El periodista y escritor de 37 años Carlos Alvarado Quesada confirmó su precandidatura presidencial dentro del Partido Acción Ciudadana (PAC) con miras en las elecciones de febrero del 2018.
Es el primer nombre en confirmar una aspiración presidencial como un proyecto de continuidad del PAC. Lo anunció este jueves en comunicado de prensa en el cual anunció que abandonará el cargo de Ministro de Trabajo mañana 20 de enero; así cumpliría con los plazos que la ley obliga a los miembros del Gobierno deseen postularse por la Presidencia.
Alvarado, oriundo de Pavas y cercano al presidente Luis Guillermo Solís, ha sido ministro de Trabajo desde marzo del 2016, cuando se trasladó desde el puesto de ministro de Desarrollo Humano asumido desde mayo del 2014. En la campaña anterior fue consejero en comunicación y antes fue asesor parlamentario de los rojiamarillos.
En el comunicado de hoy se atribuye logros como la “renegociación de convenciones colectivas, reducción de tiempos en trámites de las pensiones del magisterio, nueva fórmula salarial del sector privado y ejecución más alta del programa Empléate”. También manifiesta que el puesto lo tomará de manera interina el viceministro Alfredo Hasbum.
Después de meses de consulta y reflexión, Alvarado decide romper el hielo dentro del partido oficialista. Lo intenta como hombre-equilibrio entre las tendencias internas, entre ellas las que representan el exdiputado y actual embajador Juan Carlos Mendoza y la más tradicional simbolizada por el excandidato presidencial y actual diputado Ottón Solís.
¿Podrá cohesionar a un partido que se convidó en un Pangea incluso antes del triunfo del 2014? ¿Competirá Alvarado o solo participará para competir después? ¿Tiene suficiente kilometraje con solo tres años de experiencia en cargos públicos? ¿Pagará los vidrios quebrados del actual gobierno? ¿Se podrá colgar alguna medalla como la de reducción de la pobreza o renegociaciones de convenciones colectivas laborales?
Las respuestas solo pueden ir dándose cuando se confirme la parrilla de competencia interna en el PAC, cuyos estatutos prevén una convención abierta por realizarse en junio para escoger al candidato. El panorama en este momento, según consultas con varios dirigentes internos, parece indicar que esta vez no será necesaria una elección interna como la que permitió en 2013 a Solís erigirse como el candidato del PAC.
En medio de la apatía partidaria de los ciudadanos, el PAC es la tercera fuerza política, según la encuesta más reciente del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP), de la UCR. Según el estudio, de cada 100 costarricenses, tres se declaran simpatizantes rojiamarillos.