A pesar de que el crecimiento poblacional se ha estabilizado en Costa Rica en los últimos años, la mancha urbana sigue aumentando a un ritmo acelerado abarcando territorios que se supone están fuera del anillo de contención, establecido por ley, según lo confirmó la Fundación Promotora de la Vivienda (Fuprovi), en su informe Situación del Sector Vivienda y Desarrollo Urbano 2016.
La evolución de la mancha urbana en la Gran Área Metropolitana (GAM), así como el aumento de la población y las viviendas entre el año 1984 y el 2000 mostraron un aumento del 60%; no obstante, en el período del 2000 al 2011 la población y la vivienda se redujeron en un 25%, pero la mancha urbana se mantuvo por encima del 50%.
Sobre este particular, existe un anillo de contención, que debería funcionar como límite para esta mancha urbana y retener su expansión. Fue creado en 1982 con el fin de prever una zona de la GAM que no creciera, de manera que se protegieran los mantos acuíferos, pero el control y cumplimiento de este anillo ha quedado debiendo.
Según Franklin Solano, investigador del informe, existe una serie de distritos sumamente poblados que expulsan a la población, debido al alto costo del terreno y por la fuerte actividad comercial, por ello las personas se han salido del anillo de contención.
Prueba de ello es que la mancha urbana fuera del anillo de contención pasó de 4,2 kilómetros cuadrados en el año 1984 a 31,5 kilómetros cuadrados en el 2000, lo que implicó un aumento de 650%; y en el período del 2000 al 2011 pasó a 72,1 kilómetros cuadrados, aumentando un 128,9%. Pero la zona urbanizada dentro del anillo pasó de crecer un 141,1% a un 37,9% en el mismo periodo.
Estas cifras significan que los porcentajes de aumento en la población y las viviendas podrían corresponder en gran parte al crecimiento fuera del anillo de contención.
El análisis de Fuprovi explica que la GAM siguió su modelo de crecimiento desarrollado entre 1984 y 2000, es decir una línea de crecimiento desordenado de la mancha urbana, fundamentalmente lineal y centrífugo, siguiendo la red vial, y es por ello que existe un aumento de congestión vehicular, la contaminación atmosférica y sónica.
Precisamente el crecimiento desordenado de la mancha urbana provoca impermeabilización de los suelos, inundaciones en ciertas zonas; aunado a la falta de un sistema eficaz de recolección y de tratamiento de los desechos sólidos, con un uso mayoritario de tanques sépticos en zonas residenciales que propicia una mayor contaminación de los suelos y ríos.
Por ejemplo, si se recorre el límite del anillo de contención es posible observar edificios residenciales y comerciales construidos, tal es el caso de la zona de la Unión, que presenta gran parte de los distritos de Sánchez y Granadilla de Curridabat, San Ramón, Concepción o Dulce Nombre fuera de dicho anillo.
Tanto el nivel de población como de vivienda mostró un aumento muy sostenido en esas zonas, y las construcciones fueron realizadas en terrenos que eran de uso natural o agropecuario tipo viveros, cafetales, ganaderías y zona rural en general.
“Parece que los gobiernos locales se han desentendido de su obligación en el control de las viviendas, hace unos años, en la Administración de Óscar Arias, se abrieron portillos y se expandió 200 metros el anillo de contención por unos meses, lo que produjo una gran cantidad de permisos de construcción en zonas alejadas del centro de la GAM, generando un efecto en esta problemática”, detalló Solano.
Definitivamente se ha venido dado un incumplimiento con la normativa del anillo de contención de la GAM y se ha dado un crecimiento de la mancha urbana, el criterio para proteger zonas naturales, mantos acuíferos y reservas forestales no es efectivo.
Se da un crecimiento desordenado con costos ambientales y sociales, incidiendo en el costo de llevar servicios como agua, acueductos, entre otros. Pero también se ha dado un serio problema con los planes reguladores, no hay una visión integral del Área Metropolitana.
Soluciones
De acuerdo con Solano, es urgente diversificar la forma en que se construye en la GAM, pero de manera planificada, con torres de altura de tres o cuatro pisos, sin perder el paisaje.
“No se trata de levantar edificios de 20 o 30 pisos, no es eso lo que el país necesita, pero sí apostar por edificaciones un poco más altas y que sean de un costo asequible para la población, crear opciones verticales en áreas que quedan disponibles”, señaló el experto.
También es necesario revisar el anillo de contención, reestructurar los límites y establecer otros anillos en zonas fuera de la GAM pero que tienen incidencia como Atenas, Poás, Cot de Cartago, que se han desarrollado con una dinámica propia pero reproducen esos mismos problemas.
Es urgente impulsar un plan general de la GAM que pueda articular los planes y ordenamiento territorial de los municipios.
