Cambio incrementaría cantidad de diputados en proporción a la cantidad de habitantes del país.
En un ambiente donde la ciudadanía ha perdido la confianza en sus representantes legislativos y en que las opiniones negativas se acumulan sin pasar a más, un grupo de ciudadanos propone acortar la distancia que existe entre el pueblo y los diputados.
Para ello, impulsan un ambicioso proyecto de ley que presentaron al Congreso en octubre del 2016. La propuesta está liderada por el grupo: Poder Ciudadano, y busca sustituir al Sistema de Listas Cerradas (modelo actual que tiene Costa Rica para elegir diputados) a un Sistema Mixto Proporcional.
El principal cambio que incorpora la propuesta es que los ciudadanos tengan la oportunidad de escoger a los diputados directamente con su nombre y apellido, y no por las listas predeterminadas que propongan los partidos políticos.
Además, la iniciativa conlleva la formación de distritos electorales y la reelección.
UNIVERSIDAD conversó con Abril Gordienko, profesora de derecho y escritora, quien además es considerada un referente en la búsqueda y compromiso del buen ejercicio del poder ciudadano.
¿En qué consiste el sistema Proporcional Mixto?
-En que el Parlamento se constituye con diputados que son electos por dos vías: un grupo por elección directa por distrito electoral (primer voto) y otro por medio de una lista nacional cerrada propuesta por su partido (segundo voto).
El primer voto es directo y salvaguarda el concepto de representatividad; el segundo voto, por lista nacional, permite una distribución proporcional de escaños en el total de la Asamblea. Es decir, tiene la virtud de ofrecer una alta representatividad y un mecanismo correctivo de proporcionalidad.
¿Cuál es la diferencia entre ambos: el sistema actual y el Mixto Proporcional?
-El que tenemos: listas bloqueadas partidarias, busca que la cantidad de votos que recibe cada partido se traduzca en una cantidad proporcional de curules. Lo bueno que tiene ese sistema es que partidos de cualquier tamaño están representados en la Asamblea, lo que permite pluralidad. Pero, también tiene sus defectos, no produce representatividad, es decir: cercanía entre los votantes, y sus representantes.
¿Cuáles países funcionan bajo un sistema mixto proporcional?
-No son muchos países, pero un ejemplo es Alemania desde 1949. Nueva Zelanda fue otro de los países que los adoptó responsablemente, un país que comparte muchos aspectos con Costa Rica como: la cantidad de población y algunos de los indicadores socioeconómicos. Es uno de los inspiradores para la propuesta que planteamos.
¿Cuáles son las ventajas que proporcionaría este nuevo sistema?
-Ningún sistema es perfecto, lo creemos nosotros y lo dicen los expertos a los que hemos leído. Los que tienen un sistema mayoritario, se quejan porque hace que las minorías nunca estén representadas.
Los que tenemos un Sistema Proporcional, no tenemos en absoluto ningún control de quién llega a la Asamblea, estamos pintados en la pared. Los partidos no cumplen con sus responsabilidades: formar líderes, tener coherencia ideológica, preocuparse de quienes llegan a la Asamblea.
¿Cuál es el problema del sistema que tenemos ahora en Costa Rica?
-El proceso interno de los partidos es muy cerrado. Cuando llegamos a votar a las elecciones nacionales, no tenemos ninguna injerencia, porque lo que nos dan es una lista cerrada, que ya viene empaquetada, lista por los partidos. La verdadera realidad es que los ciudadanos no conocemos a los diputados, ni siquiera ya electos, nadie sabe quiénes son.
Muchos ni siquiera conocen a los de su propia provincia, y otras de las injusticias que genera este sistema es que: los partidos tienden a poner en los primeros lugares, a los diputados de las cabeceras de provincia; gente que no necesariamente conoce la realidad de las zonas más alejadas. Cada uno de nosotros, como ciudadanos, decimos que somos votantes pero no somos electores, porque votar no es igual que elegir y nosotros no estamos eligiendo a nadie más que al presidente.
¿Cómo funcionaría este sistema, cuáles serían los cambios que se tendrían que hacer?
-Con este sistema mixto, la mitad de los diputados serían electos por un distrito electoral, eso significa que en vez de las siete provincias, el país se dividiría en 42 distritos electorales, que es la cantidad que nosotros estamos proponiendo. De cada uno de esos, sale electo un diputado.
Otra de las reformas que proponemos, es que se pueda reelegir a los diputados, porque estamos en este momento desaprovechando el conocimiento y la experiencia de ellos.
¿Es decir, con la implementación de un sistema Mixto proporcional habría menos participación de partidos pequeños?
-Los partidos políticos son fundamentales, y nosotros no los hemos eliminado ni hemos hablado de candidaturas personales ni directas. No se trata de restringir la diversidad, se trata que ellos respondan a los ciudadanos, no a ciertos grupos de poder.
¿Cambiaría el número de diputados?
-Sí, nuestra propuesta es tener 84 diputados. Eso es siguiendo los promedios recomendados para países de menos de 5 millones de habitantes. Esta cantidad podría variar, cada vez que se haga un censo se debería revisar el promedio de representantes.
Costa Rica tiene el congreso más pequeño del mundo en relación con su proporción y eso afecta la productividad, la eficiencia y la calidad del trabajo de la Asamblea.
¿Qué se ha hecho hasta el momento para la aprobación del proyecto?
-El Proyecto se presentó a la Asamblea en octubre del 2016. Como es un proyecto de reforma constitucional, para poder introducirlo había tres caminos, escogimos el que era más viable: conseguir el apoyo de 10 diputados. Incluso conseguimos un poco más, que fueron 14 firmas de diputados de los cinco partidos más grandes que conforman la Asamblea.
¿Podría hablarse de alguna fecha cercana?
-En este momento de campaña electoral, yo lo veo difícil de que ocurra, a menos de que la ciudadanía tome conciencia y presione mucho a los diputados para que se decidan hacer eso. El proyecto entró como en el espacio número 45. Para una pronta implementación un diputado tendría que asumir este proyecto de manera prioritaria.
¿Qué vendría próximo a la aprobación de la Asamblea?
-Lo que sigue requiere de una masa crítica ciudadana, para asumir esto y decirles a nuestros partidos políticos: “Ya no más, no queremos seguir votando por listas cerradas donde ustedes nos meten a quienes quieren. Sin embargo, no hemos logrado consolidar esa masa crítica que genere suficiente presión. Al final, esto es una reforma que el mismo poder político tiene que aprobar.
¿Qué cambios se debe hacer para implementarla?
-Hay que acompañarlo de varias reformas, una es la Reforma del Reglamento de la Asamblea y, en segundo lugar, hay que reformar el financiamiento de las campañas políticas, porque así como está hecho es un sistema de reembolso y no de adelanto. No todos los partidos arrancan en las mismas condiciones, eso genera inequidad.
¿Cómo será el proceso de transición, si llegáramos a implementarlo?
-Probablemente en una o dos elecciones surjan varios partidos pequeños, habrá algunos años de prueba y error hasta que el sistema se asiente y los ciudadanos entiendan el rol que tendrían. Los partidos deberán aprender a ganarse los puestos de la otra manera, ya no dando por sentado con poner en las listas un diputado carismático.