País

Miguel Ángel Rodríguez critica ‘provincialización’ del PUSC

El exmandatario ve coincidencia con PLN en aumento de poderes territoriales, lo que incide en el debilitamiento como opción presidencial y en gestión de bancada legislativa.

El expresidente de la República Miguel Ángel Rodríguez criticó este martes el desequilibrio de poder interno dentro de su Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) que lo hace perder fuerza como actor en la Asamblea Legislativa y como opción para gobernar, al depender de las estructuras provinciales y cantonales con poca visión de alcance nacional.

“Con dolor y crudeza empiezo por casa, mi partido el PUSC, al que tanto debo y para cuyos dirigentes tengo tanto afecto, gratitud y aprecio, sufre de una provincialización, casi cantonización de sus estructuras”, dijo el exmandatario en un comunicado de prensa con opiniones sobre una serie de temas y sobre otras agrupaciones.

“El sistema de selección de los candidatos a diputados (las asambleas de cada provincia tienen la última palabra) lo ha feudalizado, y el poder originado -sin contrapesos- en la base cantonal que establece las candidaturas a la Asamblea Legislativa lo ha hecho perder unidad frente a los problemas nacionales”, agregó Rodríguez sobre el partido que ganó las elecciones presidenciales por última vez en 2002 y que ahora tiene 9 de 57 curules legislativas.

Rodríguez, quien gobernó entre 1998 y 2002, lamentó que ahora el PUSC es poco más que la unión de intereses para el reparto de candidaturas para diputados, lo que lo aleja de convertirse en una alternativa de gobierno “moderada de centro derecha” con socialcristianos, conservadores, evangélicos y liberales, seguidor de las tradiciones locales y cumplidor de las tareas modernas de responsabilidad global.

Este giro hacia el poder local, que comenzó hace unos años y que se aplicó para elegir a sus diputados en 2018, hace al PUSC coincidir con su rival histórico Partido Liberación Nacional (PLN), que aloja un creciente poder relativo de sus alcaldes y un decrecimiento de liderazgo nacional de cualquier tipo, lo cual también incide en la falta de cohesión de la bancada legislativa.

“La opción tradicional de centro izquierda, el PLN, se debilita y fragmenta ante el choque de visiones de desarrollo irreconciliables entre su socialismo intervencionista de hace medio siglo y los afanes renovadores de un capitalismo sin visión comunitaria. Su estructura de poder se debate entre liderazgos que se enfrentan como acérrimos enemigos y ahora tiende a su municipalización”, dijo el exmandatario.

El PLN, la agrupación más dominante en los gobiernos locales, enfrenta tensiones internas por la presión de los alcaldes para tener un mayor poder relativo en la asamblea nacional y en la designación de diputados, en menoscabo del candidato presidencial. Los verdiblancos, sin embargo, aún someten a consideración de la asamblea nacional las nominas provinciales.

Otra opinión dio Rodríguez sobre el Partido Acción Ciudadana (PAC), al que le atribuye una “trayectoria de antipolítica y su afán de dividir nuestra sociedad con la promoción de cambios contrarios a los valores y tradiciones costarricenses”, en alusión a temas como el aborto y la eutanasia, prácticas que el exmandatario repudia en coincidencia con sectores conservadores y religiosos. Esos temas, dice él, serán los caballos de batalla del PAC “para dejar atrás los graves yerros de sus dos administraciones en lo económico y lo social”.

Entre lo que hagan estos partidos, opinó, puede dejarse espacio para “un advenedizo político sin una estructura que le permita llevar a cabo un buen gobierno, pero con la capacidad de engatusar con un mensaje populista de derecha o de izquierda, a un pueblo ávido de soluciones”, como ha ocurrido en otros países.

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