Ahora es una comparecencia con juramento, grabación, actas y asesores. Ya no será la invitación a conversar que cursó el presidente Luis Guillermo Solís a los diputados que investigan las gestiones gubernamentales en favor de la importación de cemento chino.
La sesión será esta noche en la Casa Presidencial, no en la Asamblea Legislativa, donde diputados de varias fracciones integran la comisión especial que indaga posibles irregularidades en favor del empresario Juan Carlos Bolaños, empresario que intervino en el mercado cementero tico con la intención de romper el duopolio de Holcim y Cemex.
La comisión se traslada a la Casa Presidencial para aprovechar la invitación del mandatario y como deferencia a la investidura de Solís, cuyo círculo de confianza es cuestionado por varios miembros de la comisión después de varias comparecencias de autoridades y actores involucrados.
El jefe de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) Marianos Figueres, el diputado Víctor Morales Zapata y el exministro de la Presidencia Melvin Jiménez, han sido señalados por varios comparecientes como gestores de la incursión del negocio de Bolaños.
Solís ha defendido en ocasiones anteriores la decisión de su gobierno de habilitar la posibilidad de importar cemento e incluso ha aplaudido el ingreso de Bolaños, cuya operación se ha beneficiado con dos créditos por $30 millones del Banco de Costa Rica (BCR), en condiciones que han sido cuestionadas también. Esta entidad mantiene abierta una investigación interna y suspendido por tres meses al gerente, Mario Barrenechea.
El presidente insiste en que gobierno ha sido diligente y hace una semana lanzó un mensaje cargado de enojo por los cuestionamientos y las sospechas. Después se ha mostrado abierto y ha señalado que Morales Zapata, su amigo, debería explicar los contactos que se han confirmado con Bolaños.
Solís, sin embargo, ha evitado pedir a Zapata la renuncia a la bancada oficialista y menos aún a la curul, como sí lo plantean instancias del Partido Acción Ciudadana (PAC). La asamblea de este partido por unanimidad lo declaró “non grato” y le pide renuncia a la agrupación, en la misma línea que ha propuesto el candidato presidencial Carlos Alvarado.
Morales Zapata declinó renunciar al partido y más aún a la curul. Sí anunció su disposición a renunciar a la inmunidad propia. Presentó el viernes al Poder Judicial un oficio en el que manifiesta su intención de levantar el fuero, aunque este procedimiento debe plantearse en la Asamblea Legislativa e incluso sometido a votación entre los diputados, una vez está presentada una denuncia penal. No hay aún denuncia alguna.
Zapata insiste en culpar a su rival político Ottón Solís, fundador del PAC, miembro de la comisión legislativa y destino de una alusión indirecta hecha por el presidente Solís sobre una posible frustración política del actual diputado.
El mandatario comparece 15 años después de que un gobernante lo hizo ante una comisión de diputados. En esa ocasión, en diciembre de 2004, Abel Pacheco acudió a dar explicaciones sobre el financiamiento de su campaña electoral.
Antes, el mandatario José María Figueres (1994-1998) había recibido a los diputados de su cuatrienio en la Casa Presidencial para comparecer en una investigación sobre supuestas beneficios familiares en el negocio de hidroeléctricas, recordó Ottón Solís, uno de los legisladores en aquel momento.
