En muchos de los casos de femicidio que se registran en el país no hubo un reporte previo de alguna denuncia de violencia; sin embargo, hay muchos testigos silenciosos que, después del hecho, dicen “yo sabía, yo conocía lo que pasaba”.
Así lo explicó durante el evento de conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la ministra de la Condición de la Mujer, Cindy Quesada Hernández, quien recordó que en muchas ocasiones la mejor estrategia de un agresor es dejar a su víctima sola.
“A veces hasta terminan pensando que están locas, que nadie les va a creer, que ya cansan con esta historia, que su familia dice ‘ay qué pereza, otra vez, pero es que no aprende’. Pero es que esa mujer no está en su capacidad de poder tomar decisiones, vive con el enemigo muchas veces”, destacó Quesada.
De acuerdo con datos del Observatorio de Género del Poder Judicial, en el 2021 hubo 61 muertes violentas de mujeres, 19 habían sido clasificadas como femicidios. Al 23 de setiembre de este año, se registraban 34 muertes violentas de mujeres, ocho fueron clasificadas como femicidio.
El Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) organizó un evento hoy en la Plaza de las Garantías Sociales, con toldos informativos de las entidades que conforman el Sistema Nacional para la atención y prevención de la violencia contra las mujeres, como el Poder Judicial, Inamu, Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Instituto Costarricense de Masculinidad, Pareja y Sexualidad (WEM), la Caja Costarricense de Seguro Social y el Ministerio de Seguridad Pública.
Durante su exposición, Quesada hizo un llamado a las personas a que se sumen a la lucha por la erradicación de la violencia contra las mujeres.
“Algo está muy mal cuando llegan a nuestra institución tres, cuatro, cinco, seis mujeres juntas a decir ‘nuestro jefe nos acosa, ya yo renuncié, ya a mí me despidieron’; algo está muy mal cuando no podemos dar el servicio completo, cuando tenemos que escoger en una institución a quién atendemos porque tenemos dos abogadas para una sola región”, dijo.
“El punto no es que no tengamos abogadas, el punto es que tengamos muchas mujeres solicitando ayuda. Y lo vamos a cambiar, vamos a poner más abogadas. Pero eso no quiere decir que vamos a resolver el problema de que siguen habiendo mujeres que ocupan el servicio de acompañamiento y representación legal. El problema es que siguen habiendo comportamientos machistas violentos que agreden y matan a mujeres en este país. Y la lucha en ese sentido es erradicarlos de raíz”, insistió.
Quesada mencionó varias veces la importancia del momento en que las mujeres se apropian de su voz, que hacen la denuncia, que dicen “aquí estoy, yo valgo, basta ya, no más violencia” y se dan cuenta de que no son las únicas, que hay un movimiento.
“Mientras se quede en el silencio, detrás de las paredes de una oficina, detrás de las aulas en un colegio o detrás de la puerta de mi casa, no nos daremos cuenta”, agregó.
