Han pasado 20 años y cinco administraciones al frente de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) desde que el problema de las largas listas de espera en hospitales públicos explotó. Sin embargo, nadie ni nada le ha podido dar solución.
Todos los presidentes ejecutivos lo han puesto como su prioridad; es más, todos han venido con una receta bajo el brazo como la realización de giras de especialistas por todo el país para realizar cirugías y consultas, el nombramiento de un gerente de filas, la creación de una Unidad Técnica de Listas de Espera (UTLE), jornadas vespertinas, aumento en la formación de especialistas y fortalecimiento de la cirugía ambulatoria.
No obstante, dos décadas después, muchos pacientes siguen esperando una cirugía o procedimiento en algún hospital público del país. Muchos de ellos contarán con la suerte de poder esperar cuatro años, otros desistieron en el camino, y hay otros a quienes el tiempo no les alcanzó y perdieron la vida en la larga y amarga espera.
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La CCSS tiene un modelo que busca la cobertura universal, todo lo que está clínicamente justificado lo ofrece y no hay un copago. Cuando esas tres condiciones se dan la demanda se dispara; en cualquier país del mundo donde haya un modelo similar habrá listas de espera, pero lo importante es qué tan rápido lo atiendan a uno y no si existe una lista o no pues siempre van a existir listas”.
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Llegó el año 2018 y el nuevo presidente ejecutivo, Román Macaya, tendrá también como prioridad las listas de espera; pero, en este caso, se concentrará en mejorar los tiempos de espera de los pacientes de la CCSS, pues está convencido de que las listas de espera siempre van a existir.
Con una visión enfocada en la innovación y en la utilización de recursos tecnológicos, Macaya pretende atacar la hasta ahora “irremediable” situación. La implementación del Expediente Digital Único en Salud (Edus) en los 29 hospitales del país es su propuesta de solución para esta y otras problemáticas o por lo menos la gran apuesta de esta administración.
De acuerdo con datos de la CCSS, a partir del 14 de setiembre de este año Edus estará completamente implementado en todos los centros médicos del país. Esa circunstancia hará que la institución pueda conocer en tiempo real quienes conforman la lista de espera e incluso se traducirá en que quienes estén aguardando por una cirugía puedan ser operados en cualquier hospital, con el objetivo de mejorar los tiempos y agilizar la atención.
Según el último corte de la CCSS, a marzo de este año, en promedio, un paciente debe esperar 186 días para recibir consulta externa, 198 días para realizarse exámenes diagnóstico y 442 días para recibir cirugías.
Enseguida un extracto de la conversación que Macaya sostuvo con UNIVERSIDAD.
¿Existe algún “proyecto Macaya” para la CCSS?
–Creo que hay una visión donde quiero dejar huella, que es una CCSS más innovadora, más actualizada tecnológicamente, y cuando hablo de tecnología es en equipamiento, nuevas terapias, instrumentos para mejorar la atención y una CCSS que mejore la experiencia del usuario y todos somos usuarios, sean patronos, trabajadores, cotizantes, etc. Esto es multifactorial, no es solo un proyecto; pero una Caja que sea más innovadora no es un reto menor. Esta es una institución con 55 mil empleados, con procesos que ha estado implementando por muchos años. Es ir fomentando esa cultura de la innovación de cómo podemos mejorar la atención de la salud sin necesariamente contar con mayores recursos.
¿Cómo lograr esto?
–Con tecnología, con innovación. El Edus es una parte sumamente importante. Ese es el corazón de la innovación. Tenemos que tener información para poder tomar las mejores decisiones y con esa información identificar oportunidades de innovar, dónde podemos intervenir de forma más temprana en una enfermedad, cómo podemos mejorar un protocolo de atención a cierta categoría de pacientes que tal vez nos permita implementarlo en un Ebais y que no requiera de un especialista. Edus es probablemente la fuente principal de la innovación, por eso es tan importante el momento en que estamos. Ya básicamente estamos por terminar la implementación y eso nos abre un nuevo panorama y un nuevo paradigma en lo que es la gestión de la salud y el uso de información oportuna.
¿Existe una fecha en la que ya esté implementado en todos los centros médicos públicos del país?
–Estará implementado el 14 de setiembre en todos los hospitales del país.
Las listas de espera son un problema que han afectado al país desde hace dos décadas. ¿Hay una receta para solucionar las listas de espera? ¿Cuál es?
–La CCSS tiene un modelo que busca la cobertura universal, todo lo que está clínicamente justificado lo ofrece y no hay un copago. Cuando esas tres condiciones se dan la demanda se dispara; en cualquier país del mundo donde haya un modelo similar habrá listas de espera, pero lo importante es qué tan rápido lo atiendan a uno y no si existe una lista o no pues siempre van a existir listas. Yo puedo ser una persona que está en una lista de espera que tiene mil personas por delante pero que si vamos atendiendo a mil personas por mes, me van a atender a mi en un mes y puedo estar en una lista de cinco personas que si atendemos a cinco personas por año, me va a tocar en un año. No es la lista per se, es qué tan rápido lo van a atender a uno. Aquí hay varias cosas que estamos impulsando; primero es un proceso que se viene impulsando desde hace años para establecer ciertas capacidades. El Edus es una de esas que cambia el paradigma.
