Desde el año 2014 existe una evidente concentración de los contratos otorgados por el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) en manos de las empresas MECO y H. Solís S.R.L. Entre 2014 y 2019, la mayoría de las licitaciones de conservación vial se oorgaron a estas dos compañías.
Precisamente en 2019, un estudio desarrollado por el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) de la Universidad de Costa Rica sobre la Red Vial Nacional evidenció que en el 2014 se adjudicó el contrato de conservación de 10 de las 22 zonas de conservación vial que había en el país a MECO; 10 a H. Solís S.R.L. y solamente dos a la compañía Quebradores del Sur.
Para el 2019, MECO y H.Solís se dividían un presupuesto total de ₡177.673 millones designados para estos contratos de conservación, según confirmó entonces a UNIVERSIDAD el director ejecutivo de Conavi, Mario Rodríguez.
Estas concentraciones se han ido incrementado con el paso de los años. En el 2013 todavía participaban en el pastel de los contratos para conservación vial las compañías MECO, H. Solís S.R.L., Quebradores del Sur, CONANSA y Grupo Orosí Siglo XXI; no obstante, MECO y H. Solís mantenían el pedazo más grande.
Los contratos están vigentes hasta octubre de 2021, pues quedaron amarrados en la administración de Luis Guillermo Solís, por un monto que ronda los ₡250.000 millones.
Estos millonarios contratos son financiados con el impuesto al combustible y el marchamo y tienen el objetivo de arreglar y dar mantenimiento a carreteras.
Ramificación de investigaciones
Los cuestionamientos e investigaciones sobre el cumplimiento de contratos de las empresas que hoy tienen la mayoría de las licitaciones para conservación vial no son nuevos.
En julio del año pasado se conoció que la Fiscalía de Probidad, Transparencia y Anticorrupción, junto a policías del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) realizaron una inspección ocular en la pista de aterrizaje del aeropuerto Daniel Oduber, en Liberia.
Los funcionarios investigaban posibles delitos de corrupción en torno a obras millonarias adjudicadas a la empresa constructora MECO, y el delito por el cual indagaban era posible falsedad en la recepción de obras y pagos irregulares ejecutados por el Consejo Técnico de Aviación Civil.
En el año 2013, UNIVERSIDAD dio a conocer que el Conavi le adelantó cerca de ¢1.000 millones a la constructora H. Solís para que comprara el cemento que se requería en la rehabilitación del tramo Manolo´s y Aeropuerto, en la carretera Bernardo Soto.
En esa época, le fue adjudicado el contrato de mantenimiento vial, línea 1-5 en Alajuela norte, por un monto de ₡6.751 millones, pero usualmente los contratistas adjudicados primero realizan las obras con capital propio de su empresa y luego envían una factura al Conavi con los gastos de las obras.
