La lógica diría que con una economía que se acerca a los niveles de visitación turística previos a la pandemia, la percepción de las micro, pequeñas, medianas y grandes empresas del sector debería ser de confianza y de mejora del empleo; sin embargo, una encuesta desarrollada entre el 17 de diciembre al 31 de diciembre de 2022 por la organización Turismo en Marcha reveló lo contrario.
De acuerdo con cifras del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), si se comparan los datos de visitación turística de enero del 2019 (antes de la pandemia) era de 412.395, en el mismo período de 2022 era de 342.838 y para 2023 ha sido de 408.377 (proyectado).
Pero, según explicó Jane Lemaire Caicedo, presidenta de Turismo en Marcha, hay una recuperación en la llegada de turistas, pero esto no significa que hay más colaboradores en las cadenas de valor del sector turístico.
Sólo un 47% de los encuestados aseguró que actualmente tienen el mismo número de colaboradores que en diciembre del 2019, un 41% confirmó que su planilla se redujo y solamente el 12% hizo más contrataciones.
“Lo que pudimos denotar con esta encuesta es que el sector se encuentra contraído desde el punto de vista de contratación de personal, por más que las autoridades gubernamentales indiquen que existe una franca mejoría en las entradas de turistas a suelo nacional, aún hay cautela”, detalló Jane Lemaire Caicedo, presidenta de Turismo en Marcha.
Informalidad
Braulio Villegas, vocero de la Encuesta Continua de Empleo del INEC explicó que para el 2018 y 2019 la informalidad en los subsectores relacionados con el turismo estaba entre el 52% y el 59%. Durante el período de pandemia se disparó al 68% y ha ido bajando, tanto así que en el tercer trimestre del 2022 se ubicó entre el 55% y el 60%.
Hay que recordar, dijo Villegas, que estas estimaciones se hacen en subsectores de la economía que están vinculados con el sector turístico y no son análisis de todo el sector como tal, como es el caso de alojamiento para visitantes con estancias cortas, provisión de alimentos y bebidas, transporte de pasajeros, alquiler de vehículos, agencias de viajes, de actividades culturales y recreativas.
Pese a que las cifras del INEC muestran que para los subsectores relacionados con el turismo los indicadores de informalidad se acercan a los niveles prepandemia, lo cierto es que, en la práctica y para la percepción de los empresarios turísticos, sí hay un incremento del empleo informal.
“Muchos empleadores, al no tener las posibilidades de contratar bajo las normas de ley, hacen contrataciones de personal por horas o días y las personas toman el trabajo porque lo necesitan, aunque sea menos tiempo, claro que son prácticas desleales y no son correctas”, explicó Tadeo Morales, vicepresidente de Arenal Cámara de Turismo y Comercio y secretario de la Cámara Nacional de Turismo.
También señaló que las plataformas que permiten el alquiler de viviendas o casas para vacacionar reciben los ingresos de manera informal y contratan personal como mucamas, chefs, choferes que se están pasando a trabajar en este tipo de empresas.
“Debemos de considerar que las plataformas tipo “Airbnb” compiten desleal y directamente con los hospedajes tradicionales, debido a que este tipo de hospedajes no cuentan en la mayoría de los casos con pólizas de responsabilidad civil o de protección al colaborador (riesgos del trabajador), la mayoría no cuenta con patente municipal ni permiso de funcionamiento de parte del Ministerio de Salud, entre muchos otros requisitos que sí deben de cumplir los hospedajes tradicionales”, agregó Jane Lemarie.
Subempleo
Nuevamente las cifras del INEC, relacionadas con el subempleo de los sectores vinculados el turismo, muestran una mejora en los indicadores, pues en los años 2018 y 2019 se ubicaba entres el 9% y el 18%, mientras que en 2020 se ubicaron en el 40%. “Actualmente estamos en datos que se ubican entre el 13% y el 17%, muy similares al tiempo prepandémico”, dijo Braulio Villegas.
Pero la realidad que viven las personas trabajadoras es distinta. Ariela Corrales, trabajadora del sector turístico comentó que sí hay muchos casos de subempleo en el sector, pues las empresas prefieren contratar a personas bajo la modalidad freelance (por servicios profesionales específicos), sin cubrir las cargas sociales.
“Cuando se trata de salarios, le puedo contar con mi propia experiencia. En el lugar donde trabajaba, entre dos personas estábamos haciendo el trabajo que hacíamos prepandemia ocho personas. Como yo trabajo en el área de ventas, ganábamos el mismo porcentaje de comisiones que teníamos después de la pandemia, a pesar de que nos aseguraron que era temporal, por ello renuncié y ahora le dedico más tiempo a mi emprendimiento y la historia se repite para muchos otros”, detalló Corrales.
Por su parte, Juan Carlos Salazar de la Asociación de Transportistas de Turismo (Asotranstur) coincidió en que el turismo y en especial este subsector fue uno de los más golpeados y no termina de recuperarse.
“Las costumbres del turista cambiaron, ahora busca experiencias más individualizadas, de hecho, en estos momentos no se encuentran carros de alquiler libres, pero sí muchas microbuses y autobuses desocupados, eso quiere decir que en el tema del empleo también nos ha costado. Muchos conductores de turismo están bajo la modalidad día trabajado, día pagado, sin la Caja de Seguro Social y sin pólizas de trabajo y lo que ganan son ₡10.000 diarios y, los que reciben más, ₡20.000”, explicó Salazar.
Una de las razones por las que no han logrado superar la crisis, dijo el empresario turístico, se debe a las readecuaciones que les hizo la banca, la mayoría tenían carros muy nuevos a través de créditos y si al iniciar la pandemia pagaban $1.000 por mes, hoy pagan $1.500. “Trabajamos para los bancos, restándonos capacidad para contratar y brindar el servicio”.
Fuga de talento especializado
Uno de los principales retos que aseguran los empresarios turísticos que han enfrentado es la fuga de talento humano, con la temporada cero que trajo la pandemia por COVID-19 mucho del personal técnico que laboraba en las empresas turísticas tuvo que migrar de sector.
“No sólo hablamos de guías y personal que hablan dos o tres idiomas, sino también abogados, contadores, mercadólogos o ingenieros, pues en el sector se requieren muchas áreas de expertise y es difícil conseguir profesionales que conozcan la dinámica del turismo”, comentó Tadeo Morales, vicepresidente de CANATUR.
Hoy, añadió Morales, es muy complicado competir con otras industrias salarialmente porque ofrecer las mismas condiciones prepandémicas no es una alternativa para las empresas turísticas.
Sobre todo, ahora que los turistas que visitan el país son distintos, ahora hay más familias y turismo especializado que demanda personalización y más calidad en los servicios, pero no se consigue la gente que necesitan.