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Más lejos de Ortega y mejor paga: las razones de los nicaragüenses para migrar de Costa Rica a EE.UU.

Las remesas enviadas de Estados Unidos a Nicaragua alcanzaron $679,2 millones en el tercer trimestre de 2022, mientras las enviadas desde Costa Rica fueron de $66,2 millones en el mismo periodo, según el Banco Central de Nicaragua.

Ismael Mercado Sandino, migrante nicaragüense, había estado 17 años trabajando en Costa Rica en jardinería primero y después en remodelación; pero en diciembre del año pasado se le presentó “la oportunidad” y emprendió un peligroso viaje hasta Estados Unidos, en busca de un mejor salario.

El hombre de 36 años originario de Diriamba, en el departamento de Carazo, es uno de los nicaragüenses que migraron a EE. UU. en los últimos años, ya no solo desde Nicaragua, sino ahora también desde Costa Rica.

A partir del 2021 la migración de nicaragüenses hacia EE. UU. aumentó tras la llegada de Joe Biden a la presidencia de ese país. Las detenciones de migrantes nicaragüenses en la frontera entre EE. UU. y México pasaron de 47.300 en el año fiscal 2021 a 157.400 en el año fiscal 2022, según datos del Departamento de Seguridad Nacional de ese país (Ver cuadro “Algunos datos de migrantes nicaragüenses en el norte”).

Sin embargo, el más reciente cambio en la política estadounidense ya está dificultando el ingreso de migrantes venezolanos, cubanos, haitianos y nicaragüenses al país del norte.

La salida de nicaragüenses desde Costa Rica no es registrada de forma oficial; pero expertos consultados confirmaron que el desplazamiento se está dando, aproximadamente desde el 2021.

El economista nicaragüense Enrique Sáenz dijo a UNIVERSIDAD que, como casi la totalidad de estos desplazamientos son irregulares, es difícil cuantificar “pero sí, por conocimiento personal, por relación con personas que se han desplazado, pude detectar que esto comenzó en el segundo semestre del 2021 y se acentuó a lo largo del 2022”.

Elvira Cuadra, socióloga nicaragüense y directora del Centro Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica (Cetcam), también dijo a este medio que, en efecto, hay personas que estaban refugiadas en Costa Rica desde 2018 y que en el transcurso del último año tomaron la decisión de salir de Costa Rica en dirección a EE.UU.

“No se conoce exactamente la cantidad de personas que han hecho ese traslado migratorio; pero sí se habla de que hay una cantidad importante”, dijo Cuadra.

Mercado, quien actualmente se encuentra en Lexington, en el estado de Kentucky, contó que, si bien aquí tenía trabajo, tomó la decisión porque quería cambiar de ambiente y porque su primo le dijo que allá iba a ganar más que en Costa Rica (Ver nota “Migrante nicaragüense: “Yo pasé muchas cosas en el camino que no se lo deseo a nadie”).

“Tengo un primo que está aquí igual y él fue el que me buscó el contacto del que lo había cruzado a él. Fue cuando yo dije ‘que sea lo que Dios quiera’”, señaló Mercado en entrevista con UNIVERSIDAD.

Mayor remuneración económica

Aunque las causas de la migración dependen de cada caso, Saénz señaló tres: Las posibilidades de mayor remuneración económica en EE. UU.; alejarse de posibilidades represivas del régimen Ortega Murillo, en los casos de connotación política; y la incertidumbre en Costa Rica para los solicitantes de refugio.

En el caso del factor económico, Saénz explicó: “Cuando uno revisa los montos de las remesas que llegan a Nicaragua desde Costa Rica y las que llegan desde Estados Unidos, pues las de Estados Unidos son bastante mayores”.

Según datos del Banco Central de Nicaragua, las remesas procedentes de EE. UU. alcanzaron $679.2 millones en el tercer trimestre de 2022, mientras las recibidas desde Costa Rica fueron $66.2 millones en el mismo periodo (Ver infografía Algunos datos de migrantes nicaragüenses en el norte).