El Dr. Cervantes, que es en nuevo gerente médico y está haciendo una excelente labor, ya anunció varias medidas que se van a tomar. La primera es si el tiempo de espera es muy largo en un hospital nacional se puede operar en otro centro de salud, si el tiempo de espera es menor y el paciente está anuente a irse a ese centro. Eso es algo que hace posible el Edus porque este por primera vez nos va a dar una visibilidad nacional y por centros de salud de bases de datos de quienes están en las listas, para qué tipo de cirugías, para qué procedimientos, y nos permite utilizar el recurso de forma óptima. Hay otros proyectos de más largo alcance, de invertir tiempo y recursos en la prevención, en fortalecer la atención primaria para evitar complicaciones que vengan a saturar los servicios de los hospitales nacionales. Entonces es una combinación de medidas de corto plazo, como el Edus, que está en su fase final, y cambia el juego.
¿Por qué hasta ahora instalar un sistema como este si la gran lista de espera tiene alrededor de 20 años?
–Bueno, esto es algo que viene desde hace rato. Inclusive hay años en el pasado donde se trató de implementar y no se pudo. Lo importante es que ahora sí se pudo y de eso yo no puedo tomar el crédito porque hay un gran trabajo de mis antecesores, también un gran equipo de la Caja. Este es un sistema diseñado e implementado por la seguridad social y gracias a Dios nos está tocando en este momento contar con este sistema.
En los últimos años se han visto anomalías en la compra de medicamentos. Incluso este año se supo de un incumplimiento masivo de proveedores. ¿Cómo remediar esta situación?
–Es un tema de mucho peso. Lo que se ha visto en la prensa no necesariamente es una mala compra de medicamentos sino que ciertos proveedores han incumplido con tiempos de entrega, calidad o alguna falta que no ha sido sancionada. Eso no significa necesariamente que la compra fue hecha de forma anómala, sino que no hubo esa diligencia en las sanciones y eso puede afectar las estrategias. Quiero aclarar una cosa, en los medios se ha hablado de que ha habido anomalías en el gasto de $320 millones en medicamentos, pero eso es una declaración tendenciosa.
Tendenciosa pero no falsa…
–No. No hemos visto la evidencia de que en ese rubro de compra de insumos (no solo medicamentos) hay mal manejo financiero. Se hacen los procedimientos, se compran los medicamentos… La Caja en la gran mayoría de medicamentos es un excelente comprador y obtiene precios muy competitivos a nivel internacional. De esos $320 millones para este año estamos hablando que $260 millones son para medicinas; el resto es para otro tipo de insumos como jeringas y otros. Pero hay que separar el presupuesto que existe para compras de lo que ha salido en la prensa que son la falta de sanciones en el seguimiento de incumplimiento de contrato, tiempos de entrega y calidad.
Usted habla ahorita de que estas compras no se han dado de forma anómala…
–En la gran mayoría de los casos.
¿Pero sí han encontrado casos anómalos?
–Esto es un proceso que está encaminado. Esa unidad de aprovisionamiento de la CCSS está intervenida. En este momento estamos a medio camino de esa intervención y hay investigaciones en curso. Por eso yo no me atrevería a afirmar cosas de las que no hemos visto informes. Pero sí quiero dejar claro que la gran mayoría de las compras no caen en una categoría de una compra anómala o mal hecha. La Caja en muchos sentidos es un buen comprador.
La unidad no ha sido diligente. ¿Qué medidas concretas se pueden aplicar?
–Todavía estamos en una mentalidad de intervención a esta unidad. Muy pronto vamos a cambiar el chip y pasar a una mentalidad de rediseño del sistema.
¿En qué consiste este rediseño?
–Consiste en sistematizar, fortalecer el recurso humano, tener una política con recursos tecnológicos y procedimentales disponibles para darle seguimiento al cumplimiento de contratos para que no suceda lo que ya hemos visto.
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Si el tiempo de espera es muy largo en un hospital nacional se puede operar en otro centro de salud, si el tiempo de espera es menor y el paciente está anuente a irse a ese centro. Eso es algo que hace posible el Edus porque este por primera vez nos va a dar una visibilidad nacional y por centros de salud de bases de datos de quienes están en las listas”.
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Desde hace varios años se habla de que la CCSS necesita una reestructuración. Los nombramientos están en este momento paralizados desde hace meses. ¿Qué acciones va a tomar su administración?
