Cuatro asesores duchos en estrategia interna y externa aconsejaban a Mario Barrenechea en distintos momentos mientras ocupó la gerencia general del Banco de Costa Rica (BCR). Lo ayudaban a manejarse en una gestión marcada por cuestionamientos al manejo de créditos para el empresario del cemento chino Juan Carlos Bolaños.
El equipo fue llevado directamente por Barrenechea, al margen del aparato institucional del segundo banco estatal del país.
Participaron el extesorero del Partido Liberación Nacional (PLN), Álex Sibaja, el exasesor electoral de Luis Guillermo Solís, Iván Barrantes, y el politólogo Víctor Ramírez, exdirector del Banco Nacional de Costa Rica (BNCR). También Juan Ernesto Feoli, quien fue gerente de Capital Humano del Banco antes de retornar como asesor ad honorem de Barrenechea.
Estos profesionales daban consejería personal a Barrenechea durante los casi dos años que ocupó la gerencia hasta que en julio pasado fue suspendido, pues se sospecha de favorecimiento indebido a Bolaños, presunciones que ahora lo tienen en prisión preventiva e indagado por el Ministerio Público.
La accidentada gestión de Barrenechea fue marcada por un crecimiento notable de las ganancias del Banco, pero también por controversias de alcance político, como se deja ver en uno de los folios obtenidos del allanamiento judicial hecho por la Fiscalía el viernes 3 de noviembre en la oficina de Gerencia General del Banco de Costa Rica (BCR).
El documento, titulado Cuadro estratégico operación RH, aparece sin firma, pero presenta una estrategia cuyo objetivo general era la permanencia de Barrenechea como gerente general del segundo banco público, aunque con tácticas controversiales como la de debilitar a uno de los medios de comunicación que estaba publicando posibles irregularidades de los créditos a Bolaños.
El documento aludía a Diario Extra y ha sido reconocido como auténtico por las autoridades, pero hasta ahora se desconoce quién fue el autor de esa estrategia que implicaba reuniones con directores de otros medios de comunicación (Armando González, Ignacio Santos y Amelia Rueda) y publicación de materiales en redes sociales, además de entrevistas de la entonces presidenta del BCR (Paola Mora), denuncias, identificación de líderes de opinión favorables, contratación de abogados y manejo de documentos con Casa Presidencial.
Esa hoja pasó guardada bajo llave casi cuatro meses desde que el gerente Barrenechea quedó suspendido mientras se investiga si favoreció de manera indebida al importador del cemento chino Juan Carlos Bolaños, con créditos por casi $40 millones.
Tampoco está claro cuándo fue redactado, pero hay una pista: uno de los objetivos señala la necesidad de colocar a Guillermo Quesada (exsubgerente del BCR, rival de Barrenechea y protagonista de un polémico audio con el empresario Bolaños) en un puesto bajo el mando “de Corrales o Feoli”. Corrales es Marvin Corales, subgerente de banca minorista (uno de los seis jerarcas del BCR detenido el mismo viernes del allanamiento), y Feoli es Luis Ernesto Feoli, que en ese momento era subgerente de Capital Humano ascendido por Barrenechea, antes de acogerse a movilidad laboral, retirarse de Banco y volver como su asesor personal ad honorem.
Él es una pieza del círculo primario de confianza con el que Barrenechea estuvo buena parte de sus dos años en el BCR. Fue un equipo muy suyo, de su oficina, al margen de la planilla institucional, aunque buena parte del cuerpo gerencial también le era leal.
Feoli era uno de los más cercanos a Berrenechea. Ocupaba uno de los tres escritorios en el espacio anexo al despacho de Barrenecha en el piso 6 del edificio central, popularmente llamado “banco negro”. Él era muy reconocido internamente y dominaba bien el ambiente interno en la institución.
Otro de los escritorios estaba casi siempre vacío, pero estaba asignado al exdiputado y extesorero del Partido Liberación Nacional (PLN) Álex Sibaja, amigo de años de Barrenechea y visitante ocasional para darle consejos en asuntos políticos. Lo reconoció el propio Barrenechea a UNIVERSIDAD; aunque aseguró que no ganaba un cinco, se comprobó que fue contratado mediante una agencia por distintos lapsos.
Sibaja es reconocido como un hábil operador político que sabe llevar el pulso a instancias de poder y que maneja información relevante, sea por cuenta personal o por su empresa especializada en monitoreo político, llamada Aselex. Barrenechea, que desdeña de manera explícita la política, lo consideraba importante para conocer el ambiente externo al Banco.