Aunque los salarios dependen de varios factores, como el estado en el que se encuentra la persona, la ocupación o el nivel de escolaridad, “resulta evidente que los ingresos que se perciben en Estados Unidos, por los oficios que llegan a desempeñar los nicaragüenses, construcción, servicios del hogar domésticos, tienen un ingreso mayor, y en consecuencia pueden enviar mayores remesas a sus familiares que quedan en Nicaragua”, destacó Saénz.

“A medida que fue aumentando la corriente migratoria desde Nicaragua hacia Estados Unidos, entonces empezó también a aumentar el flujo desde Costa Rica por las mejores condiciones económicas, laborales, que aparentemente se ofrecían en Estados Unidos”, indicó Sáenz.

“Resultaba evidente porque aquí hay unos lazos de comunicación que no operan por la vía de los medios de comunicación, sino que es una especie de boca a boca, de lazos familiares, comunitarios y de amistades”, resaltó.

Ismael Mercado relató: “El mismo primo mío tiene dos primos más acá que andan trabajando con un señor en remodelación y así fue que ellos me consiguieron (trabajo). Yo vine un viernes y ‘de una’ entré a trabajar”.

Actualmente está ganando $14 la hora (alrededor de ₡7.800 al tipo de cambio actual).

El caso de los solicitantes de refugio

Para Sáenz, otro factor que puede motivar la migración es que las personas, cuyos casos son de connotación política, “probablemente tienen el sentimiento de que en Estados Unidos están más lejos de posibilidades represivas por parte del régimen”.

Y otro factor que señaló el economista es que “el estatus migratorio tenía algunas indefiniciones para los solicitantes de refugio”. “El tema de la incertidumbre creo que también gravitó como un factor adicional”, dijo.

Elvira Cuadra, por su parte, refirió que otra razón para migrar es que “parte de la familia de estas personas, que aún se encontraban en Nicaragua, tomaron la decisión de migrar a Estados Unidos y ellos se fueron detrás procurando razones de reunificación familiar”.

De acuerdo con datos solicitados por este medio a la Dirección General de Migración y Extranjería, entre enero y octubre de 2022 se emitieron 511 resoluciones por “desistimiento” a nicaragüenses; es decir, personas solicitantes de refugio que interrumpieron su proceso de solicitud de condición de refugiado.

5 de enero: Cambia la política migratoria

La migración hacia EE. UU. se disparó por una flexibilización de la política migratoria de ese país que permitía a los migrantes que ingresaran de manera irregular o que intentaran cruzar la frontera, ser retenidos por autoridades migratorias, pero no deportados. A estas personas se les abría un procedimiento especial que les permitía permanecer en el país y trabajar sin ser deportados.

No obstante, el 5 de enero de este año, el presidente de EE. UU., Joe Biden, anunció sorpresivamente el cierre de la frontera sur para los migrantes nicaragüenses, cubanos, haitianos y venezolanos.

El cambio en la política migratoria consiste en que ahora, para aplicar a un nuevo proceso de “parole” (libertad condicional), deberán ingresar de forma segura y ordenada bajo el auspicio de un patrocinador financiero que ya esté en EE. UU. (individuos o representantes de organizaciones) y solo podrán ingresar 30.000 migrantes por mes, de todos esos países combinados.

Según el anuncio, si un migrante entró a México o EE. UU. de manera irregular después del 6 de enero, ya no tendrá la posibilidad de aplicar al “parole”.

Cuadra afirmó que esto impactará la migración también desde Costa Rica. “El número es limitado, es una cantidad que ya está definida y hay muchas personas que tienen la posibilidad de solicitar ese ‘parole’ humanitario y quieren solicitarlo. Me refiero a nicaragüenses que están en México, que están en Nicaragua y tienen la intención de migrar, e incluso los que están en Costa Rica. Eso lo que va a generar es mucha presión, tanto en Nicaragua como en Estados Unidos”, consideró.

Ismael Mercado lo confirmó, dijo que “las fronteras están cerradas para todos y a muchos inmigrantes los están regresando de México también”.

“Si yo me hubiese venido en enero, yo no hubiera logrado pasar. El viaje se me adelantó y yo sé que fue obra del Señor que se me adelantó porque ese era el sueño mío, venirme para acá”, expresó Mercado.

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