–Primero, la reestructuración va más allá de las gerencias. Hay un tema de distribución de cargas de trabajo, de buscar eficiencia en cómo hacemos las cosas. Eso es una gran parte de cómo hacemos la reestructuración. Usted menciona que las gerencias se han quedado varadas. No hubo un cuórum estructural de la Junta Directiva por varias semanas y no hubo sesiones. Justo al final cuando ya hubo cuórum se nombró al primer gerente que es el gerente médico, Roberto Cervantes. Ese era un nombramiento urgente pues el ADN de la Caja es salud y se ocupa alguien que esté con las mangas enrolladas en el día a día. Ahora hay que nombrar los otros. Cuando yo ingresé, hace tres semanas, primero tuvimos que ponernos al día en la Junta Directiva. Hay muchos temas que se han quedado por esas semanas donde no hubo cuórum estructural. Nos hemos tenido que avocar sobre temas urgentes, todo es importante pero hay temas más urgentes que otros y hemos tenido retos grandes que eran de atención inmediata y siguen siendo de atención permanente como pacientes de radioterapia, situaciones con quirófanos, etc. Vamos a retomar en las próximas sesiones de la Junta Directiva las otras gerencias que quedan por nombrar.
Los usuarios hablan de que el problema de la CCSS está en los mandos medios y gerenciales que tienen una situación estable y es independiente de la satisfacción del usuario. ¿Cómo se planea conectar estabilidad laboral con la satisfacción de los pacientes que al final es el objetivo final de la CCSS?
–Yo no generalizaría que si alguien está en una situación estable no está preocupado por la satisfacción del usuario. Yo creo que la CCSS tiene excelentes funcionarios en todos los niveles. Vea el Edus, es una creación de la Caja y eso va a repercutir en la satisfacción de los usuarios pues va a mejorar la eficiencia de la CCSS, nos va a abrir las puertas a la innovación. Uno podría decir que esa gente está en oficina y no frente a un paciente pero no hay que estar frente a un paciente para sentir su trabajo y en eso todos tenemos que pensar que nuestro trabajo es relevante y trascendental independientemente de lo que estamos haciendo. Todo lo que hacemos eventualmente repercute en esa satisfacción del usuario.
La Caja se creó con el propósito de atender a pacientes, no para dar empleo; sin embargo, eso está invertido ahora. ¿Cómo revertir y que el objetivo inicial se cumpla?
–La salud en la mayoría de los países desarrollados llega a ser el sector más grande de la economía.Eso hace que la demanda que hoy tenemos no va a disminuir, sino que va a aumentar. Lo que ocupamos es que todos los que estamos en la Caja estemos claros de la misión de por qué estamos aquí todos los días. La Caja tiene un historial de éxito en lograr eso. Nosotros pasamos de un país descalzo y pobre a un país con larga expectativa de vida, baja mortalidad infantil, enfermedades crónicas, etc. Mientras nosotros estemos enfocados en innovar, atender mejor cada vez a los usuarios de la Caja y que su experiencia sea buena.
¿Pero ahorita hay un equilibrio entre las contrataciones y la atención de pacientes?
–La Caja en el pasado ha tenido períodos de alta contratación de personal. En este momento, por disposición de la junta Directiva, cada plaza que queda vacante en la Caja se congela, y para descongelarla a nivel central hay que acudir a Junta Directiva. Ahí hay un filtro de cuánto crece la planilla de la Caja. A nivel regional, son los gerentes los que deciden descongelar plazas pero hay que justificarlas. Las necesidades de tipos de profesionales van variando y ese recurso humano tiene que estar siempre enfocado en las nuevas tendencias para atender mejor a nuestros pacientes. No hay una inflación de la planilla porque hay una contratación sin controles de nuevos empleados de la CCSS. A nivel central hay que justificar estas nuevas contrataciones. Vendrán momentos en los que vamos a tener que contratar más personas porque hay un plan de inversión en proyectos nuevos que van a requerir nuevo personal como el Hospital de Puntarenas.
La Caja ha resultado ser un sistema exitoso que brinda ayuda en el caso de enfermedad o accidente grave, pero es inoperante si de enfermedades leves o crónicas se trata. ¿Cómo equilibrar la capacidad instalada y que todos los pacientes reciban una atención satisfactoria?
–Efectivamente. Casi que estamos diferenciando por emergencias versus una enfermedad crónica donde el paciente está viviendo su vida con una enfermedad. Ese es un usuario permanente de la Caja. Aquí regresamos a mejorar la atención. Tenemos que innovar, enfocarnos en qué podemos transferir a nivel de los ebais que no requiera de un especialista. Cómo mejoramos la atención oportuna acelerando el tiempo que un paciente espera para recibir una cirugía o procedimiento.
He escuchado casos de pacientes que no son operados e incluso los mismos doctores recomiendan interponer recursos de amparo. A veces parece que las lista de espera las maneja la Sala IV y no la gerencia médica. ¿Cómo hacer para que sea lo contrario?
–Hay que mejorar los tiempos porque al final es tiempo de respuesta. La gente, si es atendida en un tiempo razonable, no siente la necesidad de acudir a la Sala IV. Si se vuelve una espera muy larga, acuden a la Sal IV, quien –en la mayoría de casos– falla a favor de los pacientes y comienza a afectar la prioridad de la atención de estos. Debería ser la gerencia médica.