Más de 150 mil estudiantes en condición de pobreza, pobreza extrema y vulnerabilidad podrían quedarse sin los subsidios de transporte estudiantil para setiembre del 2022 de aprobarse el recorte solicitado por el Poder Ejecutivo sobre el presupuesto del Ministerio de Educación Pública (MEP).
De acuerdo con el director de los Programas de Equidad del MEP e investigador del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE), Leonardo Sánchez, esta situación podría darse si la Asamblea Legislativa aprueba el anteproyecto del presupuesto nacional presentado por el Ministerio de Hacienda, el cual contiene un recorte de ₡300 mil millones, de los cuales ₡11 mil millones corresponden a la partida de transporte estudiantil.
“Eso es muy grave, son estudiantes que dependen de ese servicio para trasladarse al centro educativo. Básicamente 150 mil estudiantes se quedarían sin el servicio, y muchos de ellos sin la posibilidad de ir (exclusión estudiantil). Habrá algunos que tendrán que caminar kilómetros para poder llegar a las escuelas y colegios”, indicó Sánchez.
Estos últimos quedarían expuestos a situaciones de inseguridad ciudadana (robos, asesinatos, violaciones sexuales) o accidentes viales (atropellos en carretera).
Según datos de la Dirección de Programas de Equidad del MEP, este programa requiere de una inversión de ₡50 mil millones en el año 2022 para darle continuidad al servicio y atender las metas establecidas y pendientes del Plan Nacional de Desarrollo (PND) y así aumentar la cantidad de nuevos beneficios; sin embargo el anteproyecto del presupuesto para el otro año apenas incluye ₡34 mil millones para esta partida.
Esto significa que tampoco se podría dar continuidad exclusivamente a los beneficiarios actuales durante todo el año 2022, pues para eso se requiere de al menos ₡45 mil millones.
Según datos de los Programas de Equidad del MEP, cerca de 156.661 estudiantes de todo el país reciben este beneficio, de los cuales el 41,19% se encuentran en pobreza extrema, el 40,22% en pobreza y el 18,59% en vulnerabilidad, según el criterio utilizado por el Sistema Nacional de Información y Registro Único de Beneficiarios del Estado (Sinirube).
Panorama se agrava
El investigador del IICE de la Universidad de Costa Rica aseguró también que el panorama se agrava aún más con los últimos datos del Informe Estado de la Educación (2021), el cual reveló un incremento de la pobreza extrema de más de 110 mil estudiantes que antes del 2020 no eran pobres y ahora lo son debido al impacto de la pandemia. Un dato que probablemente se duplique en el caso de estudiantes en condición de pobreza y vulnerabilidad.
“De todos esos estudiantes que están en pobreza, pobreza extrema y vulnerabilidad, muchos de ellos van a cumplir con los requisitos de ser beneficiarios de beca de transporte estudiantil, pero no se van a poder asignar, aunque sea la única solución para ellos de ir al centro educativo”, indicó el investigador.
Estos estudiantes tendrían el problema desde que inicie el año 2022.
“El sistema educativo está en este momento en crisis, y si a eso se le suma esto (recorte en el presupuesto), en lugar de estar atacándola se estaría magnificando”, mencionó.
Aumento en exclusión educativa
De aprobarse el presupuesto tal y como está redactado, es posible que aumente en gran cantidad la exclusión educativa del país, pues este programa al igual que el de comedores, ayudan a mantener a los estudiantes dentro de las aulas.
El último informe del Estado de la Educación (2021) reveló que los estudiantes entre 12 y 18 años tienen mayor probabilidad de exclusión educativa cuando son hombres, si sus padres tienen baja escolaridad, carecen de herramientas tecnológicas, se encuentran en pobreza y no cuentan con incentivos para estudiar, entre ellos el transporte estudiantil.
Otros informes del Estado de la Educación señalaron también la importancia de los programas de equidad del MEP para disminuir la exclusión educativa. En el caso particular de las becas de transporte estudiantil los análisis econométricos señalaron cómo aquellos centros educativos donde se imparte este beneficio presentan en promedio una menor exclusión que aquellos con condiciones similares, pero sin este beneficio.
Los modelos econométricos geográficamente ponderados indicaron que las regiones donde el subsidio de transporte tiene una mayor relación con la disminución de la exclusión son las de Limón, Guápiles, Grande de Térraba, Coto Brus, Turrialba y la Zona Norte-Norte.
Esto significa que el programa de transporte estudiantil es importante en la lucha contra la exclusión educativa en todo el país, pero su efecto es aún mayor en las zonas rurales del país.
Pese a esto, la reducción actual no es la primera que recibe esta partida desde el año 2019. En el 2019, según información de los Programas de Equidad del MEP, el presupuesto alcanzó los ₡40 mil millones, disminuyendo un 3,4% para el año 2020. Para el 2021 recibió un rebajo del 52%; sin embargo, en setiembre anterior se le inyectó cerca de ₡19 mil millones mediante presupuesto extraordinario para darle continuidad al servicio en 2021.
