Uno de los 57 diputados con mayor experiencia de la actual nómina legislativa apunta a dirigir el Congreso a partir del próximo 1 de mayo. Se trata del actual jefe de fracción del Partido Liberación Nacional (PLN), el exministro de Turismo y de la Presidencia, y dos veces congresista, Carlos Ricardo Benavides.
Así lo decidió la fracción liberacionista este miércoles, tras una encerrona de casi cuatro horas que inició apenas terminada la sesión ordinaria del Plenario legislativo, a eso de las 5:00 p.m.
En ese espacio, los 17 legisladores de la fracción más grande del Congreso limaron sus asperezas y tomaron la decisión de decantarse por una candidatura conjunta, pues era conocido el interés que sostenían algunos otros liberacionistas de impulsar al exalcalde alajuelense Roberto Thompson para el mismo puesto.
Thompson nunca había hecho público el interés; sin embargo, otros compañeros suyos, como el puntarenense Gustavo Viales, así lo afirmaron a la prensa.
Sin embargo, la fracción verdiblanca finalmente se inclinó por apoyar a Benavides, quien se ha desempeñado como jefe de fracción este año.
Al respecto, Benavides agradeció a sus 16 compañeros y afirmó no tener “ninguna duda de que todos ellos le van a ayudar a alcanzar los objetivos planteados”.
Sobre la encerrona, comentó que sirvió para tener “una larga conversación”, en la cual “los compañeros hicieron sus reflexiones sobre la importancia de que el PLN pretendiera alcanzar las posiciones de mayor relevancia para impulsar su agenda y su visión del país”.
Entrevista: Carlos Ricardo Benavides, jefe del PLN: ““Seguimos siendo la alternativa socialdemócrata verdadera”
Benavides, de 49 años, es abogado de profesión, fue diputado en el periodo legislativo 2002-2006, ministro de Turismo (2006-2011) y ministro de la Presidencia (2011-2014). En el Congreso, además, ha sido dos veces jefe de la agrupación verdiblanca.
“Sumar voluntades”
Benavides desde ya habla de “sumar voluntades” como la clave para alcanzar y desarrollar una su eventual presidencia legislativa. De hecho, el legislador destacó que el Congreso es una nómina multipartidista y que, por ese motivo, “habrá que incluir proyectos de otros partidos políticos, como es lógico”, en las negociaciones.
No obstante, esa suma de voluntades parece encaminada.
Apenas este miércoles, el jefe de fracción oficialista, Víctor Morales Mora, señalaba que desde el Partido Acción Ciudadana (PAC) ven a la fracción del PLN como una opción lógica para asumir la dirección del Congreso.
Según Morales, “después de la Presidencia del PAC, sería probable que el acuerdo multipartidario girara en torno a la primera minoría de la Asamblea”.
“Si ellos toman esa decisión y deciden internamente quién es su candidato para ese puesto, entonces luego entraríamos en un proceso de diálogo y de negociación que aún no ha empezado”, señaló.
A pesar de esas declaraciones, es conocido que existe una buena relación entre el PAC y Benavides, especialmente después de las negociaciones que permitieron la aprobación del proyecto de reforma fiscal.
De hecho, semanas atrás, la diputada Paola Vega dijo en un programa radiofónico que la fracción del PAC ya se inclinaba por Benavides, una observación que le daría diez votos al diputado verdiblanco (además de los 17 que ya tendría).
Ante el posible apoyo oficialista, a Benavides solo le faltarían entonces dos votos para alcanzar la mayoría simple requerida, una suma que no parece problemática.
Por ejemplo, el diputado Pablo Heriberto Abarca, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), afirmó este miércoles que “el tema apenas empieza a calentar”, pero que “la lógica indica que el partido que tiene más diputados y que no es gobierno debería tener la Presidencia el segundo año”.
“La pregunta del millón es si el PLN aspira a la Presidencia o no y, resuelta esa incógnita, creo que los demás tendremos que tomar decisiones”, afirmó.
Ese sentimiento aglutina a una buena parte de los congresistas, los cuales ahora empezarán a configurar sus posibles alianzas.
Además de la Presidencia legislativa, este 1 de mayo se repartirán los restantes puestos del Directorio legislativo (incluidas la primera y la segunda secretarías) y, más tarde, vendrán los cambios en las comisiones especiales y permanentes.
Ante este panorama, Benavides consideró que “las negociaciones en el Congreso hay que tomarlas con el respeto y con la seriedad que corresponde”, y que “nunca puede darse nada por sentado”.
“Falta más de un mes y eso en política es un tiempo muy extenso. Por eso, vamos a procurar conversar con todas las fuerzas políticas, en el marco de una negociación multipartidista que sea lo más amplia posible”, apuntó.
Un trampolín
Carlos Ricardo Benavides apunta a la Presidencia legislativa en un año clave para asumir ese puesto.
Los segundos y terceros años de los cuatrienios legislativos se caracterizan por ser los mejores periodos para impulsar agendas en ese contexto, pues la maduración de los diputados y la ausencia de presiones electorales permiten un trámite más distendido de las agendas.
Además, el puesto ha servido como trampolín para figuras políticas, como pasó recientemente con el también liberacionista Antonio Álvarez Desanti, quien saltó de la Presidencia del Congreso a la candidatura presidencial de la agrupación verdiblanca.
Álvarez, sin embargo, asumió el mandato del Congreso en el tercer año del cuatrienio pasado (2016-2017), por lo que tuvo renunciar al cargo para asumir su campaña.
Ahora, Benavides aspira a ser presidente legislativo en este segundo año, aunque aún no da avisos sobre mayores aspiraciones políticas.
La disputa, eso sí, no empieza totalmente limpia.
Apenas anoche, el jefe de fracción del PUSC, Erwen Masís, publicaba en sus redes sociales su “preocupación” por un posible acuerdo entre el PLN y el PAC, remitiéndose a las palabras de la oficialista Paola Vega en favor del verdiblanco.
“No sé en que consiste lo (que están) negociando entre el PAC y el PLN, pero me preocupa porque hay muchos temas país en construcción que requieren equilibrio”, señaló.
No obstante, tanto el PLN como el PAC niegan que ya exista un acuerdo oficialmente tomado.
Eso sí, los acuerdos deberán llegar. Ningún partido suma los 29 votos requeridos en un Congreso de siete fracciones y nueve diputados independientes, quienes deberán ponerse de acuerdo en las próximas cinco semanas para repartir las riendas de siempre.
Aún no se oficializan nuevas candidaturas aparte de la de Benavides. Sin embargo, la disputa apenas empieza.
