El ministro de Salud, Daniel Salas, explicó este miércoles por la tarde las estrategias que sigue Costa Rica para rastrear casos sospechosos de COVID-19, las cuales llegan tras las declaraciones del presidente salvadoreño, Nayib Bukele en las que indicó que el país tiene menos casos porque realiza menos pruebas (Ver: Bukele aseguró que Costa Rica aplanó curva por aplicar pocas pruebas de diagnóstico)
De acuerdo con Salas, las autoridades tienen una definición de caso que ha ido cambiando con el tiempo; además realizan muestreo agresivo de focos detectados, control de casos importados a través de vuelos y transportistas, vigilancia centinela y en zonas de riesgo.
En cuanto a la definición del caso sospechoso, las variables para identificar a los pacientes con COVID-19 han aumentado, lo que ha permitido que el país tome acciones y se adelante a una mayor transmisión. “La definición es más sensible y abierta y aún así la cantidad de casos ha sido menor porque no hay transmisión comunitaria del virus”, dijo Salas.
A esto se suma un muestreo agresivo en focos de contagios detectados. Esta acción se ha realizado en call centers, centros de larga estancia para adultos mayores, entre otros.
Otra estrategia es el control de casos importados. En esta línea, Salas destacó que las fronteras se mantienen cerradas y que cuando ingresan las personas repatriadas, se les toma muestras y se envían a casa por 14 días.
Por otra parte, a los transportistas que intentan ingresar al país por las fronteras y que presentan síntomas no se les permite la entrada. Al resto que no presentan síntomas se les da trazabilidad y también se les hace muestreo.
A esta estrategia se suma la vigilancia centinela, la cual permite la captación de personas con síntomas respiratorios en 18 partes del país, lo que permite saber cuáles virus respiratorios están circulando en el país. Esto no es nuevo; sin embargo, las autoridades han hecho un fortalecimiento aumentando la cantidad de pruebas.
Además, las autoridades se encuentran realizando vigilancia en zonas de riesgo, lo cual contempla 33 localidades con alta densidad poblacional y con comportamiento de paso migratorio regular.
Salas destacó también que Costa Rica tiene un promedio de 6% de positividad, eso significa que de 100 personas que son muestreadas 6 son positivas. “Si ese porcentaje fuera mucho más cercana a 20%, 30% o 50% nos diría que hay más circulación del virus”.
Otro parámetro es el impacto en los servicios de salud. “Si existe más cantidad de casos en cuidados intensivos, también nos da un reflejo de lo que está pasando en toda la población. Entre más circulación tengamos de un virus, obviamente va a haber más casos graves en cuidados intensivos”, mencionó.
Según datos del Ministerio de Salud, el país cuenta con casi 13 mil pruebas para detectar el COVID-19, mientras que está a la espera de 152.750 pruebas para la Caja Costarricense del Seguro Social y de 20.000 para el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa), que esperan recibir este mes de mayo.
“Sobre la capacidad de procesamiento, actualmente, entre CCSS e INCIENSA se pueden procesar cerca de dos mil quinientas pruebas por día, visualizando poder ampliar hasta a cuatro mil pruebas diarias”, añadió el Ministerio.
Desde el inicio de la pandemia, el objetivo de las autoridades de Salud ha sido no permitir que la circulación del SARS-COV-2 aumente al punto de que el sistema de salud colapse.
El Ministerio de Salud reportó este miércoles 761 casos positivos por COVID-19; es decir, 6 más que el martes. Actualmente, 6 personas han fallecido, mientras que 428 se han recuperado.
Del total de casos, 18 se encuentran hospitalizados, 5 de ellos en la unidad de cuidados intensivos.