Gran beneficio
El subsidio de transporte es de gran ayuda para los miles de hogares que lo reciben, señaló el director de la Escuela Darío Flores, en Puriscal, Rafael Alvarado. En el centro educativo que dirige, 15 estudiantes con necesidades educativas especiales se ven beneficiados.
“Este es un beneficio muy grande para las familias. Las familias que tienen a esos estudiantes con necesidades educativas especiales tienen además de las necesidades económicas otras que necesitan cubrir para la subsistencia de los chicos”, indicó.
“Es una preocupación (la reducción en el presupuesto), porque si limitan a las familias ese subsidio, tendremos que buscar medidas alternativas para poder ayudarles a esas familias. Eso demanda que tengamos que tocar otras puertas para que colaboren con esas familias, porque de lo contrario se irán haciendo más grandes la brecha de esa formación integral que requieren los estudiantes”, agregó.
Sofía Delgado es una estudiante de este centro educativo que recibe este subsidio de transporte desde hace varios años. Según comentó su madre, Nidia Mora, su hija presenta problemas psicomotores, además viven largo de la institución y atraviesan una difícil situación económica.
“A mí el subsidio me beneficia por eso, porque yo soy madre soltera y por la condición de mi hija a mí se me hace difícil trabajar. Me ayuda a no tener que incurrir en más gastos. Es una gran ayuda para la familia, para poder llevarla a la escuela”, indicó.
Según datos de la Dirección de los Programas de Equidad del MEP, para el 2021 se registran más de 4 mil estudiantes en condición de discapacidad con este beneficio.
La directora del Colegio Técnico Profesional (CTP) de San Juan Sur, en Cartago, Elizabeth López, resaltó también la importancia de este subsidio de transporte, el cual beneficia a cerca de 490 estudiantes de este centro educativo.
“Nosotros somos un colegio técnico rural, por ende, muchos estudiantes de zonas circunvecinas o alejadas vienen de lugares donde no hay colegio. Ellos vienen hasta acá en ese transporte porque no pasa bus por las comunidades de ellos”, indicó López, quien agregó que la lista de solicitantes del beneficio es aún mayor.
Agregó que sin este beneficio, la exclusión educativa en este colegio sería muy grande. “Es la única forma de trasladarse a sus hogares”.
Incluso, otros padres de familia que no están en pobreza pagan a esos mismos transportistas para que trasladen a sus hijos, debido a la poca accesibilidad a buses que existe en las comunidades aledañas.
Uno de los estudiantes beneficiados por este subsidio del CTP de San Juan Sur es Dilan Padilla, de 16 años de edad, quien reconoce que sin esta ayuda sería muy difícil pagar cerca de 1.000 colones diarios para ir al colegio, pues vive a 3 km de distancia del centro educativo.
Padilla cuenta con ese beneficio desde que estaba en sétimo año. Agregó también que si no fuera por este subsidio, tendría que esperar el autobús en un lugar solitario, lo cual sería peligroso. Además, los horarios del colegio son muy distintos a los de las rutas de autobús.
Apoyo a cantones y distritos más vulnerables
El programa de transporte estudiantil tiene una amplia cobertura geográfica, se encuentra presente en centros educativos ubicados en los 83 cantones del país y el 73% de los distritos.
“Uno de los principios del programa es focalizar no solo estudiantes provenientes de familias de bajos ingresos, sino también considerar el contexto social de los distritos donde se ubican los centros educativos beneficiarios, es así como se consideran prioritarios los distritos con Índice de Desarrollo Social (IDS) muy bajo o bajo, donde son conocidos sus problemas de movilidad, infraestructura y servicios de transporte de calidad que puedan dar acceso a los estudiantes del hogar al centro educativo”, indicó el director de los Programas de Equidad del MEP e investigador del IICE, Leonardo Sánchez.
“Si a lo anterior se le agrega que estos distritos con IDS bajo también presentan alta incidencia de tráfico de drogas, homicidios y malas condiciones de seguridad vial, resulta preponderante brindarles el servicio para garantizar no solo el acceso a la educación sino también su seguridad”, agregó.
Es por esto que el 60% de las rutas del programa de transporte estudiantil se encuentran localizadas en distritos con IDS muy bajo o bajo. Además, los 33 distritos donde se agrupa el 51% del tráfico de drogas, homicidios y robos en el país cuentan con centros educativos donde se brinda el servicio de transporte estudiantil.
En promedio cada ruta tiene 15 kilómetros de recorrido y en algunas zonas alejadas del país pueden llegar hasta los 30 kilómetros, donde en una tercera parte se trata de rutas con caminos predominantemente de lastre o montañosos.
Los subsidios de transporte estudiantil tienen cobertura en todos los niveles educativos, desde preescolar hasta educación secundaria en todas sus modalidades. Cerca del 70% de los beneficios se otorgan en secundaria, pues este nivel presenta mayor exclusión educativa, además una mayor cantidad de estudiantes deben desplazarse por más distancia del hogar al centro educativo.
