El resultado electoral del 1º de abril depende de la decisión de menos de 500.000 costarricenses que, a un mes de la segunda ronda, aún piensan a quién entregarán el voto. Por Fabricio o por Carlos, contra Carlos o contra Fabricio.
La cifra cercana a 450.000 se obtiene al proyectar sobre el padrón nacional (3,3 millones de electores) al 20% de indecisos que se refleja entre las personas decididas a votar en la encuesta más reciente de la Universidad de Costa Rica (UCR). En esta, se muestra una competencia reñida entre el oficialista Carlos Alvarado (Partido Acción Ciudadana, PAC) y el opositor Fabricio Alvarado (Partido Restauración Nacional, PRN).
Al registrar ambos un “empate técnico” –con un apoyo cercano 40% cada uno (cerca de 900.000 seguidores según la proyección)– la cifra de indecisos se vuelve trascendental para analizar quién podría gobernar Costa Rica entre el 2018 y el 2022, más aún al considerar que estos se manifiestan seguros de asistir a votar.
Un 67% de la muestra total (1028 personas) responde que sí participará en la elección, lo que indica que se abstendría de votar un 33% (casi igual que los datos reales de la 1ª ronda del 4 de febrero).
Estos resultados se derivan del estudio de opinión electoral hecho por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la UCR entre el 27 y 28 de febrero, sobre un nuevo grupo de encuestados escogidos al azar de la lista de teléfonos celulares de Costa Rica (98% de los ciudadanos tiene uno).
A Carlos Alvarado lo respalda un 41% de la muestra y a Fabricio Alvarado, un 39%: sin embargo, el margen de error de la encuesta es 3,1 puntos hacia arriba o debajo de cada cifra, por lo cual ambos porcentajes podrían superponerse entre sí. Esto es lo que se llama “empate técnico”.
Lo que queda claro es cuán reñida es la lucha entre ambos candidatos y el valor que toman los indecisos, pues en esta etapa se reduce la posibilidad de que simpatizantes de un candidato cambien de opinión y apoyen al contrincante. La encuesta muestra que solo uno de cada 100 votantes de Fabricio Alvarado se pasó de bando y viceversa. Aquí la lucha es por ese medio millón de indecisos.
¿Quiénes tienen esa llave?
La encuesta CIEP-UCR realizada para publicarse en Semanario UNIVERSIDAD y en las radioemisoras universitarias permite identificar características generales de esa población indecisa, las cuales son distintas de las de los indecisos en la recta final previa a la 1ª ronda.
La mayor indecisión reside en las mujeres, tal como ocurría antes del 4 de febrero, pero ahora incide más en la población mayor a los 55 años de edad, que era justamente el segmente fuerte del Partido Liberación Nacional (PLN) en la 1ª ronda.
Los adultos de entre 35 y 55 años eran los más indecisos antes, pero ahora son los menos y es el grupo etario que más favorece a Fabricio Alvarado.
En términos de nivel educativo, los que tienen más decantada su opinión son las personas con estudios universitarios, mientras que los partidos tienen margen de trabajo en la población cuyo máximo nivel de educación es la secundaria.
Asimismo, las tres provincias costeras del país acumulan la mayor indecisión, aunque, al mismo tiempo, son las que más apoyo otorgan a Fabricio Alvarado. Por ejemplo, en Puntarenas está indeciso uno de cada cuatro encuestados.
Llama la atención los abundantes cambios en el grupo de indecisos, pues en diciembre eran sobre todo menores de 35 años y con estudios universitarios; a finales de enero eran personas adultas menores de 55 años y con solo educación primaria, y ahora se trata de mayores de 55 años y con educación hasta secundaria.
Entre los simpatizantes de Carlos Alvarado hay un leve peso mayor de los hombres, un dominio de jóvenes menores de 35 años y una aplastante preponderancia de personas con educación universitaria (entre ellos, la inclinación por el oficialista llega a 65%). Además, el PAC es más fuerte en Cartago, Heredia y San José, y entre quienes no suelen participar de manera periódica en actividades religiosas.
Por partidos
A Fabricio Alvarado lo favorecen hombres y mujeres casi por igual, en mayor medida la gente de entre 35 y 55 años y población con menor educación formal. En Limón es muy grande su ventaja (casi 60%) y también domina en Puntarenas y en Guanacaste.
Además, lo apoyan personas que más asisten a actividades religiosas, como es de esperar para el candidato que representa un partido confesional y ha hecho buena parte de su campaña basado en promover lo que considera son valores cristianos.
Otro dato importante es que está indeciso uno de cada cuatro votantes en 1ª ronda del Partido Liberación Nacional (PLN), de Unidad Social Cristiana (PUSC) y del Republicano Social Cristiano. Además, sigue pensando su voto un tercio de quienes votaron por Juan Diego Castro. Esto a pesar de que la mayoría de las personas que votaron por estos candidatos se inclinan ahora por Carlos Alvarado.
Lo que sí gana Fabricio Alvarado es el favor de la mayoría de personas que no votaron el 4 de febrero y que sí lo harían el 1º de abril, en una proporción de dos simpatizantes por cada uno de Carlos Alvarado.
El mayor porcentaje de indecisos en los distintos segmentos no indica que de ahí provenga la mayor cantidad en números absolutos. Por ejemplo, el porcentaje de indecisos es casi igual en Limón y en Alajuela (22%), pero en cantidad son muchos más los alajuelenses con la decisión pendiente (casi 93.000) que los limonenses (unos 40.000).
La provincia de San José es la que en apariencia tiene un menor porcentaje de indecisos, pero, como es la más populosa, también es de interés para los partidos, pues hay más de 110.000 votos sin “dueño”.
Los puntarenenses indecisos rondan los 54.000 (26% de los decididos a votar); los guanacastecos, 40.000 (24%); los cartagineses, 50.000 (19%) y los heredianos, 35.000 (17%).