Otro nombre cercano a Berrenecha es el politólogo de Víctor Ramírez, quien fue director del Banco Nacional de Costa Rica (BNCR) nombrado por el actual gobierno, con quien desarrolló una relación cercana, como había contado en abril 2015, el entonces ministro de la Presidencia, Melvin Jiménez.
Víctor Ramírez es considerado un hombre ducho en estrategia política y con puertas abiertas a centros de poder. Se le llamó este martes a su casa, oficina y celular para consultarle por detalles de su consejería a Barrenechea, pero no se le localizó.
Otro nombre que aparece es el de Iván Barrantes, consultor de imagen de la campaña de Luis Guillermo Solís en 2013-2014, antes de dar servicios al Movimiento Libertario en febrero del 2016 y después al candidato presidencial Antonio Álvarez Desanti, del PLN, entre otros clientes dentro y fuera del país.
Barrantes también vendió sus servicios de estrategia en imagen al empresario Juan Carlos Bolaños en el 2016, beneficiario de créditos del BCR, propietario de la empresa importadora de cemento Sinocem y centro de la trama de influencias políticas que ahora se investigan en sede legislativa y judicial.
Barrantes dijo que fue contratado de manera indirecta, mediante la agencia de publicidad House, para encargarse del branding (construcción de imagen de marca), uno de los conceptos a los que Barrenechea apostó durante su período para hacer crecer al BCR. “Nos conocimos mediante Paola Mora y de inmediato hicimos clic, porque tenemos formas de pensar parecidas”, contestó Barrantes.
Barrantes llegó a la escena política de la mano de la campaña de Luis Guillermo Solís, sobre todo por la gestión de su amigo Mariano Figueres, actual jefe de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) y mano derecha del mandatario.
Figueres es, además, viejo amigo de Barrenechea y, aunque niega haberlo propuesto en 2014 para ocupar la gerencia del BCR, los diputados miembros de la comisión que investiga la trama del “cementazo” dan por cierta su influencia en la designación.
Barrenechea y Figueres son también amigos desde décadas de Álex Sibaja, desde que estos últimos dos coincidían como militantes del PLN, antes de que Figueres se fuera de la agrupación junto a Luis Guillermo Solís y después fundara el partido Alianza Patriótica, donde se encontró con Paola Mora. Esta abogada, defensora en todo momento de la gestión de Barrenechea, está ahora suspendida del cargo de directora bancaria junto a otros tres homólogos que declinaron aceptar la petición de Solís de renunciar a sus puestos.
Este era el grupo que ayudaba a Barrenechea con la estrategia en el banco y que compartía la preocupación por los ataques que, según ellos, se dirigían desde varios flancos contra el gerente general, según el documento obtenido de los allanamientos en el banco.
Barrantes declinó ser el autor de ese y más bien la consideró un resumen de ideas que se plantearon en distintos momentos. ¿Quién la había puesto por escrito? No se sabe de momento.
Sibaja, a quien Barrenechea calificó como “un brillante operador político”, también fue contratado por vía indirecta. Aunque una primera respuesta oficial (en setiembre) del BCR descartaba relación alguna con el Banco, después Enrique Rojas, gerente de Marca, lo confirmó mediante un correo electrónico. “Él fue asignado como asesor por una empresa que contrató la agencia de publicidad”, contestó Enrique Rojas, Gerente Corporativo de Marcas en el BCR.
El extesorero del PLN y diputado en el período 1998-2002 aseguró que no dio servicios remunerados personales, aunque tenía asignado escritorio.
En el 2016 dio servicios de monitoreo y análisis por $1.500 mensuales durante diez meses, cobrados a la empresa CLC, del abogado Pablo Duncan, contratado por la agencia de publicidad La Tres para atender al BCR. “Algunos reportes finales los comenté con Mario, pero no le cobré por esas conversaciones”, dijo Sibaja.
“En algún momento conversamos de entrar personalmente, pero era difícil ir tiempo completo. Entonces cada vez que tenía tiempo conversaba con él. Soy muy celoso a intervenir con la administración activa. Siempre anduve de largo”, respondió Sibaja, quien reconoció que Barrenechea le pidió entrar de lleno para este 2017 junto a Feoli, para consolidar un equipo que ahora, dados los acontecimientos de los últimos meses, parecen inviable. Con Barrenecha investigado, en la cárcel preventiva y crecientes sospechas a su alrededor, nadie ve posibilidad de concretar su plan de instalarse junto a su gente en el piso 8 del banco, dos niveles arriba de Junta Directiva.
