad, porque somos tantas las personas que convivimos en el cantón que a veces no se logra trascender para que todos conozcan a los candidatos”, señala la alcaldesa.
Fallas no buscará la reelección por el Partido Liberación Nacional y dará espacio a nuevos nombres en esa agrupación. Junto al candidato liberacionista, el próximo domingo participarán otras nueve agrupaciones que tienen representación nacional y cuatro partidos cantonales: Desamparados Unido, Fuerza Democrática Desamparadeña, Ecológico Comunal Costarricense y Progreso Comunal Desamparadeño.
Según datos del TSE, la gestión de la actual alcaldesa tiene altibajos. En comparación con los resultados que registra el Fichero Cantonal 2010, Desamparados presenta una caída considerable en los índices evaluados, exceptuando el Índice de Gestión Municipal (el cual demuestra una mejora en la administración de los asuntos locales) y en el índice relacionado con el nivel de pobreza (de lugar 29 a 17).
“Es relevante destacar el deterioro de la calidad de vida por la desmejora en los índices de desarrollo humano (de lugar 37 a 72), de competitividad (de lugar 10 a 18) y en el acceso equitativo a oportunidades de desarrollo para las mujeres (de lugar 59 a 73)”, apunta el Fichero Cantonal 2013.
Otro punto clave es la asimetría a lo interno del cantón: entre el distrito con mejor calidad de vida (San Antonio) y el que menor calidad tiene (Rosario) hay 22 puntos porcentuales en el Índice de Desarrollo Social Distrital, que valora las dimensiones económicas y educativas, de participación ciudadana y salud.
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“Aquí el abstencionismo se da porque a veces existe poca identidad, porque somos tantas las personas que convivimos en el cantón que a veces no se logra trascender para que todos conozcan a los candidatos”.
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